Análisis Harvest Moon: A New Beginning (Nintendo 3DS)

¿Cansado de un día monótono y aburrido? ¿Harto de la ajetreada vida de la ciudad? ¿Te gustaría respirar aire puro y viajar a una villa de ensueño donde reina la paz? ¿Es esto un análisis de un videojuego o un anuncio de casas rurales?

Pitas, pitas, pitas…

Harvest Moon; con solo decir su nombre tu cabeza se llena de animales de granja, hortalizas y simpáticos aldeanos dispuestos a ayudarte.  Para quien no la conozca, esta serie lleva ofreciéndonos una vida tranquila desde 1996 y ha cruzado por prácticamente todas las plataformas. La entrega que recuerdo con más cariño es Back to Nature, para PlayStation, ya que precisamente fue la que me introdujo a esta franquicia, y… ¡Ah, disculpadme! Me estoy yendo de las ramas, y os diré por qué: al principio no es fácil prolongar una partida hasta tal punto en el que puedas entretenerte.

La premisa de A New Beginning se mantiene fiel al resto de entregas: llegas al pueblo con nada, te aceptan como propietario de la granja de tu antepasado y finalmente comienza tu misión de colaborar en el crecimiento del pueblo. Entre todos te enseñan a moverte por la localidad, las mecánicas básicas del juego y te regalan tus primeras herramientas. ¡Vámonos de quintería!

¿Y tú sabes cuántos dientes tiene una cabra?

Si creías que tras el primer día comenzarías con el trabajo duro, me temo que aún te queda un largo camino. Se acabaron los días de apréndelo tú mismo: en A New Beginning vives prácticamente en un tutorial perpetuo durante al menos las 10 primeras horas de juego. Los primeros meses (medidos en el tiempo del juego) resultarán extremadamente aburridos y poco productivos. Cuando terminas de faenar y de explorar a las 14:00 te preguntas dónde ha ido a parar la mina para extraer materiales y las aguas termales. Y esto es porque la exploración, con respecto a títulos anteriores, se ve reducida a un simple bosquecito y un río.

Durante las primeras horas de juego no dejas de pensar en las arduas tareas repetitivas y aburridas que tienes que realizar para luego dejar pasar el tiempo o acostarte temprano. También empiezas a analizar otros elementos, como algunas ralentizaciones en diversos mapas o los diálogos –insulsos y poco originales en su mayoría–, e incluso es posible pensar que nos hemos topado con un juego incompleto y que cualquier entrega anterior era mejor.

Al y Paca se marcan un cameo en esta fototuenti.

Sin embargo, si eres persistente y logras aceptar los inconvenientes iniciales que presenta el juego, hay que decir que lo pasarás en grande. A New Beginning demuestra mucho más tarde todo el potencial que dispone esta franquicia: más animales para tu granja, más objetos y herramientas, más recetas, más personalización para el personaje y la finca, más comercios que visitar y un sinfín de elementos nuevos. También hallarás respuesta a la ubicación de la mina y las aguas termales.

Tu verdadera misión, tal y como marca el subtítulo, es hacer que el pueblo renazca para empezar de nuevo: convertir el pueblo –perdido de la mano de Dios y que sufrió el éxodo rural– en un lugar de interés cultural y agrícola basado en la colaboración ciudadana. Las largas horas invertidas en el juego se verán recompensadas gradualmente. Y quién sabe… quizá conozcas al amor verdadero. Esto es como la vida misma: no lo lograrás en un día.

«¿Debería buscar fecha para la boda?»

Conclusión:

¡Qué ven mis ojos! ¡Cosas nuevas en mi pueblo!

Harvest Moon: A New Beginning es un juego que comienza sencillo e incompleto y termina siendo la mayor experiencia Harvest Moon portátil hasta la fecha. Sin embargo, no alienta al jugador para que continúe la partida: no sabes lo que el juego puede ofrecerte y es fácil pensar que continúa así hasta el infinito. A su tiempo maduran las brevas, y quien esperar puede, alcanza lo que quiere.