Análisis Orcs Must Die! (XBLA)

Cuando Ensemble fue desmantelada por Microsoft, algunos de sus miembros se unieron para formar Robot Entertainment. Ahora nos acaba de llegar su primer juego, para Xbox Live Arcade (y Steam en un par de días).

Con el nombre Orcs Must Die! nos propone un divertido tower-defense de acción que se aleja del modelo clásico, dándole una vuelta de tuerca al género.

Si queréis ver qué tal les ha quedado, tenéis un análisis tras el salto.

La historia nos pone en la piel de un aprendiz de mago bastante presuntuoso, manazas y vago. Un desastre, vamos. Pero el resto de magos han caído bajo la oleada orca, así que somos la única esperanza que queda para defender nuestro castillo.

Las animaciones entre actos están dibujadas y aunque apenas tienen movimiento (son más una imagen moviéndose) nos cuentan más o menos qué tal anda la lucha en sitios ajenos a nuestra zona. Y va mal, muy mal. Menos mal que estamos nosotros para arreglar un poco las cosas.

Para impedir que los orcos entren e invadan nuestra fortaleza contaremos con armas, muchas armas. Podríamos calificarlas en dos tipos, armas activas y armas pasivas.

Las primeras, como pueden ser la ballesta, la espada o el cinturón de aire (nos permite empujar a los enemigos por los aires) son armas que una vez equipadas tendremos que usar nosotros mismos. Apuntamos y disparamos donde y cuando queramos, por lo que no pararemos de correr por el escenario.

Las segundas son las clásicas «torres» de este tipo de juego, sólo que adaptadas al contexto del interior de un castillo medieval. Paredes que lanzan flechas, cuchillas que salen del suelo o la pared, arqueros, muelles para lanzarlos a la lava… Un sinfín de armas que deberemos de saber colocar bien para conseguir eliminar las oleadas enemigas que van llegando. Como funcionan automáticamente nos aprovecharemos para atacar a la vez con armas activas y terminar antes la faena.

Además al terminar cada nivel nos darán un número de calaveras según lo bien que lo hayamos hecho. Gracias a ellas podremos mejorar las armas, haciéndolas más baratas o más fuertes.

Y aunque nuestra misión es defender la fortaleza con nuestras manos y armas, a veces también contaremos con la ayuda de aliados en el escenario que intentarán matar a los enemigos que pasen por su lado. Además de elementos como unos árboles de talentos que nos servirán para mejorar distintos elementos durante un nivel.

Y hablando de enemigos, hay un montón y no van a parar por nada. Desde los orcos más básicos que se dedican a correr hacia la fortaleza golpeando todo, a dragones voladores (que no se ven afectados por las trampas a nivel del suelo), pasando por ogros o hombres lobo.

Algunos serán más fuertes y resistentes que otros y deberemos encontrar la forma más eficaz de poder darles muerte. Obviamente, también algunas armas serán más afectivas contra según qué enemigos.

Vendrán en manadas enormes, y nos pueden poner en más de un aprieto como nos despistemos un poco. La unión hace la fuerza, y eso lo saben bien, por lo que no será raro ver unas cuantas decenas de enemigos entrando a la vez en el escenario.

Gráficamente el juego es bastante normalillo, pero cumple perfectamente. Lo importante, que es no tener ralentizaciones cuando hay muchos enemigos en pantalla, lo lleva perfectamente, así que pocas quejas hay en este apartado. El estilo cartoon del juego al principio puede parecer un poco raro, pero se hace muy agradable.

Donde sí hay más quejas es en la música del juego, ya que apenas hay dos canciones que oiremos una y otra vez cuando juguemos. Al final nos acostumbraremos y prácticamente no las notaremos, dado que se camuflan con la acción.

Otro apartado a considerar es la dificultad, dado que el juego aunque comienza muy simple, se complica mucho según avanzamos, lo que alarga la vida del título unas cuantas horas más. Es todo un reto y se hace muy divertido de jugar si te gusta el género.

Como detalle, el juego viene completamente doblado y traducidos todos los textos al castellano.

Orcs Must Die! es una nueva apuesta en un género a priori tan cerrado como los tower defense, y que seguro que va a encantar a los fans del género. Se aleja de la clásica vista cenital y nula acción para combinar ahora la estrategia de colocar las trampas con el poder atacar «en directo» a los enemigos.

Es un juego rápido, con mucha acción y con muchos enemigos en pantalla que nos pondrán las cosas bastante complicadas. Así que si os gustan los retos, no os lo perdáis. Además tiene un toque de humor y un estilo cartoon que lo hacen aún mejor. Lo malo es que no haya un modo cooperativo, porque en un juego así sería perfecto.