Análisis Red Dead Redemption (Xbox 360)

Llevo jugando desde hace un tiempo a la nueva obra maestra de Rockstar y creo que ya es hora de que lo analice. Decir que para mí, Red Dead Redemption me ha parecido lo mejor que he jugado durante el año en consolas, con una ambientación de lujo, una historia entretenida y un montón de personajes secundarios bien hechos.

Para el que no sepa de qué va (dudo que aún haya alguien), la historia nos pone en la piel de John Marston, un antiguo forajidos que, chantajeado por el gobierno, vuelve al Oeste para capturar a los delincuentes con los que compartió aventuras tiempo atrás. Eso sí, como en todos los sandbox de Rockstar, hacer la historia principal es casi lo de menos, porque hay miles de misiones secundarias y secretos por descubrir.

Gráficamente el juego se ve muy, muy bien. El escenario es enorme y para recorrerlo en caballo de una punta a otra nos estaremos un buen rato. Mención especial al detalle de los caballos, la forma que se les marcan los músculos y los movimientos, que es algo que me ha sorprendido gratamente. Pero lo mejor de la ambientación no son los gráficos, aunque contribuyan en gran medida.

Lo mejor es que el juego está vivo. Puedes ir dando un paseo por el campo y siempre te encontrarás con algo, ya sean animales (que puedes cazar), personas dando una vuelta a caballo, gente que necesita ayuda o simplemente a alguien que ha dejado su caballo parado y se ha bajado a echar una meadilla (verídico, aunque luego le cogí con el látigo y me lo llevé por ahí arrastrándolo del caballo). También si pasamos por la ciudad veremos a gente jugando en el salón, hablando o trifulcas callejeras que podremos sofocar.

En nuestra mano está hacer el bien o dedicarnos a ir sembrando el terror entre los ciudadanos. Tendremos un par de barras de honor y fama, que irán subiendo o bajando según nuestras acciones. Y dependiendo de lo que hagamos la gente reaccionará de una manera u otra, aparte de poder ofrecernos ventajas como descuentos en las tiendas. Aparte, si somos malos nos perseguirá la ley, y aunque les podemos dar el esquinazo, nos volverán a perseguir si nos ven, y se pondrá un precio a nuestra cabeza. Aunque esto es algo que podemos evitar mediante un pago a las autoridades o una carta de indulto.

Como habíamos dicho, si hay una cosa que predominan en los juegos de Rockstar son las misiones secundarias. Podremos ir a capturar bandidos y entregarlos al sheriff, podremos domar caballos o llevar el ganado, o simplemente salvar a los ciudadanos que están por el campo con algún problema (aunque más de alguien os la jugará). Esto es algo que nos aporta esa sensación de libertad y de poder hacer lo que queramos en el juego, viviendo el Oeste.

Controlaremos al personaje al igual que lo hacíamos en los GTA, aunque con algunos elementos adaptados a nuestras nuevas necesidades, claro está. Cambiar las armas ahora es rapidísimo, gracias a un sistema de rueda con el stick derecho. Simplemente con pulsar LB/L1 y apuntar con el stick a donde queremos ya cogeremos el arma. Esto es bastante útil en momentos que necesitemos ir rápido, para no andar pasando arma por arma hasta llegar a donde queramos.

Ahora el personaje se moverá más fluido y con unas animaciones bastante curradas. Además la salud ya no dependerá de una barra de vida, sino que se irá recuperando con el tiempo. Para saber si estamos heridos o no, la pantalla se irá enrojeciendo, hasta llenarse de nuestra sangre.

Durante el juego irá sonando música que nos recordará a las películas del Oeste, pero sin llegar a ser la música del Spaguetti Western, con Morricone a la cabeza. Aparte, los sonidos del juego rallan a gran altura, ya sean los disparos, los sonidos que produce el caballo o nuestros propios movimientos. Destacar también el doblaje, que aun estando en completo inglés (algo habitual en R*), es bastante bueno.

Sin duda uno de los apartados que más me han sorprendido es el modo multijugador, que es realmente entretenido. Nada más conectarnos apareceremos en el escenario normal del juego, pero con otros jugadores campando a sus anchas. Nosotros decidiremos si les atacamos o nos aliamos con ellos. Una vez dentro ya podremos elegir otros tipos de juego, como batalla por equipos o recoger la bolsa. A mí, que los del GTA IV me aburrieron bastante, lo he pasado francamente bien con los modos multijugador de este juego.

Y no sería justo haber hablado de todas las bondades de este juego sin hablar de su principal punto flaco: los bugs. Y es que el juego tiene mil y un bugs, aunque he tenido suerte de no toparme con muchos de ellos (aunque alguno, como que mi caballo caro desapareciera, me hicieron tener que cargar una partida antigua). Habéis visto muchos ya, y seguro que hay cientos que aún os esperan. Sin duda es una pena, ya que un juego así no debería estar tan lleno de errores.

En definitiva, considero este juego imprescindible. Si os gustan los GTA o la ambientación del Oeste, sin dudarlo ni un momento, y si no, también. Vais a disfrutar de un juego largo, gráficos de lujo, una buena historia y muchos, muchos momentos entretenidos dando vueltas por el salvaje Oeste, México incluido. Rescatar el nombre de Red Dead ha sido todo un acierto por parte de Rockstar.