Análisis Persona Q: Shadow of the Labyrinth (Nintendo 3DS)

Uno más uno son siete. Quién me lo iba a decir.

Volvemos a la carga con otro RPG de Atlus. Parece que fue ayer cuando escribí mis primeras líneas en el blog, y también tenían que ver con un RPG de nuestra compañía favorita. Esta vez analizamos Persona Q: Shadow of the Labyrinth, precisamente uno de los más esperados y que más nos ha sorprendido con su llegada a Europa. Tras el salto, tendréis acceso a la Velvet Room.

¿Os gusta la palabra spinoff? Pues la vais a oír mucho. Persona Q es un spinoff de Persona 3, Persona 4 y Etrian Odyssey. Mezclado, no agitado. Persona, a su vez, es un spinoff de Shin Megami Tensei con una trama algo más apropiada para adolescentes. Los nombres que menciono en este párrafo puede que no le suenen a muchas personas, pero son ciertamente títulos que el seguidor del rol japonés debe tener muy en cuenta.

De Etrian Odyssey toma prestado principalmente todo el motor del juego (y que comentaremos más adelante, pero también podéis echar un vistazo a nuestros análisis de Etrian Odyssey IV y Etrian Odyssey Untold). Los universos de Persona 3 y Persona 4, por obra y magia de Jesucristo Superstar, se unen en un mundo extraño, confuso y de fantasía laberíntica en el instituto Yasogami High. ¿Por qué ha ocurrido esto? Nadie lo sabe. Pero es así como lo ha decidido la Velvet Room, y nuestros héroes deben ir en busca de respuestas. De la historia hay poco que comentar. Las bromas recurrentes y aventuras del pasado de los protagonistas regresan vívidamente; hay numerosas referencias a juegos anteriores que harán las delicias de los que ya hayan jugado a sus juegos. Los diálogos que gasta el juego suenan a cachondeo perpetuo, con dramas de chiste e igualmente impredecibles. En general, se respira mucho buen rollo entre las dos partes. Tengo la sensación de que este matrimonio era algo que le hacía falta a la franquicia.

La historia de Persona Q no es más que una excusa para hacer un juego con los dos universos juntos, pero cuaja bastante bien.

Cuando empezamos la partida nos dan a elegir tanto el héroe de la historia (el prota mudo de Persona 3 o el prota mudo de Persona 4) como la dificultad. De todas formas, llegados a un punto de la historia, ambos grupos se conocen y podrás combinarlos como quieras. Curiosamente, el héroe que no elijas hablará como si nada. Algo bastante peculiar, me atrevería a decir. La dificultad predeterminada (Normal) es justa para quien nunca ha tocado un juego de este tipo, pero si eres valiente, debes optar por Hard or Risky (este último, con la particularidad de que la partida acaba cuando muere el protagonista). Por favor, no cojas nada inferior a Normal, porque es un insulto a tu inteligencia.

Cuando los personajes terminan de decir sandeces sin sentido y te dan permiso para jugar, te encuentras con que es un juego de exploración de mazmorras en primera persona. Pero atención, mi pequeño padawan, que no te aterre la idea. Sé que hay numerosos casos de suicidios masivos debido a que los combates de un juego en particular no muestran a los héroes meneando el culete, pero dale una oportunidad. Lo esencial en este tipo de juegos es el combate, y puedo aseguraros que es constantemente estable, bien nivelado y siempre se mantiene interesante.

La exploración en primera persona puede aterrar a más de uno, pero resulta interesante darle una oportunidad.

Al igual que con Etrian Odyssey, mueves al personaje con el + Panel de control como si fuera por casillas, una a la vez, sin olvidar que eres responsable de mantener detallado un mapa en la pantalla táctil. En las opciones del juego se puede activar una opción para dibujar automáticamente el suelo y las paredes (algo verdaderamente útil y que ahorra tiempo), pero otros detalles como cofres del tesoro, atajos o puntos de extracción de materiales son cosa tuya. También puedes vender materiales que dejan caer los enemigos y de esta forma comprar un surtido de armas para tus personajes favoritos. En cada visita a la tienda siempre encontrarás nuevas armas para tus personajes favoritos. Es importante saber que hay muchísimos disponibles, por lo que no hace falta entrenarlos a todos, sino a un grupo variado que se adapte a tu estilo de juego.

El juego dispone de un amplio elenco de personajes, pero no hay que entrenarlos a todos.

Y por fin llegamos a mi parte favorita, que es el combate. Nos encontramos con una fusión del Press Turn, característico de SMT/Persona, con el estilo de juego de Etrian Odyssey. Press Turn no es más que un término, pero es un gran sistema que cambia el molde con el que se hace un juego de rol. En Persona 3/4, si realizas un crítico o atacas al punto débil del enemigo, te recompensan con un turno extra (en realidad es algo más complejo, pero así te puedes hacer una idea). En Persona Q se han ajustado a las reglas de Etrian Odyssey, y esta vez, en lugar de turnos extra, recompensan con consumo cero de habilidades especiales. Una idea brillante, me atrevería a decir. Además, tendremos a un personaje que nos guiará desde fuera del laberinto con habilidades especiales que el protagonista puede ejecutar en su turno.

A la hora de luchar, el juego coge lo mejor de cada casa y lo pone a manos del jugador.

Hay algo más que debo comentar: los FOEs, que no son más que jefes especiales que aparecen marcados en el mapa y que mueven ficha al mismo tiempo que tú. Es muy probable que creas que ya tienes nivel suficiente para derrotar a ese monstruito que tienes en tus narices, pero créeme, no lo vas a conseguir. Si la pelirroja te dice que evites, por el momento, cualquier tipo de confrontación con los FOE, hazle caso. No seas tan palurdo como el «experto en JRPG» de Kotaku.

En el apartado musical nos encontramos con melodías cañeras de estilos muy variados que encajan deliciosamente en el juego. Los compositores, debo añadir, han sabido unificar el estilo que caracteriza a Etrian Odyssey en un ambiente muy Personal. De hecho, estoy escuchando el tema de batalla mientras escribo estas líneas. Gráficamente es precioso. Se escapa de los estilos tradicionales y esta vez optan por un estilo super-deformed (o chibi) con modelos tridimensionales animados con esmero. Hasta los enemigos están en 3D, muy detallados y coloridos. Cada laberinto es de una temática muy diferente y te llevará horas explorarlos todos para conseguir los cofres que esconden.

Persona Q une en santo matrimonio a los fans de Persona y Etrian Odyssey.

En definitiva, Persona Q: Shadow of the Labyrinth es un título excelente que no puede faltar en la biblioteca del rolero. También resulta muy apropiado para quien tenga dudas sobre si le gustarán los juegos de rol. Y no podemos olvidar que este juego une en santo matrimonio a los fans de las dos franquicias. En definitiva, es de lo mejorcito que han parido en 2014 para Nintendo 3DS. Todo lo que podía hacer bien, lo clava de forma sobresaliente. Lo único criticable es que la historia es demasiado weeabo teenager-chan, que las voces en inglés se vuelven estridentes y que la dificultad es mucho más reducida comparándolo con sus hermanos mayores. Afortunadamente, todo se puede cambiar. Los diálogos se pueden saltar, las voces se pueden desactivar y la dificultad se puede elevar.

Si os han entrado ganas de jugar, podéis participar en el #ConcursoNavideñoPersonaQ que estamos organizando en el blog. Para participar, tan solo tenéis que hacer un dibujo y mandarlo a través de Twitter siguiendo las instrucciones. ¡Más información, aquí!