¿Qué pintan los personajes third party en Super Smash Bros?

El que diga que se esperaba a Cloud, de Final Fantasy VII, en Super Smash Bros simple y llanamente miente. La elección de los luchadores que entran a formar parte de la plantilla siempre ha estado envuelta en polémica pero al final todo se reduce a una cosa: el gusto personal de Sakurai. Ni más, ni menos.

El caso es que al no estar ahora limitado Smash a una plantilla fija, sino que se puede ampliar vía DLC, la saga se ha transformado en una celebración de personajes de Nintendo a una de Japón en general, con un poco de cada casa. Y de eso voy a hablar hoy.

Seguramente el lloro más común es que hay muchos personajes de Fire Emblem. Los hay, desde luego, más que de otras sagas seguramente más importantes, pero Sakurai es un friki de Fire Emblem y es lo que hay. Guste o no, es su juego, lo que significa que sale lo que él quiere. Y si a él le gusta la saga de Intelligent Systems, pues mira.

La cosa viene a la hora de meter personajes que no son de la propia Nintendo, sino de third parties. De third parties japonesas en concreto (todos los personajes de Smash están creados en Japón, excepto Diddy), que será lo que más ha jugado aquí el hombre y lo que le traerá mejores recuerdos.

Algunas inclusiones, como la de Snake, se deben más a su amistad con otros creadores (Snake entró a modo de favor a Kojima) que a su relación con Nintendo, y otras simplemente son gustos personales (Sakurai debía ser un viciado a Street Fighter II en la época, de ahí Ryu). Porque no vamos a negar que tanto estos dos personajes como Cloud tienen poquita relación con Nintendo a día de hoy, por no decir nula.

Cuando alguien piensa en Cloud o en Snake lo asocia directamente con PlayStation, porque fueron sus «mascotas» durante muchísimos años. Desde luego nadie piensa en Nintendo porque ni tienen ninguna asociación ni la van a tener nunca, siendo realistas. Pero ahí están. Otros personajes más clásicos y muchísimo más asociados a Nintendo (como Sonic, Mega Man o Pac-Man) sí tiene más sentido, y desde luego pegan más en Smash que los anteriores.

¿Y en qué influye todo esto a la saga Smash Bros? Pues en que poco a poco está perdiendo su anterior significado de popurrí de Nintendo y se está convirtiendo en un popurrí de la industria japonesa en general. Todas las grandes casas tienen su representante, e incluso hay otros cuantos más vía trajes de Mii (como Heihachi, Lloyd de Tales of Symphonia o personajes de Virtua Fighter). Seguramente haya personajes mucho más cercanos a Nintendo que Cloud o Ryu, pero ambos son el estandarte de cada compañía, y si ya tienen algún tipo de relación nostálgica con Sakurai, apaga y vámonos.

No voy a decir que su presencia en Smash me guste, porque no es verdad. Tampoco me disgusta, simplemente me da igual. Sonic, Mega Man o Pac-Man sí los tolero mejor (habría metido también a Bomberman), pero puedo llegar a entender el porqué de otros. Al fin y al cabo también son iconos. Más modernos, pero iconos igualmente.

¿Pueden tener estas inclusiones algún significado oculto, como el remake de Final Fantasy VII en NX? Pues puede que sí, puede que no. Me inclinaría por el no, simplemente son juegos que le gustan a Sakurai, pero no lo descartaría tampoco. Y tampoco descartaría más personajes de terceros de otras compañías como Konami (¿Castlevania?), Tecmo Koei (Dead or Alive) o incluso Atlus si le gustan los SMT (¿Jack Frost?). Phil Spencer quiere ver a Banjo dentro, pero siendo un sucio personaje gaijin occidental es más que probable que le importa un pimiento a Sakurai.

Nintendo está en una posición en la que tampoco puede decir que no a las third parties. Todos conocemos la situación de sus consolas y el que entregas principales de personajes que llegan a Smash se salten las plataformas de Nintendo no es casualidad. ¿Ayudará esto a reconstruir puentes y relaciones? Igual que antes, puede que sí o puede que no y que a Sakurai le de exactamente igual. Habría pegado mucho más, por ejemplo, un mago negro de los Final Fantasy clásicos, esos que salieron todos en consolas de Nintendo, pero no tienen el mismo peso que Cloud. Quizá aquí sí que hayan influido más otros factores, eso tampoco lo sabremos nunca.

Creo que pocos juegos tan grandes hay por ahí tan personales como la saga Super Smash Bros en general. No es sólo que Sakurai sea un obseso del control, es que es su juego y sus gustos reflejados, y ya más de una vez ha demostrado que las opiniones del resto le importan más bien poco. A que no está limitado parece que quiere montar su homenaje particular a Japón y a los juegos que le gustan o le han marcado. Que eso nos guste a nosotros parece secundario.

Si por mi fuera hubiera guardado esos tres huecos desperdiciados con Ryu, Cloud y Snake (en su día) para meter otros personajes de la propia compañía, como Hans de Golden Sun o algún personaje de Rhythm Heaven. Pero como lo que queramos nosotros no importa una mierda, pues está la cosa como está. Tampoco me voy a morir porque haya dos personajes que no me pegan de los casi 60 que tiene el juego, pero tampoco voy a callármelo. Las cosas como son.