Después de una misión un tanto movidita en Eden Prime, tengo que ir a decirle a Joker, el piloto de la Normandía, que nos lleve a la Ciudadela.
Por supuesto, no iba a ir directamente a hablar con él, así que decidí explorar un poco la nave.
Mirando el mapa vi una zona llamada «Zona de Descanso», que resultó ser la zona de fumadores.
Aunque no se vea el humo, lo había
Después de ver como se llenaban los pulmones de mierda, fui a la planta de abajo. Allí me intentaron vender cosicas de contrabando, pero ciudadano modelo que soy, no compré nada.
Después de ver el condensador de fluzo de la nave (o algo por el estilo) y de hablar con todo el mundo, por fin fui ya a hablar con Joker, aunque me encontré una LAN-Party de camino.
El de la derecha es un campero cabrón
Y por fin ya llegamos a la Ciudadela, muy bonita y llena de vida, por cierto.
Ésta es la vegetación que veríamos en un juego next-gen común. Ésto lo que hay en Mass Effect.
Después de una pequeña charla de bienvenida y puesta al día con el embajador humano, nos dice que tenemos que ir a hablar con el Consejo acerca del suceso de Eden Prime, y de cómo Saren nos traicionó y mató a Nihrus.
Salgo de nuestra embajada y me doy una vuelta para ver lo que hay por los alrededores.
La embajada que está pegada a la nuestra resulta ser la del Planeta de los Simios, o eso deduzco por los gorillas espaciales que había.
Me cuentan un poco sus jaleos y me hablan de una tal Sha’ira, que da sus servicios a quien los necesita, y deja siempre contentos a los clientes. Suena interesante.
Sigo explorando la zona de las embajadas y llego a Sec-C, la central de la policía del planeta/nave (no se muy bien qué es). Y ya por fin llego al centro neurálgico de cualquier comunidad:
Intento sacar información a quien puedo, y mientras Williams le echa una bronquilla a unos jóvenes soldados humanos, voy a hablar con el Barman. Me termina hablando de Sha’ira, la ciber pilingui del espacio. Creo que tendré que ir a verla.
Y así es como fui para el ciber burdel del espacio, pero antes me encontré algo en la recepción de las embajadas.
Una especie de holograma raro que me daba información acerca de la Ciudadela. La hablo un poquillo, consigo la información que necesito y me intento encarar un poco con ella.
Nulo resultado, ya que «su código no está programado para responder a esas afirmaciones». Vamos, que es un roboto hippie y pacifista. Eso, o que ha visto que yo llevo un rifle de asalto, una pistola, una escopeta y un rifle de francotirador a la espalda y se ha acojonado.
Y bueno, ya sí que sí voy de camino al ciber burdel del espacio. Cruzándome con Goku en forma Ozaru, dicho sea de paso.
Primero Molineux y ahora él
Después de recordar que tengo Dragon Ball Evolution en el ordenador pendiente de ver y que no pienso ver, sigo por mi camino.
Y allí llego, no es como me lo esperaba pero bueno.
Las ciber pilinguis del espacio son azules, con un ligero aire a Goku Ozaru nuevamente, pero beh, pueden pasar.
Hablo con la de la entrada y me dice que Sha’ira, la ciber pilingui del espacio jefa, está muy ocupada, y que tengo unos meses de espera mínimo, si es que incluso llego a tener cita.
Para no perder el tiempo, intento ligarme a la de la entrada, con un éxito relativo.
El éxito es relativo porque me toca con las yemas de sus dedos… pero en tres o cuatro meses. Demasiado tiempo bitch!
Pero en esto, la ciber pilingui del espacio jefa, Sha’ira, me ve y queda prendada de mi magna presencia, por lo que requiere de mi presencia en su sala personal.
Obviamente, voy echando leches, a ver si con esta hay más suerte.
Hablo con ella pensando en lo que podía venir después, sobre todo teniendo en cuenta lo que me habían contado de ella, pero nada de eso.
Me dice que si puedo ir a una tasca a hablar con uno que la acosa y «hacerle entrar en razón». Vamos, que le parta las piernas. Dice que si lo hago se sentirá «muy contenta y agradecida».
No se porqué, pero mis piernas empiezan a andar solas hacia ese bar. Bueno, mis piernas y lo que las une. Que le den al consejo, voy a tener ciber sexo del espacio.
Pero mis intentos se ven frustrados al ver que para llegar a la zona de la tasca, tengo que hablar primero con el consejo.
Resignado, voy para allá, a ver qué quieren.
Después de estar media hora en un ascensor que, o sube muy despacio, o sube muy despacio, llego al destino.
Me encuentro al embajador y me dice que tengo que hablar en contra de Saren y contar lo que pasó en Eden Prime. Vamos rápido, que la tasca me espera.
Un holograma para videconferencia, un representante de la Federación de Comercio, una Twi’lek y un Cereano. Por fin un juego de Star Wars decente
Nuestras acusaciones no sirven para nada y Saren se larga de rositas.
Pero aun tenemos un as en la manga, y es un informe que alguien está elaborando de él, con información que nos puede ser muy valiosa. Además está en la tasca.
Así que allí se dirigen nuestras locas y apasionantes aventuras, pero eso, amigos, será en el próximo capítulo.
Mass Effect: Diario de Combate (I)
Mass Effect: Diario de Combate (II)
2 comentarios
Andresito · 20/01/2010 a las 15:33
Joder que traje más feo.
Topofarmer · 20/01/2010 a las 15:55
@Andresito
La verdad es que el traje con el que empiezas el juego es mucho más molón, pero este me mejoraba las estadísticas D:
Los comentarios están cerrados.