Análisis
Análisis The Witcher 2: Enhanced Edition (Xbox 360)
¿Qué es un brujo? La respuesta a esta pregunta varía según a quién se lo preguntase. Para la mayoría de sus señorías y demás gente de bien, cómo condes o nobles influyentes, son unos monstruos, abominaciones. Aunque unas abominaciones que una cifra convenida se ocuparán de una mantícora, gravoire o lobisomé.
El vulgo que vive en ciudades le contará que son frías máquinas de matar, creadas en una fortaleza oculta entre las montañas, con magia de antaño. Cuchichean cuando él ha pasado, puesto que son incapaces de sostenerle la mirada. Esa mirada, más de animal que de persona. Ésos ojos de gato, que se rumorea que ven en la oscuridad.
En cambio si usted se tercia a hablar con algún trabajador agrícola o alcalde de pueblo la respuesta será distinta. Es probable que le cuente que hace unos años, cuando un bicho grande empezó a matar ganado, un brujo de paso les solucionó el problema. O que, en las provincias más cercanas a los densos bosques, solucionó un malentendido con las dríadas del bosque.
Con una espada de plata mata a esos monstruos de origen mágico, mientras que con la de acero corta a aquellos monstruos más comunes, menos mágicos, cómo humanos, enanos o elfos que se enfrentan a él o no quieren pagarle.