Análisis de Alan Wake (Xbox 360)

Después de unas primeras y rápidas impresiones por Twitter, y habiéndome pasado ya el juego, creo que es hora de hacer un análisis completo.

Alan Wake es uno de los juegos más esperados del año en Xbox 360, tanto por su largo tiempo de desarrollo, como por el estudio que lo hace, Remedy (los mismos que crearos Max Payne).

Y, en mi opinión, no ha defraudado. Es un juego muy bueno, con una atmósfera genial y absorvente.

Pero, sigamos detrás del salto:

La historia nos lleva a Bright Falls, un pequeño pueblo perdido en el monte. Ahí llega Alan Wake, un escritor de éxito, con su mujer para desconectar de todo, ya que Alan lleva dos años sin poder escribir nada. Pero de repente su mujer desaparece en la noche y tenemos que ir a salvarla.

Esta historia es uno de los puntos fuertes del juego, aunque se hace un poco liosa al final. Aparte de tener un final totalmente WTF, dejándolo abierto para una continuación.

Aun así, es bastante interesante. Aparte, durante el juego iremos recopilando manuscritos que nos ayudarán a comprender un poco mejor la historia. De hecho, la historia gira en torno a estos manuscritos.

Está hecho de forma que parezca una serie de televisión. La trama está dividida en seis episodios, al principio de los cuales podrás ver una introducción con lo que pasó en el episodio anterior. «Anteriormente, en Alan Wake…». Esto sólo aparece al principio del episodio, quizás hubiera estado mejor que saliera cada vez que reanudáramos el juego, pero bueno.

Gráficamente el juego cumple. No es lo mejor que hay ahora mismo, pero el resultado es bastante bueno. Pero donde sí destaca es en la luz y sus efectos. Dado que el elemento principal es la luz, se ha cuidado al máximo, y ahora mismo seguramente sea lo mejor que podamos ver en este aspecto.

Uno de los efectos más chulos es al prender una bengala. La cámara nos rodea a cámara lenta, con la luz roja emitiéndose desde nuestra mano.

Los escenarios de día son bastante bonitos, con montañas de fondo y cuidados los detalles. Pero, como la mayoría del tiempo la acción transcurre de noche, no podemos apreciarlo. En estos momentos una niebla espesa cubrirá todo, y lo poco que podremos ver será gracias a nuestra linterna.

Esto es un gran acierto, ya que nos sumerge más en esta ambientación angustiosa y nos hace estar en permanente alerta. Además, se van oyendo ruidos y voces que no sabes de donde vienen, consiguiendo esa atmósfera de terror que se espera.

Los movimientos del personaje son bastante fluidos, y las animaciones faciales están bien hechas.

La banda sonora está compuesta por varios grupos, entre ellos Poets of the Fall. Incluso hay un momento rockero en el juego, de lo más entretenido.

Los efectos de sonido, como habíamos dicho antes, ayudan a crear la atmósfera de misterio que envuelve al juego. Murmullos entre los árboles, voces que no sabes de donde salen, objetos chirriantes… todo ayuda a este cometido.

El doblaje del juego es un doblaje de lujo, con Lorenzo Beteta (Jack en Perdidos o Mulder en Expediente X) como Alan Wake, o Conchi López (la voz habitual de Nicole Kidman, y de Juliet en Perdidos). Los demás dobladores, si veis Perdidos, os sonarán la mayoría, ya que están las voces de Locke, Sayid, Richard…

En el apartado de la jugabilidad, el juego es bastante sencillo. Apuntar con la luz a los enemigos para debilitarlos y luego dispararlos hasta que caigan. Contamos con diversas armas, como escopetas, pistolas de bengalas, rifles o revólveres.

Además, tendremos bengalas de mano, que ahuyentarán a los enemigos durante unos segundos, y granadas de luz, que al tirarlas pegan un destello que elimina a los enemigos cercanos. Hay que saber cuándo usarlas, ya que más de una vez nos sacarán de un apuro.

Podremos esquivar a los enemigos si pulsamos un botón en el momento adecuado, con lo que veremos el movimiento en cámara lenta, lo que nos dará un pequeño tiempo para ubicar a los demás enemigos. Algo un poco peliculero, pero resuelto con acierto.

De vez en cuando nos encontraremos unos pequeños bosses, aunque la mayoría de veces no es muy difícil eliminarlos. No necesariamente están al final del nivel, por lo que cuentan con ese pequeño «factor sorpresa».

Sin duda, el juego bebe de las mejores historias de terror. Alan Wake es como si fuera Stephen King, y la historia tiene guiños a varias series y películas del género, como Twin Peaks o El Resplandor (de hecho, mencionan esta película y el nombre de Stephen King alguna vez). Todo ello mezclado en una trama que engancha. Además Alan va narrando lo que pasa a su alrededor como una voz en off, lo que hace que tenga un aire más a novela.

Los personajes tienen cada uno su personalidad, pero destacaría a los Old Gods of Asgard y a Barry, el agente -y mejor amigo- de Wake. Es, sin duda, el mejor personaje del juego. Una persona que se preocupa más por Wake y su imagen que por él mismo. Y los diálogos que tenemos con él están cargados de humor por su parte. Se le termina cogiendo cariño.

He querido no meter spoilers en este análisis, así que dentro de unos días haré un post hablando de lo que me ha gustado del juego y detalles que merecen la pena, pero con spoilers 😀

En definitiva, un juego muy cuidado y entretenido. Una ambientación genial y una historia que engancha. Creo que la nota la tiene más que merecida.