En Akihabara Blues han puesto en marcha un meme sobre los momentazos gamer de la vida de cada uno. Recojo el testigo y voy a poner los míos, aunque el encuentro de Kristian con Miyamoto en el baño es insuperable:
5 – El día que me regalaron la PlayStation por mi comunión
Tendría yo 8 o 9 años (¿con cuántos se hace la comunión?) y era mi gran día. Iba a hacer la comunión y me la regalaron, la consola que todo el mundo quería (bueno, yo quería la Nintendo 64 por el Pokemon Stadium XD) y ahí sigue, dando caña. La única consola así vieja que tengo y que aún funciona perfectamente. Y aún de vez en cuando juego con ella, al FIFA 98, a los Crash Bandicoot, Radikal Bikers…
4 – Jugar al Simfarm
Para mí el Simfarm es sin duda el mejor de los juegos Sim… que han sacado nunca. El tema de montarte tu granja, plantar tus tomates, tener vacas, cerdos y ovejas en sus recintos me encantaba de pequeño. Y el conseguir que tus cosechas sobrevivieran a las heladas o a las inundaciones era super gratificante. Os recomiendo este juego a todos los que no lo hayáis probado aún, además es Abandonware, por lo que puedes jugarlo gratuitamente. Otra opción es el más moderno «John Deere American Farmer», aunque no me consiguió enganchar tanto.
3 – Comprarme la Xbox 360
Me la compré por agosto del 2008 y desde entonces lo flipo en colores. Para mí fue pegar un salto generacional muy grande, ya que se me rompió la PS2 hace unos años y las únicas consolas que tenía eran la PSP, la PSX y la Game Boy Advance. Me vino con el COD4 y un pack Viva Piñata+Forza 2, y jugar en una vieja tele de tubo de 15″ ya me parecía una delicia gráficamente, pero al comprarme el conector VGA para engancharla a mi viejo monitor de ordenador TFT fue ya el éxtasis. No me creía los pedazo de gráficos que tenían los juegos, sobre todo el COD4. Luego llegaron el Bioshock, Pure, Dead Rising, GTA IV, Gears of War, Fable 2, FIFA 08 y 09… Nunca me arrepentiré de haber cambiado de ser un jugador de PlayStation de toda la vida a la máquina de Microsoft. La escogí por su bajo precio y por su facilidad para cargar back-ups, pero al final decidí no flashearla, y no me arrepiento lo más mínimo. El Live! lo merece.
2 – Partidos de fútbol sala del FIFA 98
Pongámonos en situación: año 2007, PS2 rota, Super Nintendo no se sabe donde andará, Xbox 360 aún no la tenía, PSP sólo para jugar solo no la tenía ningun amigo más. ¿A qué juego yo ahora con los amigos? Pues la respuesta es muy simple, al FIFA 98 de la PSX. Pero partidos normales no, partidos en el campo de fútbol sala y con 5 jugadores por equipo. Eso sí era fútbol total. Bueno, igual no era muy realista, pero desde luego es con el juego de fútbol con el que mejor me lo he pasado y más risas me he echado. El meter un gol con el portero desde tu portería, el hacer un tiro y que vaya flojito al portero y se la cuele entre las piernas, el hacer que rebote el balón en las paredes porque no había fueras, ¡el pulsar R1 dos veces para tirarte al suelo e intentar engañar al árbitro (aunque nunca picaba, todo sea dicho)! Siempre recordaré las risas de los partidos entre la selección de Suazilandia y la de Tonga por la cantidad de bugs del juego. Pero… ¿y qué importan?
1 – La Super Nintendo de mi hermano mayor con el Street Fighter II, Donkey Kong Country, Super Mario All Stars…
Yo soy muy joven como para haber vivido en la época de máximo esplendor de la Super Nintendo, pero por suerte mi hermano mayor sí la vivió. Así que desde recién nacido siempre tuve consola en casa, la Super Nintendo. Y aún hoy juego cuando me apetece, aunque la máquina esté hecha polvo por fuera y ninguno de los dos mandos funcione bien. O en emuladores en la PSP. El caso es que juegos como Street Fighter II, Donkey Kong Country, FIFA International Soccer, Super Mario All Stars, Mortal Kombat II y muchos más me proporcionaron a mí y a los amigos muchos días de diversión, con peleas entre nosotros, pasándonos juegos entre varios o echando unas carreras. La consola de la que mejores recuerdos tengo.
0 (extra) – Monkey Island II
Bueno, de este juegazo que puedo decir. Uno de los mejores, si no el mejor juego de la historia. El ayudar al intrépido Guybrush Threepwood a encontrar el Big Whoop es una experiencia que ningún gamer debería perderse, porque la verdad es que es un juego impresionante en todos sus sentidos. Visualmente es una delicia y el apartado de sonido es muy bueno. Además es el máximo exponente de las aventuras gráficas, un género que se ha perdido para desgracia de todos. Y cuidado, detrás de ti, ¡un mono de tres cabezas!
¿Cuáles han sido vuestros momentazos gamer?