Análisis Super Mario Galaxy 2

Prólogo: Voy a intentar que no se me note mucho el fanboyismo en éste, mi primer análisis en este noble blog, pero me da que no lo podré conseguir….

No me explayaré mucho en este análisis, porque me parece que cualquiera que haya visto algunas de las puntuaciones que ha recibido SMG2 entre la prensa especializada se puede hacer una idea de lo que nos vamos a encontrar. Todos sabemos que es un juegazo, de eso no hay duda, pero yo por lo menos no me esperaba que lo fuera de tal envergadura.

Historia: Para lo bueno y para lo malo, la historia no sorprende a nadie, es lo de siempre pero un poco modificado. Básicamente es que (spoiler) Bowser rapta a Peach (fin del spoiler) pero el villanísimo en esta ocasión tiene un tamaño de tres pares de cojones descomunal, igual que el de un planeta gracias al poder que le dan las estrellas. Y aquí es cuando entra Mario, que con la ayuda de un pequeño destello bajo su gorra podrá recorrer la galaxia en busca de su querida (y estúpida) princesa.

Jugabilidad: Con diferencia el punto más fuerte del juego, en el que convergen todos los demás para darle ese epicismo que desprende esta obra. Todo lo que vemos ayuda a que la ya de por sí buena jugabilidad lo sea aun más: el espectacular diseño de niveles, la dificultad (que por fin la han elevado para que el juego sea realmente un desafío), el aspecto gráfico, la música que ambienta a la perfección nuestra aventura, etc etc. Con Yoshi el juego gana muchos enteros, ya que añade más posibilidades a Mario, como tragarse a los enemigos a lo lejos con la lengua, el salto que te permite levantar un poco el vuelo y sobre todo los power-ups.

El «chili» digamos que es cuanto menos gracioso, porque al comerlo hace que el ojete de Yoshi explote en una nube de azufre y fuego y el pobre salga disparado corriendo a una velocidad endiablada, permitiéndonos incluso subirnos por las paredes, literalmente hablando. La «berenjena dorada» ilumina a Yoshi como si de una bombilla se tratara, pero no para dar luz a zonas oscuras de la galaxia, sino para hacer que aparezcan partes del escenario que a simple vista no se ven y permitirnos así avanzar. Y la «fruta azul» que lo hincha como un globo para subir a niveles inaccesibles de otro modo. A estos tres nuevos elementos, y a los que ya tenía Mario en el anterior Galaxy (flor de fuego, muelle, abeja y Boo) hay que sumarle dos más, la flor nube, que le dará al mostachudo el poder de crear una nube bajo sus pies cuando quiera y la seta roca, que lo transforma en una piedra para girar cual Goron.

Niveles: Los grandes protagonistas del juego. Si Super Mario Galaxy 2 es tan espectacular eso es por su diseño de niveles, que te deja embobado con lo preciosos y espectaculares que son y a  la vez alerta para no caerte por sus ingrávidos parajes. Desde zonas que se basan en unos pequeños planetoides hasta mundos gigantescos repletos de enormes monstruos de lava, cuevas acuáticas, mundos que se dividen entre el fuego y la nieve, sitios en los que los Goomba son del tamaño de diez Marios y las flores piraña se tragarían nuestra nave de un bocado, los difíciles y fantásticos castillos de Bowsy y Bowser…. Un no parar de sitios bien construidos y que nos permitirán jugar con la gravedad como en las partes en las que dejamos a un lado el control tridimensional para manejar a Mario al estilo clásico, con scroll lateral.

Música: Solamente voy a decir esto: Koji Kondo.

Gráficos: Al igual que el anterior juego tiene uno de los mejores apartados que hay en Wii (junto a SSBB, claro), y que demuestra de nuevo que por más polígonos que le pongas a tus personajes si luego los vistes de gris, en escenarios grises, con enemigos grises y armas que disparan en gris…. pues te queda una cacota gráfica. De verdad, me parece que están mucho más trabajados los gráficos de este juego que el de cualquier otro de XBox 360 o PS3, porque a pesar de la evidente falta de potencia que tiene en comparación han sabido exprimir las capacidades de la máquina. Y es de agradecer.

Diversión: Esto se merece casi un artículo propio. No hay textos, ni vídeos, ni descripciones de tu mejor amigo para que os hagáis una mínima idea de lo divertidísimo que es jugarlo. Tanto por el control de Mario o Yoshi como por los niveles, la sensación de libertad que te da, saltar de planeta a planeta surcando la galaxia…. no tiene ni un solo punto bajo, es toda una escalada hacia arriba que acaba de una forma que prefiero no destripar a nadie, pero que de bien seguro gustará.

Dificultad: Quizá el punto menos fuerte del juego. No me entendáis mal, no es tan fácil como lo fue el primer Galaxy, han subido el nivel de dificultad, pero en mi opinión sigue siendo un pelín bajo. ¡Ojo, no os vayáis a pensar que esto se lo pasa uno como si nada! Llegar a la batalla final de Bowser son más o menos unas 10 horas y necesitas solamente 70 estrellas, pero una vez terminado es cuando empieza el desafío de las putas estrellas endemoniadas.  Si hay que destacar la dificultad de algunas zonas yo me quedo con los castillos finales, que tienen el punto justo de desafío para morir un par de veces en algún punto pero que no llega a desesperarte y te sigue apeteciendo ir adelante.

Y poco más puedo añadir sobre esta grandiosidad en forma de videojuego. Mi valoración personal es que es lo más cerca al juego perfecto que he probado desde…. sí, desde Ocarina Of Time. Ni Twilight Princess ni pollas, este juego para mí es el único que ha conseguido hacerle sombra a la obra magna de Nintendo. Los que me conozcan sabrán que eso son palabras mayores dichas de mí, ya que adoro OoT, así que me imagino que os podéis hacer una idea del juego al que nos enfrentamos. Los que tengáis Wii y no os compréis este juego -bien porque es demasiado infantil para vosotros o porque ya tenéis el SMG y pensáis que es un gasto de dinero inútil- os arrepentiréis mucho mucho tiempo. O por lo menos hasta que os lo compréis y empecéis a daros latigazos en la espalda y echaros pis en las heridas por haber sido unos blasfemos sodomitas.

Resumen y nota: Cómpralo o MUERE.

Le pondría un 9'9, pero como no está pues esto es lo que más se aproxima.