El día 16 de noviembre salen a la venta Pokémon Let’s Go Pikachu y Pokémon Let’s Go Eevee, lo que significa que hoy queda un mes exacto para ese lanzamiento. Es el primero juego de la saga que sale en Switch, pero desde luego no está siendo como los fans esperaban, por muchas razones.
La idea de empezar una nueva generación de consolas con un remake desde luego no es la más atractiva, por muy grande que sea el salto técnico con respecto a 3DS. Y aunque técnicamente está en otra liga, sigue palideciendo comparado con otros juegos como Yōkai Watch 4, también para Switch, aunque en parte se deba al estilo chibi que han decidido seguir.
Pero realmente no creo que la dirección artística sea la que echa para atrás, porque puede gustar (a mí no me disgusta, si eso es un halago) y tiene cosas majas como que los Pokémon te sigan o el poderlos montar fuera de combate. El problema viene con ese «Go» del título, por las similitudes con Pokémon Go y cómo esto parece «mi primer Pokémon».
Cuando era un crío jugué a Pokémon Azul, Rojo y Amarillo sin ningún problema. Los terminé, descubrí todos los secretos e incluso completé la Pokédex, todo ello en una era en la que no tenía Internet y la ayuda externa era escasa, por no decir nula. Sólo tenías lo que un amigo le había dicho a tu amigo. El boca a boca, plagado de mentiras como la de mover el camión del S.S. Anne.
Y ahora tenemos este Let’s Go enfocado a los nuevos jugadores que trajo Pokémon Go. Me parece perfecto que quieran ir a por ese segmento de mercado, porque es enorme, pero esto parece a prueba de tontos. Han quitado elementos clave como los combates salvajes, han reducido la dificultad hasta el absurdo y han puesto puertas para que si las pasas sea sin que haya oportunidad de perder. Entended esto como obligarte a llevar X tipo de Pokémon antes de enfrentarte a un líder, haber alcanzado cierto nivel y demás.
Al final parece que Pokémon Let’s Go se está postulando como un paseo nostálgico para los fans, porque poquita chicha va a tener. Incluso si eres nuevo en la saga esto te va a parecer enfocado a niños de cuatro meses que lloran si les matan un Pokémon, y no creo que eso sea lo que buscan ni los fans de toda la vida ni los nuevos fans.
Eso sí, lo compraré como buena putita de Nintendo que soy. Tengo ambos reservados y me muero de ganas por jugarlos, aunque sepa que tiene poco que ofrecerme más allá de dar un paseo de 50€ (por juego) por Kanto. Soy parte del problema, lo sé.