Análisis Uncharted: The Nathan Drake Collection (PS4)

No soy demasiado amigo de las remasterizaciones HD porque si tengo poco tiempo para jugar las novedades que van saliendo, menos tengo para jugar a juegos antiguos. Aun así de vez en cuando si cae alguna que me interese la juego aunque sólo sea por refrescar el juego. Y esta vez tocaba un tres en uno con la cuarta entrega a punto de caramelo: Uncharted: The Nathan Drake Collection.

Como ya sabéis esta recopilación viene con la trilogía Uncharted de PS3, ahora en PS4 también. Sin duda una de las nuevas sagas más importantes que dio la generación pasada (yo diría que es el estandarte de PS3, igual que la trilogía Gears lo fue de Xbox 360) y que vuelve a rellenar esos huecos en los lanzamientos first party que tiene Sony con su nueva consola, mientras ganan algo de dinerillo fácil.

Ya el año pasado llegó la versión mejorada de The Last of Us con un resultado muy bueno, resultado que se repite ahora. Son juegos de PS3, sí, pero lo saben disimular más que bien. Podría pasar perfectamente por un juego de PS4, así que imagino que su función como remasterización está más que cumplida.

De hecho si echáis un ojo al artículo que publicó Digital Fountry sobre el juego veréis que algunos cambios son bastante gordos y que fue un trabajo de chinos.

Pero bueno, yendo a los juegos en sí nos encontramos con tres shooters que definieron el rumbo que ha tomado Naughty Dog desde hace mucho tiempo. La segunda parte es sin duda la más querida por los fans y la mejor valorada. Sin rodeos es el mejor juego de los tres, aunque los otros dos también dejan el listón bastante alto.

Quizá hubiera estado bien que aparte de darle un lavado de cara hubieran metido mano al juego en sí y de esta forma hubieran arreglado algunos de los puntos bajos (o menos altos) que tienen las tres entregas, ya sea por salir cuando salieron o simplemente por ser decisiones de diseño que podrían haber sido mejores. Por decir algo, en el primer juego sobran la mitad de los tiroteos, aunque alguno se me tire al cuello por decirlo. Y aun así me lo ventilé en dos tardes, literalmente.

Son juegos para no romperte demasiado la cabeza y sentarte a disfrutar del espectaculo visual que tienes delante, porque aunque jugablemente Naughty Dog no sea mi estudio predilecto, hay que reconocer que saben cómo hacer que un juego luzca bien.

El paso a la nueva generación le ha hecho ganar al juego enteros en lo visual, porque es donde están la mayor parte de las mejoras y novedades. El aumento de la carga gráfica es notable sobre todo en la primera entrega, a la que sus ocho añazos le pasaban factura ya. Lo bueno es que algunas mejoras en este apartado, como los famosos 60 frames por segundo se traducen también en una mejora a nivel jugable, con lo que ganamos todos.

Aunque todo parece muy bonito tiene una contra para algunos muy grande, y es que se han cargado de un plumazo todo el multijugador de las últimas entregas. Pero para ser sincero no podría importarme menos. Para mí los Uncharted son juegos de una aventura para jugar solo, le multijugador, aparte de un añadido extra, me importa lo mismo que me importaba el de TLoU.

Quizá para alguien sí que sea un inconveniente, pero ya os digo que para mí no. A cambio esta trilogía tiene un modo de speed-run y dará acceso a la beta de Uncharted 4 en diciembre. No son sustitutos equivalentes, pero me todos me parecen igual de importantes. O sea, nada.

Aunque ni de lejos Uncharted: The Nathan Drake Collection puede hacer de sustituto para el Uncharted 4 que debería haber salido ahora, al menos sí es uno de los mejores remaster HD que hay. Hay que reconocer que tiene detrás un curro muy grande y Bluepoint han conseguido hacer justicia a una saga con un nombre tan importante.