Puede parecer irónico que el análisis de un juego tan cinemático y tan centrado en los vídeos como es Until Dawn lo haga escrito y no en Youtube, pero mi capturadora sacó todos los vídeos corruptos, así que poco puedo hacer (hasta que haga otra partida con diferentes decisiones y vuelva a grabar). Aunque la verdad, para el gameplay que tiene tampoco os ibais a perder nada, así que vamos aquí con esto.
Seguro que habéis visto la peli de «El efecto mariposa», la de Ashton Kutcher. En esta peli hablan sobre cómo cualquier mínima acción puede acarrear otras, y estas a su vez otras, y al final la bola de nieve ir creciendo y cambiar el curso de la historia. Pues de esto mismo va Until Dawn, y ya se encargan de recordárnoslo nada más empezar, con un vídeo explicando este efecto.
En Supermassive Games han cogido esta base y la han unido a los libros de «Elige tu propia aventura», con una capa de película Slasher por encima. Y sí, película Slasher significa un grupo de amigos en una casa vacía en mitad del monte, significa que se separan y van muriendo en extrañas circunstancias y significa diálogos y guión de mierda. El género es así, y cumplen todo esto a rajatabla.
Y yo creo que por esto es por lo que el juego tiene su gracia, porque todos sabemos que las películas Slasher son malas, pero eso no quiere decir que no puedan gustarnos. Ya puestos a hacer un juego cinemático han elegido un género con el que es fácil atrapar al jugador y la verdad es que al menos en mi caso lo han conseguido, aunque al final se desinflara todo bastante.
Todo el gameplay del juego se reduce a andar (lento, demasiado lento), a quick time events a la hora de tomar decisiones y a un sistema de interacción con los objetos que me recuerda mucho al de L.A. Noire. Ya sabéis, eso de coger una botella y girar la mano para verla por otro ángulo. Pues aquí lo mismo, pulsando un botón para agarrar los objetos y luego moviendo el analógico para girarlos, moverlos o lo que sea. Puede que no sea para tanto, pero cuando lo meten con calzador en situaciones triviales se vuelve un auténtico dolor de huevos. Véase abrir una puerta, mirar una foto o coger tótems por el suelo.
Y es que el gameplay del juego es bastante malo, hay que decirlo. No sólo no sobresale por algo bueno sino que tampoco pasa desapercibido, precisamente por lo malo e intrusivo que es. Nada corta más el rollo de la historia que ver cómo el personaje se queda parado con la mano al lado de un picaporte esperando a que pulsemos los botones.
Y a nivel técnico pues tres cuartos de lo mismo, aunque aquí sí que hay cosas buenas, como los modelados por ejemplo. Los personajes son clavados a los actores reales en los que se basan y realmente las animaciones están muy bien hechas. El problema viene cuando el framerate es malo e inestable, cuando la sincronización labial (jugando en castellano) no existe y cuando los personajes se vuelven un poco locos y hacen animaciones raras y así, sobre todo en diálogos.
Si el juego se quedara aquí lo mandaría directo al hoyo, y desde luego no me lo habría terminado. Pero por suerte tiene una historia que lo salva y que es el motivo por el que jugarlo.
El argumento empieza ya fuerte, con la muerte de dos hermanas en un pequeño prólogo, pero se empieza a desarrollar un año después, cuando los amigos se reúnen para recordar a las amigas y pasar la noche en una casa en las montañas. Ya sabéis lo que va a pasar: el grupo se va a separar y cada uno tendrá su hilo argumental, con sus misterios, sus peligros, sus asesinos y demás, para luego confluir de nuevo en el arco principal.
A mí personalmente el guión consiguió atraparme desde el primer momento. Y deduzco que a mi grupo de amigos también, porque no parábamos de discutir sobre quién sería el asesino, los personajes misteriosos y qué habría pasado. Discutir eso y decidir sobre la marcha qué decisiones íbamos a tomar, para luego ver quienes morían y quiénes se salvaban. Y fue muy divertido, la verdad.
Te venden un poco la moto de que cada pequeña decisión puede acarrear consecuencias fatales, pero no sé hasta qué punto será verdad. Hay algunas que están muy claras en qué desembocan, pero muchas parece que son decisiones que no sirven para nada porque van a llegar al mismo lugar, o a un escenario bastante similar. Pero aun así, siempre te queda el no saber si tu acción cambiará algo o no, así que las intentas tomar con cabeza, con el poco tiempo que te dan.
Lo que sí es un problema enorme es que el final es muy malo y que poco tiene que ver con el resto del juego. Un amigo me decía hace unos días que muchos juegos no sabían cerrar un buen juego con un final a la altura, y aquí pasa exactamente eso. Durante la mayor parte del juego estás alerta por no saber si estás en peligro o si va a aparecer el asesino de un momento a otro, mientras que en la recta final todo gira más en torno a la «acción», entre comillas, y pierde toda la gracia y, algo peor, la tensión y misterio que antes sí tenía, y que era lo que hacía que el juego enganchara.
Entonces la duda es saber si conociendo ya todos los misterios del juego una segunda pasada va a ser igual de buena que la primera. Y ya os digo que no, porque desde un principio conocéis la identidad del asesino y el resto de misterios, así que ya no tiene sentido estar montándote tus propias teorías, que es lo que realmente mola. Sí, se pueden tomar otras decisiones, intentar salvar o matar a otros personajes, pero el grueso de la historia es el mismo, y no sé hasta qué punto merece la pena repasarla varias veces.
Pero para una primera vuelta sin duda es algo que merece la pena. Y eso que la primera vez que probé el juego (una demo en alguna feria o evento hace un año) parecía una castaña enorme, pero mira, al final han sabido lanzar un juego bien apañado y que aunque a nivel técnico es discreto y a nivel jugable es malo, el resultado final es bueno. Que, ojo, eso tampoco es fácil.
Pero como digo, es un juego que te mantiene enganchado porque mezcla terror con misterio y asesinatos, una combinación clásica en el cine Slasher, pero sólo durante una pasada. Y esto es porque el efecto mariposa que intentan venderte no es lo suficientemente potente como para de verdad cambiar la historia, sino pequeños detalles (quién vive, quién muere, qué acciones triviales realizan). Puede parecer que el que un personaje siga vivo o no es algo importante, pero realmente no lo es. Simplemente tendremos la misma historia pero con otros diálogos y cambios menores.
Y una cosa os digo, el que haya una parte del juego recortada y que se diera como bonus con la reserva, aunque sea un trozo de historia sin demasiada importancia, es una guarrada. Así no.
Al final con Until Dawn Supermassive Games han conseguido crear un buen juego, que engancha y se deja jugar, aun teniendo cosas en contra tan importantes como el gameplay o el nivel técnico. La historia es atractiva de la misma manera que una película Slasher se deja ver a poco suspense que tenga. Además el tomar decisiones y ver consecuencias (el efecto mariposa) es un plus a la hora de jugar y crearnos nuestra propia historia.
El problema es que el juego al final se desinfla y una vez pasado las demás partidas que juguemos ya no tendrán la misma gracia, por conocer ya lo misterioso, que era lo que hacía interesante la primera vuelta. Podremos cambiar quién muere, pero en líneas generales sigue todo igual.
Aun así es un juego muy recomendable ya sea jugándolo solo, a oscuras y con cascos (hay algún que otro jumpscare) o con amigos, como lo hice yo, decidiendo entre todos qué pasaba.