Análisis *del modo campaña de* Battlefield 3 (Xbox 360)

¿Sabéis esa sensación que causan algunos juegos que no son gran cosa pero te intentas auto-convencer de que son buenos o por lo menos no tan malos? O con películas o series, que las ves pensando «Venga, va…. que tampoco está tan mal….» pero en realidad sabes que no valen ni para pasar el rato. Estas cosas lo normal es que pasen con productos que tienen un presupuesto escaso y se ha quedado a medias, o cuando lo hace una compañía por la que tienes cierto afecto e intentas no apedrearla. Pues algo así me ha pasado con Battlefield 3. Y ahora os cuento el por qué.

Sí, les tengo cariño a Dice. Ellos son los responsables de uno de mis juegos favoritos de los últimos años, Mirror’s Edge, y tenía ganas de volver a echarle el guante a algo suyo de nuevo. Con Battlefield 3 tenía unas expectativas medianamente altas, tanto por el equipo de desarrollo como por todo el bombo (ahora llamado hype) que se le ha dado al motor Frostbite 2 y su posible uso en Mirror’s Edge 2. Sin esperar una revolución histórica, imaginaba que sería algo como un Modern Warfare con mejores gráficos. ¿Y qué me encuentro? Un Modern Warfare con mejores gráficos…. pero sin diversión. Podremos criticar mucho a Activision por su polémica de un Call Of Duty al año y sus doscientos DLCs, pero por lo menos hacen juegos divertidos.

El principal problema de BF3 es que casi parece un mod de cualquier COD, con escenas que ya hemos visto mil veces y no sorprenden a nadie, pero eso sí, con unos gráficos espectaculares en una consola. Y las cosas más «innovadoras» que introducen tampoco son para tirar cohetes, como la misión del caza o el tanque. Suena divertido, pero no lo es, porque en ningún momento podemos manejar el rumbo de la avioneta esta, sino que nuestro personaje es el encargado (o encargada en este caso) de lanzar los misiles y las bengalas. Un festival de scripts que de poder elegir hacia dónde nos dirigimos o cómo atacamos podría haber ganado mucho. Además, en mi caso es doblemente grave, porque da la casualidad que jugué no hace mucho a Assault Horizon y resulta que es un juego muy divertido. Sí, las comparaciones son odiosas, pero es así. Nunca me han gustado los juegos sobre raíles a no ser que se llamen The House Of The Dead. La misión con tanque por suerte es más amena ya que sí podemos dirigir el armatoste y elegir modos de visión, cañones y demás.

La inteligencia artificial tanto de los enemigos como de los NPC también es como para darles de comer aparte…. No es que no sean muy espabilados, es que son tontos a rabiar y hasta ilógicos. En cierta misión tenemos que proteger la vida de un rehén que tomamos para llevarlo a una zona segura y que nos dé información. Para ello nos acompaña nuestro superior, que se queda en una zona con el tipo en el suelo y el arma apuntando para acabar con las amenazas que se acerquen. ¿Y qué pasa? Pues que en realidad tanto el jefe como el rehén son dos moñegotes que no hacen absolutamente nada. Traté de matar a ambos y lo único que conseguí fue vaciar dos cargadores en vano.  Y lo mejor llegó con los terroristas talibanes satánicos comunistas. Estando en un centro comercial cualquiera podría pensar que iban a llegar desde varios lugares a la vez para hacer una emboscada y sorprendernos. Pues no, iban pasando uno a uno por el mismo pasillo y los cadáveres se amontonaban (y desaparecían) en el mismo sitio. Y por si fuera poco, decidí dejarles que entraran a la sala con el mandamás apuntando para que por lo menos me ahorrara unas balas (que están muy caras, tú), pero parece ser que los enemigos debían ser tiranosaurios, ya que como este tipo no se movía, ninguno de ellos le vio y venían a atacarme únicamente a mí. Y lo de ver cómo los enemigos vienen en fila india por el mismo sitio donde han muerto doscientos soldados antes es algo que veremos constantemente.

En otras ocasiones me he encontrado con que nuestro papel dentro del grupo pasa de un extremo al otro. O tenemos que matar a absolutamente todos los enemigos porque nuestros compañeros parece ser que no se han puesto las lentillas y están matando moscas o podemos quedarnos a contemplar los escenarios tranquilamente y dar un paseo. En este último caso yo he optado por mirar el Facebook, Twitter o hasta el MySpace de mientras. Google+ no eh.

La trama es bastante simplona y al principio te lía un poco por el tema de empezar la historia en un flashforward para luego ver a nuestro protagonista (Blackburn) siendo interrogado y contar los hechos que le hicieron llegar ahí mediante flashbacks. Prácticamente los dos únicos capítulos en los que se explica claramente lo que sucede son el que se hace en París y los dos últimos. Lo demás es paja. Además que es la típica historia de un soldado americano que ama a su país más que sus jefes y con moros y comunistas de por medio. Pero bueno, tampoco creo que nadie pidiera un guión de Aronofsky.

Casi que lo único que se podría remarcar de este juego es su espectacular nivel gráfico y la calidad en sus diseños. Recordemos que hablamos de Dice, que son suecos, así que podéis esperar unos interiores espectaculares que en más de una ocasión recordarán a Mirror’s Edge y una arquitectura que no es para menos. Especialmente la penúltima misión, donde demuestran por qué los suecos tienen tanto renombre en este mundillo y que con mucha pasta podemos tener lo que queramos. Ahí va un pequeño spoiler sobre la última fase: La última misión sucede en Nueva York, concretamente en el luminoso Times Square, que aunque es un sitio por el que siento debilidad, me pareció un poco simple comparado con la brutal reproducción de la ciudad en Crysis 2. Y el tema de los scripts es algo que en muchas ocasiones resulta más cansino que vistoso. Está bien que de vez en cuando suceda algo justo cuando nosotros pasamos por ahí, pero también da la sensación de estar viendo una película interactiva cuando eso se repite demasiado.

El resumen sería que es un juego muy bonito pero que en ningún momento me ha llegado a parecer divertido. Es más, estaba deseando terminarlo para volver a jugar a Legends Of Troy…. Claro que esta es mi opinión, como siempre. Ah, y como podréis imaginar, después de este sopor de campaña no me he ni molestado a probar el online o el cooperativo. Porque no me apetece y porque tengo la consola sin conexión en este momento.