Análisis Captain Toad: Treasure Tracker (Wii U)

Tras iniciar sus aventuras en unos niveles extra en Super Mario 3D World el Toad aventurero se embaca ya por fin en su propio juego: Captain Toad: Treasure Tracker. Eso sí, compartiendo protagonismo con Toadette, otra que tal baila. Y así, sin querer la cosa, han protagonizado uno de los que van a ser mejores títulos del año.

Captain Toad: Treasure Tracker es una historia de secuestros, traición y peligro, en la que nuestro protagonista se sacrifica y pone en riesgo para poder salvar a su compañera de aventuras. Bueno, igual no es así del todo, pero casi. Hay un pollo gigante que secuestra a un personaje y el otro se dedica a resolver puzles hasta dar con su pareja. Pero, ay, amigos, qué puzles.

Si jugasteis a 3D World os podéis hacer una idea de qué os va a esperar en este Captain Toad, pero aun así consigue sorprender con algunos de sus niveles. Por regla general tenemos un escenario con forma de cubo, que podremos rotar para ver mejor y por el que tendremos que avanzar esquivando (o eliminando) enemigos, recogiendo monedas y diamantes y finalmente una estrella dorada.

Esto es lo básico, pero luego hay mucho más: desde niveles en los que correr sin parar a casas encantadas, niveles más largos y con más caminos, y por supuesto algún que otro jefe final. Pero lo mejor de todo es la capa de genialidad con la que está envuelto todo.

¿Podría ser Captain Toad uno de los juegos más bonitos de este año que acaba de empezar? Pues sí, y con buenas razones. El motor de 3D World ya hacía maravillas en el juego original y ahora lo que tenemos es esos mismos colores vivos y todos esos detalles, unidos ahora a todo lo que conlleva Toad. Se podría resumir en una palabra: mono. El juego es mono. Monísimo. Cuesta ver un nivel que pienses que es feo.

Tanto Toad como Toadette tienen un montón de animaciones para cualquier cosa, como cuando inflan los papos para aguantar la respiración bajo el agua o cuando tiritan en la nieve, y son estos pequeños detalles los que hacen grande al juego. Desde hace algún tiempo Mario ya se está moviendo por esta línea del «todo es alegre» y aquí lo llevan a un nuevo nivel.

Y por supuesto no iba a fallar la música, marca de la casa. Sigue claramente la línea general que ya marcó 3D World, incluso tomando y remezclando algunas de las melodías originales, pero alejándose un poco de todo ese jazz y metales que acompañaron a Mario. La música le viene como anillo al dedo, por qué negarlo.

La principal queja que he leído sobre el juego es que es bastante fácil, y no lo voy a negar. Terminarlo es bastante sencillo, aunque completarlo consiguiendo todo en cada nivel ya nos llevará más tiempo. Pero tampoco veo ningún problema en ello. Es un juego relajado y así es como habría que jugarlo, tranquilito y sin complicarse mucho la vida. De hecho me parece un juego perfecto para echarle un ratillo de vez en cuando.

Al final de lo que se trata es de dar vueltas al escenario moviendo los elementos de lugar para encontrar nuevas rutas y tesoros. Y sí, hay que usar el Gamepad porque al igual que ya pasaba antes, se siguen usando funciones propias de él, como la pantalla táctil para tocar y mover plataformas, el giroscopio o el micro (para soplar y mover aspas). Y por cierto, se juega bastante bien en Off-TV.

Habiendo salido (oficialmente) el 2 de enero, Captain Toad: Treasure Tracker ya se posiciona como uno de los juegos del año, y razones no le faltan. Tiene un gusto exquisito, tanto en el plano artístico como en el diseño de niveles, y es francamente divertido de jugar, y eso que es relajadísimo. Se nota que es un juego que tiene mimo encima, porque sabe transmitirlo a cada paso que das.