Análisis L.A. Noire (Xbox 360)

Por fin me he terminado la obra no tan maestra del Team Bondi, L.A. Noire. Un proyecto bastante ambicioso y que había generado mucho polvo antes de su salida, en parte gracias a las magníficas expresiones faciales que se han conseguido. Pero el juego no vive sólo de esta maravilla visual, así que pasemos a analizarlo más a fondo.

El juego nos pone en la piel de Cole Phelps (interpretado por Aaron Staton), un ex-marine condecorado en el frente asiático en la Segunda Guerra Mundial, que se acaba trabajando como detective en la policía de la ciudad de Los Ángeles.

Aunque al principio parezca que resolvemos casos sin más, a partir de un momento concreto algunos de estos se empiezan a entrelazar, dándole un toque de interés a la historia que nos empuja a seguir jugando para saber qué hay detrás de todo esto. Por supuesto, el estar dentro de la policía iremos viendo que la justicia no es tan bonita como la pintan desde fuera.

El argumento es bastante maduro, y se aleja de la típica historia sencilla y palomitera que suele abundar en los juegos. Un juego así se merecía una historia trabajada y profunda, y creo que se ha conseguido en líneas generales, aunque igual no tan bien llevada como cabría esperar.

Iremos pasando por diferentes departamentos del cuerpo según vayamos avanzando en los casos, aunque en el fondo los casos se resuelven de la misma manera: ir al lugar del crimen, buscar pistas e interrogar sospechosos (este paso se repite varias veces en cada caso) y finalmente acusar a uno de ellos y cerrar el caso.

Y es quizá esta repetitividad lo que hace que el juego pierda varios enteros. La historia de misterio, corrupción, crímenes y demás está muy bien, sí, pero la veo más apropiada para una película de dos horas que para un videojuego de treinta. Se tiene que estirar demasiado para que no se haga un juego corto y al hacerlo se pierde intensidad, quedándonos con algunos momentos interesantes, pero también con muchas horas de tedio.

Es un juego en el que apenas hay acción, demasiado lento. La localización de las pistas en el escenario suele ser bastante obvia, y a mi personalmente me daba la sensación de hacer siempre lo mismo, pero cambiando los objetos encontrados. Una sensación que no he perdido en casi ningún momento del juego, aunque no sé si se debe a que el juego tiene que ser así para simular el trabajo de un detective.

Además hay que sumar el paseo en coche que nos tenemos que dar para ir de un escenario del crimen a otro, que suele ser bastante lento también. Somos la ley y vivimos en el 47. Ni hay coches rápidos, ni saltos espectaculares ni explosiones por doquier (los coches parecen de titanio, les puedes dar mil golpes que apenas se abollarán). En pocos juegos había agradecido tanto un botón de conducción automática para poder saltarme estos viajes.

L.A. Noire es un sucesor de las aventuras gráficas, pero pasado por un filtro de apariencia de sandbox que le hace más daño que otra cosa. Por mucha ciudad enorme que tengamos a nuestra disposición, no es un sandbox. El juego es más lineal que el mapeado de Final Fantasy XIII, así que de poco se aprovecha esa Los Ángeles tan bien recreada.

Y es que si de algo puede presumir el juego es de, aparte de las caras de los personajes, la genial ambientación de la que goza. Todo está recreado a la perfección, desde los edificios y coches que rondan la ciudad o una banda sonora de jazz de la época, hasta detalles más pequeños como los muebles de los interiores de las casas o la ropa de la gente. Una atmósfera que ayuda mucho a meternos en el juego.

Se puede ver que en este apartado le han echado horas de trabajo, porque incluso el carácter y mentalidad de la gente nos recuerda a que estamos en la posguerra, con la gente machista y la policía por encima de leyes y de todos los demás. Sin duda uno de los puntos fuertes del juego, y que seguro que encandila a más de uno.

Y si hablamos de la ambientación tenemos que hacerlo del apartado gráfico del juego, que se podría dividir en dos partes: el modelado de escenarios y el de los personajes.

En el primero el juego presenta unos cuantos problemillas, que aunque no afectan al juego, sí que se hacen un poco molestos a estas alturas.

El principal es que, aun instalando el juego en mi Xbox 360, presenta bastante popping, tanto cuando voy circulando por la ciudad (que podría tener una pequeña excusa) como a veces en escenarios interiores. Estás andando por una casa y de repente empiezan a salir los muebles. No pasa siempre, pero canta mucho cuando lo hace.

También hay unas caídas de frames bastante feas en algunos momentos que requieren más carga, como en algún tiroteo más o menos masivo, o en algún escenario recargado. Son cosas que afean la apariencia del juego, dando una sensación de que no está pulido del todo y de que han destinado los esfuerzos a otra cosa.

En la otra parte se encuentra el apartado gráfico en relación a los personajes. Aquí el juego es espectacular. Lo habréis comprobado en los vídeos del juego, pero es una pasada lo conseguidos que están los gestos y animaciones faciales de la gente. Sin duda es lo mejor que he visto en un juego hasta la fecha.

Y claro, para que cuadre todo el juego debe de estar en el más perfecto inglés, ya que los actores que prestaron su cara y voz lo hicieron en el idioma de Shakespeare. Pero el juego tiene todos los textos traducidos al castellano, y con una traducción muy, muy buena. Bravo en este apartado.

Estas animaciones son el elemento principal en los interrogatorios del juego. Cuando preguntemos algo a un implicado nos tendremos que fijar en sus gestos y expresiones para intentar adivinar si dice la verdad o miente, pudiéndolo dejar en duda o acusándolo con una prueba.

La pega es que los gestos se ven demasiado forzados en muchos casos para que se pueda adivinar algo. Sin ningún disimulo evitan fijar la vista en la cara del detective y hacen movimientos muy marcados para indicarnos su postura. Y luego hay algunas personas casi de piedra, en las que acertar es más una lotería que otra cosa.

Y hablando de acertar o no, da lo mismo. El caso va a seguir el mismo curso y lo único que cambia será la calificación que se nos dará al final de cada caso, pero que en ningún momento afectará al desarrollo de la historia, todo seguirá su cauce normal.

Es un juego diseñado para no poder quedarse atascado. Siempre está claro dónde tenemos que ir, si quedan pistas por recoger (la música para cuando tenemos todas) y si por cualquier cosa nos quedamos atascados o morimos varias veces en el mismo lugar, se nos ofrecerá la posibilidad de saltarnos esa parte automáticamente, sin que afecte a nada.

L.A. Noire es un proyecto muy ambicioso pero con altibajos importantes. Si bien la historia es buena y las animaciones faciales son geniales, el juego se hace bastante repetitivo según avanzamos en la historia y tiene algunos problemas gráficos bastante feos. Empieza bien y se va haciendo más interesante, pero a partir de la mitad del juego más o menos, se empieza a notar que es «siempre lo mismo» y el juego pierde bastante interés.

Pero de todos modos, es un juego que hay que probar, porque lo mismo os gusta. Si tenéis la oportunidad, alquiladlo un par de días y echadle horas para dar un veredicto.