Análisis
Análisis Wolfenstein II: The New Colossus (Xbox One)
¿Recuerdas cómo fue jugar a otros videojuegos después de ese que te marcó o se convirtió en uno de tus favoritos? Cuando lo intentabas con un plataformas después de Super Mario 64 y cómo todo parecía falto de imaginación. O cualquier aventura/action RPG después de Ocarina of Time, veías los mundos minúsculos y aburridos, sin vida. O después de Cheetahmen II, que hasta los otros juegos de mierda parecen medio buenos en comparación. Son experiencias que te joden un poco todo lo que viene después. Pues el caso más reciente que he tenido ha sido Doom. Da igual qué shooter probara después, que lo vería y pensaría «Doom es mejor, Doom tiene más acción, Doom es más sencillo, Doom es más rápido, Doom es más javi metal». Y ahora ha tocado enfrentarme a Wolfenstein II: The New Colossus en una vida post-Doom y os cuento cómo ha ido.