Análisis Sleeping Dogs (Xbox 360)

Seguro que muchos recordáis True Crime. Tras una primera entrega normalilla y una segunda un poco mala, Activision decidió dar carpetazo a True Crime: Hong Kong, el que iba a ser el reboot de la saga. Pero estuvieron listos en Square-Enix, cuando se hicieron cargo del proyecto, que desembocó en Sleeping Dogs, el juego que voy a analizar.

Y remarco lo de estuvieron listos, porque el juego es muy, muy majo y por lo que parece le está yendo bien en ventas, de lo cual me alegro. Pero dejémonos de preámbulos y vamos allá con esto.

Nos encontramos, obviamente, en Hong Kong. Wei Shen vuelve al barrio que le vio nacer como policía de incógnito, en una ciudad en la que las Tríadas son quienes controlan todo el cotarro.

Empezamos desde abajo, siendo un matón de pacotilla más y poco a poco nos tendremos que ir ganando la confianza de nuestros superiores, aunque sea haciendo cosas fuera de lo legal y que chocan contra los principios de un policía.

Como iremos viendo según avanzamos, Wei cada vez está más dentro de estas mafias, conociendo a más gente y haciendo más trabajos, presentándose un montón de conflictos por quién es de cara al público y quién es en realidad. A esto además ayuda la historia (que no quiero desvelaros, obviamente), que hace todo más intrincado aún.

Tendremos que ir haciendo misiones tanto como bueno como malo, así como favores a la gente para ganar reconocimiento y conseguir algunas mejoras.

Desde el primer momento en el que nos ponemos a jugar nos damos cuenta de que todo es familiar, pero no. Sí, es un sandbox como muchos otros más (es inevitable la comparación con GTA), pero tiene muchas cosas que lo diferencian de otros.

La más evidente es la localización. Esto no es una ciudad occidental, esto es Hong Kong, y se respira un ambiente diferente en el ambiente. Desde los barrios bajos, llenos de mercadillos, tiendas de fideos y té y demás tiendecitas orientales hasta las calles llenas de neones con letras en chino.

Al principio es curioso estar en un sitio así, luego se agradece que estemos en un lugar diferente para variar de vez en cuando. Porque la ciudad en el juego es muy oriental y no es algo a lo que estemos acostumbrados.

Todos los detalles están cuidados al máximo, y «lo oriental» está retratado con perfección. Desde bares de karaoke (donde podremos hacer un minijuego de cantar) a masajes orientales, pasando por puestos de comida por la calle o callejuelas con muchas luces a donde dan las partes traseras de los comercios.

En general es de lo que más me gusta del juego, y de lo mejor que he visto en mucho tiempo.

Pero no sólo la ambientación es lo que difiere con el resto de los de su género. Aunque obviamente hay armas de fuego, el juego se basa mucho, muchísimo en el combate cuerpo a cuerpo. Wei es un policía entrenado, además de un experto en Kung-Fu, y multitud de peleas las pasaremos así.

Recogiendo unas estatuas distribuidas por el mapa podremos ir mejorando nuestro conocimiento, aprendiendo nuevas técnicas de ataque, para luego aplicarlas a la calle.

Hay varios tipos de enemigos básicos, cada uno con sus pros y contras (algunos son más lentos pero te agarran, otros bloquean tus ataques, otros llevan armas blancas…), así como varios tipos de ataque. Desde patadas y puñetazos a agarres y llaves, con los ataques especiales usando el escenario como colofón. Si agarramos a un enemigo y hay algún objeto con el que interactuar cerca, se iluminará en rojo y lanzando al rival ahí acabaremos con él de diversas formas (estrellando su cabeza con una pecera gigante, tirándolo al contenedor, empujándolo a unos cables eléctricos…).

A esto se le añade un free running bastante majo para lo que suelen ser estos juegos (eso sí, no esperéis nada al estilo Assassin’s Creed), teniendo que pulsar A para pasar correctamente y sin tropezarnos por los obstáculos, hacer grandes saltos (a cámara lenta) y demás. Sí, hay unos cuantos QTE, sobre todo a la hora de pelear y correr.

Y como habíamos dicho, también hay armas de fuego, y acompañándolas un sistema de coberturas y tiempo bala. El juego no se define precisamente por esto, pero cuando salimos de una cobertura, podemos hacerlo a cámara lenta, para poder apuntar mejor y eliminar a los enemigos con más facilidad.

Este recurso también aparece en los tiroteos conduciendo, ya sea motos o coches. Una vez apuntamos, se bloquea la dirección del volante y con la mirilla dirigimos los disparos, bastante sencillo y útil.

Y el otro gran momento en el que el tiempo se ralentiza es a la hora de abordar un vehículo en marcha. Ya sea yendo en moto o en coche (abriendo la puerta) podemos saltar a un coche en marcha para echar al conductor y apoderarnos de él. Esto es necesario en varias misiones, y una fuente inagotable de risas al pasar cerca de un motorista, abrir la puerta y ver cómo muere a causa de la caída por el choque. Soy así de rebelde.

El juego tiene un montón de vehículos (coches, motos y lanchas/barcas), así como ropa que podemos comprar, y que nos puede dar algún bonus. También hay un montón de objetos que encontrar en el mapeado, como cajas secretas, farolillos o estatuillas.

Gráficamente está bastante bien y no he tenido ningún contratiempo destacable, al menos en la versión de Xbox 360. Los diálogos del juego están en inglés, con algunas palabras o frases en chino, dependiendo del personaje que hable. En la versión que he jugado los subtítulos estaban en inglés, pero creo que en la versión española los textos están en castellano.

Por si os lo estáis preguntando no hay ningún tipo de multijugador, ni online ni offline. Es una experiencia para un solo jugador.

Sleeping Dogs es un juego muy bueno y algo diferente a los sandboxes a los que estamos acostumbrados. La atmósfera es una delicia, con un Hong Kong bullicioso y una ambientación diferente, atractiva y con mil detalles. Descubriremos el mundo de las Tríadas desde dentro y cómo tendremos que sobrevivir en un mundo tan duro como ese.

No es una revolución, pero sí un soplo de aire fresco. El que no se centre tanto en el uso de cincuenta armas, y más en el combate cuerpo a cuerpo es también un cambio para bien. Muy recomendable si os gustan los juegos así.