Análisis Saints Row IV (Xbox 360)

Cuando se hace un sandbox es imposible que salten las comparaciones con el rey del género, GTA, pero Saints Row IV se desvía de lo habitual, cogiendo cosas de su antecesor y de otros sandbox, como Crackdown o Prototype. Podríamos decir que al final el concepto es el mismo, pero la forma de llevarlo a cabo es totalmente distinta.

Los Saints se han ganado el favor de EEUU, poniéndonos al mando del despacho oval. Esto nos da responsabilidades, llenar la casa blanca de stripers no es algo que la gente pueda ver bien, así que hay que compensarlo de otras maneras. ¿Como actuarías delante de una invasión alien? A balazos.

Ese es el argumento principal de Saints Row IV. Estando nosotros en la presidencia de EEUU unos aliens invaden el planeta, secuestrando a los altos cargos y poniéndolos en simulaciones a lo «Matrix», y como presidente de EEUU nosotros tendremos nuestra propia simulación, la ciudad de Steelport.

El objetivo del juego será piratear dicha simulación, hacernos con ella y dominarla de tal forma que podamos evitar la invasión alienígena desde dentro. Tendremos total libertad dentro de ella, pudiendo matar a quien nos de la gana, robar coches, etc…

La gracia es que a medida que pirateemos la simulación iremos ganando poderes tales como super-sprint, mega-salto, bolas de fuego… lo típico, vamos. Este es uno de los puntos fuertes del juego, la libertad de ir saltando de un lado a otro de la ciudad, literalmente.

Pero no todo es tan bonito como parece. Durante el juego tendremos que ir cumpliendo misiones, ya sean principales o secundarias, aunque la única diferencia es el avanzar en la historia o no. Las misiones estarán compuestas por varias submisiones, que al final siempre serán las mismas. Cosas como «Ve a este punto y despéjalo», «Ve a ese sitio y activa tal cosa», «Piratea esa tienda», «Completa ese desafío», etc… Las misiones terminan por ser una combinación de esos desafíos y poco más. Digamos que suelen ser un mix de los ¿20? tipos de desafío que hay.

Por otro lado, la gran variedad de armas y zonas a viajar hacen que el simple hecho de explorar sea algo divertido. El humor ácido y absurdo del juego complementa muy bien todo eso, ya sea cubriendo de caos la ciudad con una nave espacial o con el famoso consolador morado.

En el apartado técnico el juego es aceptable. Dejando de lado los evidentes bajones de framerate (en la versión de consola) por la enorme ciudad, el juego destaca por haber conseguido una ciudad enorme y «variada». Variada entre comillas porqué es evidente que tendremos muchas casas iguales, pero al final no te das cuenta mientras vuelas encima de ellas.

Algo que tengo que decir también es lo mala que es la conducción en este juego. Las naves se conducen bastante bien, pero los coches son absurdamente toscos. Algo que tampoco importa, porque corriendo vas mucho más rápido a cualquier sitio.

El editor de personajes es bastante complejo, pudiéndote descargar o cargar personajes desde la web oficial del juego, algo que a mucha gente le mola, aunque yo soy más de hacer personajes aleatorios. Podremos encontrar una gran variedad de personajes por la ciudad, desde tías buenorras hasta chaperos que preferirías no ver. Aunque al final a todos los verás volar por los aires.

Sus muchas carencias se ven completamente suplidas por lo divertido que puede llegar a ser hacer el loco por Steelport, así que realmente lo flojo que es el argumento es algo poco importante. La variedad de misiones tampoco es uno de sus puntos fuertes, pero las misiones molan bastante, por lo que al final ni lo notas.

Podríamos decir que Saints Row IV es un juego divertido para pasar el rato, pero para nada es un juego que te absorba por su historia o su argumento. Si lo que quieres es provocar el caos, destruir aliens y tener superpoderes, Saints Row IV está hecho para ti.

En Saints Row IV se ha optado por tirar de lo absurdo para darle un toque distinto al juego, algo que consigue sin lugar a dudas. Ha dejado de ser un clon para empezar a ganarse su propia identidad, algo que pocos juegos de este género pueden conseguir.