Outland es una de esas joyas que aparecen de vez en cuando en el Bazar de Arcade de Xbox Live. Un plataformas de apariencia sencilla, pero que es bastante más complejo de lo que podría parecer en un primer momento.

Tras el salto tenéis un análisis completo del juego, por si os apetece probar esta grata sorpresa que nos brindó Ubisoft hace unas semanas.

El mundo está amenazado por dos gemelas, una que controla la luz y otra la oscuridad, y nosotros, encarnando al joven guerrero elegido tendremos que evitar que suceda lo peor. Y para ello deberemos también de aprender a controlar los poderes de estas gemelas, representados por el azul (luz) y el rojo (oscuridad).

Haciendo uso de ello deberemos avanzar por distintos escenarios, hasta llegar a un jefe final de cada mundo. Por el camino no sólo tendremos que sortear las plataformas, sino también todo aquello que nos pueda matar, como los enemigos o los disparos de luz.

Éstos también tienen una naturaleza propia, ya sea de luz o de oscuridad, y para acabar con ellos deberemos de usar su contrario. Con los jefes finales es lo de siempre, aprenderse sus pautas de comportamiento, darse cuenta de qué hay que hacer para poderlos herir y sortear sus miles de disparos.

A medida que avancemos por los inmensos escenarios iremos recogiendo monedas, ya sea de enemigos derrotados o de vasijas repartidas por el mapa. Gracias a este dinero podremos comprar mejoras para nuestro personaje (siempre que encontremos el lugar de compra), como son más vida o más poder. Además al llegar a determinados puntos ganaremos nuevas habilidades, de forma que tanto podremos avanzar hacia los nuevos mundos, como volver atrás y recoger los secretos antes inaccesibles.

Podríamos decir que Outland es una especie de Ikaruga de plataformas, y es que habrá momentos que hay tantos disparos en la pantalla que parece más un shmup que otra cosa. Y por supuesto deberemos de andar cambiando continuamente nuestro poder para que no nos afecten estas bolas. Al principio parece todo muy sencillo, pero a medida que avanzamos las cosas se complican bastante y el juego puede llegar a ser bastante desquiciante en determinados momentos.

Pero ahí radica la gracia del juego, y es el desafío que nos propone. Aun sin ser realmente difícil, nos tendrá bastante tiempo probando nuestra habilidad a los mandos, y la satisfacción al avanzar es bastante grande. La pega que tiene es que aun necesitando de bastante habilidad, el juego no es muy difícil, ya que hay puntos de control cada poco, de modo que al morir no retrocederemos mucho.

El apartado gráfico brilla con luz propia, y nunca mejor dicho. Extremadamente sencillo pero muy resultón a la vista, sobretodo cuando la pantalla se llena de disparos enemigos. Nuestra vida correrá peligro, pero nuestros ojos lo agradecerán.

El juego además tiene un modo cooperativo que no he podido probar aún dado que soy un forever alone. Pero imagino que será igual de entretenido que el modo para un sólo jugador.

Outland en definitiva es una apuesta un poco diferente y muy bien llevada. Si queréis un reto de verdad haceos con él, porque el juego es largo, divertido y un desafío, algo que tristemente no abunda hoy en día.

8

Categorías: Análisis

3 comentarios

KKnot · 23/05/2011 a las 13:31

Corroboro lo dicho… a mi tambien me está gustando bastante.

pixfall · 23/05/2011 a las 16:05

El juego se ve genial, con unos efectos visuales realmente notables. Tiene momentos realmente épicos con miles de disparos en pantalla, me parece que terminarlo es un reto para el jugador. Lo voy a tener muy en cuenta para una posible adquisición. Buen análisis y buena recomendación…

ibrasport · 23/05/2011 a las 16:08

Me bajaré la demo y así lo pruebo porque no tiene mala pinta

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