Análisis Donkey Kong Country: Tropical Freeze (Wii U)

Aquí llega mi análisis de la nueva joya de Retro, Donkey Kong Country: Tropical Freeze. La gente lloraba cuando se enteró de que estaban con un nuevo Donkey Kong y no con Metroid pero, para variar, han demostrado que hagan lo que hagan, bien está. No hay razón para estar decepcionado.

Cuando analicé Returns lo ensalcé como el mejor plataformas de la generación. Sigo pensando que es el mejor, pero ahora hemos pasado a una nueva generación y el trono está vacío. O estaba, porque para mí se han vuelto a superar y el trono ya tiene nombre.

Para mí, Donkey Kong Country: Tropical Freeze es el mejor plataformas 2D en lo que llevamos de generación y el mejor que he jugado en años, y se me ocurren candidatos para poderlo superar. Ahora os digo por qué.

Si Returns fue una gran vuelta al pasado, en Tropical Freeze se ha dedicado a incluir todas las ideas que se les iban ocurriendo, aunque seguro que hay un buen montón que se quedaron fuera, a la espera de cerrar otra trilogía. La verdad, no me importaría nada que hicieran un tercer capítulo si ello significa otro juegazo a la altura de este.

En la variedad está el gusto, como dicen, y aquí hay para dar y tomar. Aunque no tiene demasiados mundos, es increíble que apenas se parezcan entre sí, pero todos tengan ese algo que los une. Estaba claro que iban a haber cosas como la isla inicial o el mundo de hielo, ambos clásicos, pero cosas como la sabana africana o la fábrica de zumos son unas sorpresas más que geniales.

No sólo lo pienso yo. Habiendo jugado con amigos lo primero que decían todos es «el diseño es una pasada». Y lo es. Además no sólo los escenarios, también los enemigos. Los vingüinos (pingüinos vikingos), morsas y demás fauna acuática vikinga son bastante mejores que los tikis del juego anterior, al menos para mí. Y sobre los jefes sólo tengo una cosa que decir: hay un mono ninja vikingo. Pensad en ello.

Y por supuesto el game changer es la inclusión de Cranky y Dixie, junto con Diddy que vuelve. Cada uno tiene un estilo de juego y habilidades diferentes y todos son necesarios si queremos conseguir todas las piezas de puzzle y las letras KONG. Al final yo terminé jugando con Dixie porque el pequeño vuelo que hace con el pelo es de lo más útil, aunque siempre llevé a Cranky en el corazón.

¿Y por qué me ha gustado tantísimo el juego? Pues por lo mismo que Returns, por su endiablada dificultad. Retro lo ha vuelto a hacer, ha hecho un plataformas orientado a los que somos más expertos en el género, y aun así vamos a morir mil veces.

El juego es difícil y aun teniendo dos corazones por personaje (cuatro si jugamos solos y llevamos los dos personajes) la imagen de Donkey subiendo en un globo rojo mientras baja el contador será una visión recurrente. Para según qué gente, sobre todo los menos diestros, puede llegar a ser frustrante, las cosa como son. Pero si buscáis un reto de verdad lo vais a disfrutar.

Y esta dificultad es lo que a mí me ha hecho seguir jugando e intentando, muchas veces en vano, ir superando los niveles. El control va ajustadísimo, así que no hay excusas. Simplemente hay que ponerse a ello y mentalizarse de que por muy bonito que sea el juego, no perdona ni una.

El otro gran punto a favor, junto con el plano artístico y la dificultad es la música, y de eso sólo hay una cosa que decir:

Como he dicho antes, Donkey Kong Country: Tropical Freeze es para mí el mejor plataformas 2D de los últimos años. Artísticamente es una pasada, musicalmente otra, es difícil y el multijugador es divertidísimo. Un engorro porque las muertes se multiplican y las vidas desaparecen, pero divertido.

Para cualquiera que tenga una Wii U es compra obligada, y para los que no bien podría justificar la consola. Veremos con qué nos deleita Retro la próxima vez, pero de momento hay que disfrutar de esta nueva maravilla.

Y para recuperar esta imagen tan cutre: