Análisis Alice Madness Returns (Xbox 360)

Ayer terminé mi viaje por el País de las Maravillas, al menos de momento, como diría el Gato de Cheshire. Y es que ha sido un viaje largo a través de Alice Madness Returns, con muchos altibajos pero con una buena sensación en general.

Aunque claro, todo tiene sus pros y sus contras, así que vamos con el análisis para hablar un poco más en profundidad.

El juego sigue la historia que terminó el primer juego. Vemos a una Alice sumergida en la más profunda locura, internada en un psiquiátrico y atormentada día y noche por la muerte de su familia en el incendio de su casa. Deberá volver al País de las Maravillas, un sitio que ha cambiado mucho en su ausencia, y que corre peligro ahora. Para salvarse a si misma, deberá salvar también este macabro lugar.

La mayor parte del tiempo, la acción transcurre en el País de las Maravillas, pero iremos alternando con momentos en la vida real en Londres, donde está el nuestro centro de tratamiento y varios lugares más que visitaremos. Lugares que tendrán luego relación con el escenario que visitaremos en nuestra locura y ayudándonos a comprender un poco mejor la historia que envuelve al título.

Una historia que se ve apoyada por unas escenas de vídeo con un estilo bastante curioso, que nos irán revelando los descubrimientos y hallazgos que va haciendo la joven Alice para esclarecer un poco su pasado. Al principio puede empezar bastante suave, pero veremos cómo según avanzamos hacia el final del juego todo se torna muy macabro, y el guión más oscuro.

Y es que no sólo las secuencias tienen un estilo propio, sino todo el juego en su vasta extensión hace gala de un sentido artístico peculiar.

Como habréis visto en casi cualquier imagen o vídeo del juego, si hay algo por lo que destaca es por su apartado artístico y visual. Cada zona es completamente diferente a la anterior, cada una con un estilo nuevo y bastante ricas en detalles.

Al principio empezaremos en zonas más normales, pero según avancemos en el desarrollo del título y en nuestra locura, se irán tornando más y más siniestras cada vez.

Quizá incluso se hayan pasado con este tipo de decoración, y es que la mayor parte del tiempo la pasaremos en lugares lúgubres, y a la larga termina cansando y perdiendo el factor sorpresa. Los escenarios con luz, como son el inicio del juego o el cielo azul con naipes, me parecen mucho más vistosos, y apenas estamos en ellos.

También los enemigos forman parte de este entramado de pesadilla. La gran imaginación a la hora de hacer los diseños nos depara algunos malos bastante funestos. Hay unos cuantos, además cada uno con relación al escenario en el que aparece, dando consistencia al estilo de cada zona.

Mención especial a los vestidos de Alice, que también se adaptan a la zona en la que nos encontremos. Así que, por ejemplo, el vestido en la zona submarina es diferente al del castillo. Es un detalle sin importante pero que da cuenta de lo que se ha trabajado en este apartado.

Pero si hay que hablar bastante bien del apartado artístico, también hay que decir que en el plano técnico el juego es bastante mediocre. Nos vamos a encontrar escenarios con unas texturas muy, muy pobres, gráficos que petardean, mucho popping (que se hace muy evidente en eventos como el que se abra una puerta)…

A mi personalmente es algo que no me afecta en un juego, pero da bastante mala imagen y una sensación de dejadez constante. Imagino que se deberá a que los escenarios son muy oscuros y no se ve tanto, pero en algunos lugares es imposible no darse cuenta de ello, sobre todo al usar la intuición, que torna la pantalla en tonos morados, haciendo evidente este fallo.

Además la cámara es muy mejorable en algunos momentos. Normalmente la podremos mover a nuestro gusto, pero en algunos momentos que es fija nos podemos encontrar con alguna sorpresa desagradable.

El control ha mejorado muchísimo con respecto a su antecesor (que era horrible), pero yo sigo echando en falta un poco más de precisión en los saltos, teniendo en cuenta que cuando no estemos matando estaremos saltando de plataforma en plataforma.

Damos unos saltos enormes, pudiendo planear después o hacer doble, triple o cuádruple salto. Aun así en algunos momentos (sobre todo al salir de corrientes de aire) he caído al vacío, aunque el juego te devuelve al último lugar firme que pisaste.

También me he encontrado con el personaje atascado en ningún sitio o en cualquier pequeño detalle del suelo. Como no podremos avanzar hacia delante, habrá que dar un paso atrás y luego ya podremos avanzar sin problemas. No me ha pasado muchas veces, pero es bastante molesto.

El sistema de combate se ha simplificado mucho, pudiendo fijar la cámara en un objetivo y sin apenas combos. Esto puede ser una ventaja o desventaja dependiendo del tipo de jugar que seamos. A mí personalmente me ha gustado por lo sencillo que es, aunque he echado en falta poder realizar combinaciones de ataques de distintas armas.

Y hablando de las armas, son cuatro (dos de melee y dos a distancia) con cuatro niveles cada una. Para subirlos deberemos pagar con los dientes que nos vayamos encontrando por los escenario, cosa bastante fácil (he subido todas las armas al tope y me han sobrado dientes para subirlas más niveles si existieran). Realmente el equipar una mejor arma sólo implica hacer más daño con el mismo golpe, ya que el verdadero último nivel se encuentra en un DLC de pago, junto a unos trajes extra.

En general los puzzles son bastante sencillos y las peleas también. Cuando nos encontremos a punto de morir podremos activar el modo Histeria, que nos da unos segundos de invencibilidad y mayor fuerza para poder acabar con los enemigos en el último momento. Pero si no lo logramos y nos matan en cualquier momento, volveremos a aparecer justo antes de la lucha, así que tampoco hay mucho problema.

El juego es bastante largo (en torno a las 15 horas me ha durado), si bien es cierto que me he entretenido buscando cosas (a la primera ya lo he sacado al 94%). Y es que aun siendo completamente lineal, podremos ir por otras zonas del escenario para poder encontrar algunos de los recuerdos de Alice y demás objetos que tenemos que coleccionar. Para descubrir el camino a seguir, la mayoría de veces nos tendremos que encoger, de forma que usemos la Intuición y se revelen plataformas invisibles o cerraduras por las que colarnos.

Quizás es demasiado largo, ya que algunas fases se hacen eternas porque cae en la repetición una y otra vez. Durante las primeras horas de juego no se nota, pero cuando pasamos la mitad nos damos cuenta de que es lo mismo siempre, sólo cambia el escenario. Y al ser tan largos los capítulos, nos terminaremos cansando del escenario y adiós a la fascinación que podía despertar en el primer momento.

Creo sinceramente que si hubiera durado menos sería bastante mejor juego. O al menos que cada capítulo (cada uno tiene su temática propia) durara menos y hubiera más variedad, de forma que no se volviera tan monótono algunas veces.

Y un detalle que me ha encantado, y es que el juego está completamente traducido (y muy bien hecho) y doblado al castellano. Todas las voces del juego, todos los textos en pantalla y también los textos de los escenarios, que no suele pasar. Por ejemplo, la placa de la puerta del psiquiátrico está en castellano, nada de inglés. Es todo un curro que se agradece mucho.

Y por cierto, aquellos que lo compren original y sin estrenar, se encontrarán con el Online Pass, que una vez introducido en la consola nos permitirá bajar el American McGee’s Alice original para jugarlo en la consola. Decir que es un port tal cual, con mismos gráficos y mismo control desesperante.

En definitiva es un juego muy bonito (cuando quiere) y que entra por los ojos, pero también sufre de algunos problemas técnicos visuales, unos saltos mejorables y algún que otro bug.

Pero es sencillo de jugar y divertido si te engancha la historia y consigues que no te termine aburriendo, ya que peca un poco de repetitivo al haber estirado tanto el chicle. Además está 100% traducido y doblado y trae el Alice original de regalo.