Análisis The Wonderful 101 (Wii U)

The Wonderful 101 es seguramente el juego que más esperaba este año, así que mis expectativas con él eran altas. Aun así tenía fe ciega en Platinum y la verdad es que no me han defraudado.

Como ya os hablé hace tiempo del juego y os expliqué cómo funcionaba, intentaré repetirme lo menos posible y dejar un texto apañadito.

El juego así a grosso modo trata sobre un grupo de super héroes que deben unirse para salvar al planeta de la invasión Geathjerk, derrotando enemigos al tiempo que protegen el mundo. Una historia más que típica pero con algún giro y sobre todo con mucho humor, parodias del género y clichés a gogó.

A pesar de ser una historia típica se van uniendo un par de argumentos paralelos que la complementan bastante bien, sobre todo al final. Vamos, que no es el clásico «voy a invadir la Tierra porque yo lo valgo». Además a todo se le intenta dar un aire a veces épico que queda muy, muy bien, porque no se toma en serio a sí mismo.

Y ojo a los Wonderfuls, cada uno de una parte del mundo. Me he encontrado al menos tres españoles (un torero de Madrid, un cocinero de Gerona y un Wonder Mocho de Logroño), que siempre hace más gracia verlos, pero los del resto del mundo no se quedan atrás en diseño ridículo (a propósito) y super exagerado.

Para muestra esta canción de los héroes que suena en estos momentos épicos del juego. Obviamente si entendéis la letra de la canción entenderéis el por qué no se toma en serio, ni lo pretende. Es divertido, y no sólo por el juego en sí. El argumento, los diálogos y las situaciones son geniales en su mayoría.

El punto más polémico del juego ha sido su control. La mayoría de análisis se han quejado de esto mismo, y la verdad es que no sé si no han jugado al juego más de media hora o son como aquel de IGN que no sabía dibujar una línea recta. He jugado un montón de horas (el juego es muy largo) y no sólo no me parece mal control, sino que me parece bueno, intuitivo y fácil de empezar a dominar. Obviamente las maravillas que hacen en algunos gameplays requiere más tiempo, pero es fácil empezar a repartir a diestro y siniestro.

El juego tiene momentos complicados incluso jugando en Normal, y tienes dos opciones: o repetirlo e intentar mejorar para poderlo superar o frustrarte y echarle la culpa al juego y a un mal diseño que no existe. De todos modos cuando mueres puedes resucitar en el mismo punto (con una penalización en la puntuación) para poder seguir aunque seas un manta.

El juego está diseñado para que aprendas los conceptos poco a poco. Al principio empiezas sólo con un par de poderes, y poco a poco vas reuniendo los demás, una vez te ha dado tiempo ya a hacerte a los anteriores y a sus dibujos. Dibujos que son bien fáciles de hacer incluso con el analógico derecho, todo sea dicho.

Creo que la muestra más clara de ver cómo se van afianzando los conceptos según vamos echando horas es ver cómo van mejorando los trofeos que nos dan al final de cada nivel según lo hayamos hecho. Yo mismo empecé con trofeos de plástico, pasé a bronce, plata y terminé casi siempre con oro y platino. Y no porque el juego se haga más fácil, todo lo contrario, el final es pelea tras pelea contra Geathjerks enormes, pero ya con experiencia encima es más sencillo.

No puedes pretender tener siempre medallas de Pure Platinum desde el principio, porque no lo vas a conseguir. Es un juego al que hay que dedicar horas, pero que si lo haces sabe recompensarte.

Como dice el dicho, en la variedad está el gusto, y aquí hay para dar y regalar. Cada nivel operación está dividida en tres niveles, con un jefe final normalmente en el último. Esta fase se suele aprovechar para meter mecánicas diferentes, como puede ser pilotar la nave, algunos QTE, atacar de diferente manera a los enemigos y más cosillas que no os puedo contar sin spoilear el juego.

No podían faltar los homenajes a otros juegos. Repite el de Space Harrier y hay uno clarísimo a Star Fox 64. Bueno, clarísimo no, es calcado, y eso es bueno porque SF64 es una maravilla. Y no sólo homenajes y guiños (hola, Viewtiful Joe) a juegos, también a series y al género en sí de super héroes.

El juego va pasando de una acción más pausada al principio, con descansos entre pelea y pelea a un frenesí al final con un jefe final cada paso, por así decirlo. Esto combinado con otras mecánicas hacen que el final sea frenético y un chorro de adrenalina.

Gráficamente a mí me ha parecido muy vistoso. Tiene muchos colores, un montón de elementos en pantalla y la dirección artística me ha encantando. El look plastificado y brillante que tienen los héroes les da un aire de figurita de acción bastante chulo. Y aunque siempre se ven tráilers del juego en la ciudad hay bastantes escenarios aparte. De hecho hay más de los que me esperaba, algo que siempre está bien.

Como no podía ser de otra manera, el juego va a 60fps aunque tiene alguna caída de vez en cuando, aunque por suerte no han afectado a mi partida. Sí que eran un poco molestas pero al ser puntuales tampoco creo que haya que darle más importancia.

El juego tiene una música bastante acorde a la temática y voces a elegir entre inglés (con la voz de Sonic en Wonder Blue) y japonés. Los textos y bocadillos de diálogo sí están en castellano.

The Wonderful 101 es de esos juegos que ya casi no quedan: difíciles, centrados en el gameplay y que requieren tiempo para disfrutarlos a tope. Se nota que Kamiya está detrás, porque la jugabilidad es una delicia. Habiéndolo jugado unas cuantas horas no entiendo los problemas con el control que han tenido otros más allá de los primeros minutos, porque en cuanto te acostumbras es fácil jugar e invocar los poderes.

Es un juego divertido, con mucho humor, diálogos y conversaciones estúpidas y que se toma con humor las historias de super héroes. Si a esto le sumamos que es largo, muy rejugable y que tiene multijugador para hasta cinco personas, para mí se convierte en un imprescindible.