Análisis Pikmin 3 (Wii U)

Han pasado casi diez años desde Pikmin 2 (aunque entre medias están las superiores versiones Wii de las dos primeras entregas) y aunque parecía que nunca iba a llegar, aquí estamos, con Pikmin 3 entre manos.

Lleva casi tres semanas a la venta y aunque no he tenido mucho tiempo libre, he sacado tiempo para jugarlo, disfrutarlo y ahora contaros qué tal.

Si ya habéis jugado a las entregas anteriores (si no, deberíais) ya sabréis lo que os espera en este debut de la saga en Wii U. Hemos pasado de uno a dos, y ahora a tres capitanes que con ayuda de esos pequeños seres llamados Pikmin deberán explorar territorios inhóspitos y recoger fruta y objetos para llevar de vuelta a su planeta.

Alph, Britanny y Charlie, los tres nuevos personajes, deben ir en busca de alimentos para su planeta Koppai, que está en riesgo de desgracia al no tener alimento suficiente para la población. Se estrellan contra el planeta y se dan cuenta de que igual las cosas no van a ser tan sencillas y que no son los primeros en llegar al planeta PNF-404 (atención a la referencia friki en el nombre).

Pero no sólo hay modo Historia, también hay unos Desafíos para jugar sólo o acompañado en los que recoger objetos o matar enemigos en un tiempo dado, y un modo Bingo para multijugador, que es muy divertido. A cada jugador se le da una tarjeta con diferentes objetos en cada casilla (fruta, enemigos o restos de la civilización humana) y tiene que recogerlos para hacer una línea y ganar. El escenario es el mismo para ambos jugadores, así que tocará pelearse por ver quién se lleva antes las cosas.

El juego sigue las mismas pautas de siempre. Comandamos a un ejército de Pikmins para ir abriéndonos paso, aprovechamos sus distintas habilidades y demás. Además ahora como somos tres capitanes, podemos hacer tres grupos independientes bien sea para explorar lugares diferentes a la vez o para superar obstáculos.

Al trío clásico de Pikmins (rojo resistente al fuego, azul al agua y amarillo a la electricidad) se les une ahora un Pikmin de roca (muy resistente) y uno rosa volador (los morados y blancos quedan relegados al modo multijugador). El tener dos nuevos tipos de Pikmin se abren las puertas a nuevos tipos de puzzles y de formas de resolver el nivel.

Por supuesto, tenemos de tiempo lo que dure el día, ya que cuando se hace de noche es mejor no estar en la superficie por si acaso. Nos avisarán de que llega el anochecer, y bastará con tener a todas las unidades en el pelotón para terminar bien, da igual que no estemos cerca de la nave. Lo malo es que si alguno se queda rezagado va a morir.

Esto es un poco jodienda, pero esa pequeña tensión y la obligación a pensarte mejor qué vas a hacer hoy le dan un toque más estratégico al juego. Además por cada día que pasemos tendremos que alimentar a nuestra tripulación, así que más nos vale encontrar fruta para hacer zumo y tener unas buenas reservas por si acaso. Aunque no os preocupéis, porque con eso he tenido cero problemas, teniendo siempre botellas suficientes para más de diez días.

Se nota que el juego está diseñado en torno al Wiimote. No lo he probado con Gamepad porque el combo de Wii + Nunchuck + Gamepad es tan rápido y preciso que cualquier otro tipo de control me parece un sacrilegio.

Tenía el Gamepad en el stand mostrando un mapa siempre, pero no es sólo eso, sino que también sirve para recorrer el mapa con vista rápida y enviar a uno de tus equipos automáticamente hacia donde quieras. Es super útil el controlar a un personaje y que mientras el resto vayan andando a donde tú quieras, sin tener que llevarlos tú personalmente como antes.

Y sobre Wiimote + Nunchuck no hay mucho que decir. Los controles de puntero funciona a las mil maravillas y nos ahorrará cualquier tipo de problema o incomodidad en el control.

Además, por cierto, el juego tiene la opción de jugar en modo Off-TV con la imagen en la pantalla del mando. Y no sólo eso, sino que estando en Off-TV podremos usar también el Wiimote + Nunchuck, apuntando a la barra de la parte superior del mando. Bien hecho si queremos jugar en pantalla pequeña y aun así no queremos perder el control superior.

El juego empezó siendo un juego de Wii, aunque no se nota mucho a la hora de jugar, no sólo porque le hayan dado un buen lavado de cara gráficamente, sino porque la dirección artística hace que todo sea bonito en pantalla. Naturaleza en estado puro. Y aunque no sea algo destacable en un juego de Nintendo, pero el juego va a 60fps y aguanta como un campeón, aunque tengamos 100 Pikmin en el pelotón.

Todas las imágenes que he puesto en este análisis las he sacado de Miiverse, así que son fotos sacadas del propio juego por los usuarios y con pérdida de calidad por cómo se guardan, y aun así no creo que nadie en su sano juicio diga que es feo.

La música también acompaña a hacer del paquete algo más especial y con encanto. Esto no es algo que se pueda explicar con palabras, así que os animo a que busquéis canciones de la banda sonora para saber a qué me refiero. El cómo ayudan a dar esa sensación de estar sólo en un planeta perdido de la mano de dios es algo que me ha gustado bastante.

Y por supuesto, como cada juego de Nintendo, tiene todos los textos completamente traducidos al castellano. Las voces que hay son en idioma Koppai.

Pikmin 3 es un juego que no falla en nada, o casi nada. Es divertido, es diferente, tiene un control perfecto, tiene un multijugador muy bueno y es bonito. No creo que se le pueda pedir mucho más.

Ha tardado diez años en llegar esta secuela y creo que ha cumplido perfectamente con todas las expectativas.