Mi experiencia con los Razer Mamba, DeathStalker y Firefly

Desde hace cosa como de año y poco tengo un tengo un PC como para considerarme de la Master Race. Juego a todo a tope, como un señor, pero siempre había algo que me fallaba, y es que aunque mi ordenador fuera un pepino, tenía un teclado y ratón de mierda. Sinceramente nunca le había dado mucha importancia a ello.

Nunca hasta que los majetes de Razer me dejaron probar un ratón Razer Mamba Tournament Edition, un teclado Razer DeathStalker Chroma y una alfombrilla Razer Firefly. Y ahora ya no puedo volver atrás.

Como decía antes, siempre había tirado del teclado, ratón y alfombrilla más baratos que había, creo que os podéis hacer todos a la idea. Pero claro, tampoco tenía sentido dejarse el dinero en un PC de gama alta y andar racaneando en periféricos. Si juegas bien, juegas bien.

Así que la cosa ahora ha dado un vuelco. Ahora estoy escribiendo estas líneas con el equipo de Razer que antes comentaba, y hacía tiempo que no me sentía tan cómodo a la hora de escribir y jugar. Aparte que aunque poner las luces en modo discoteca sea un poco hortera, mola. Vamos, yo las tengo todo el día puestas.

Pero vamos a lo que importa, que es a hablar de los accesorios un poquillo más a fondo.

Para empezar vamos con el teclado, con el DeathStalker. Sólo con ver la foto ya veis que no es mecánico (ese es el Blackwidow), sino que es de membrana. Por su precio (119.99€) se podría pensar que deberían haber tirado a las teclas mecánicas, pero con lo que han decidido usar al final se ha conseguido un resultado muy cómodo, sobre todo por la poca altura de las teclas.

Estoy acostumbrado a escribir en el portátil (un MacBook Pro), así que las teclas finas las llevo a la orden del día. Y no me molestan en absoluto. Es más, me llegan a parecer bastante cómodas en muchas ocasiones, por el simple hecho de tener que mover menos los dedos, poder dejar la mano más reposada y porque es más fácil moverse por las teclas cuando apenas ocupan nada. Las letras están también bastante separadas (dentro de un límite normal), y se teclea bastante rápido y sin cansar nada la mano.

Para esto último, por cierto, tiene un reposamuñecas en la parte inferior, formando parte del bloque del teclado. Esto hace que sea bastante grande, pero a cambio ganamos un sitio donde apoyarnos a la hora de estar usándolo. Que quieras que no, se nota.

Como todo lo que saca Razer, el DeathStalker es compatible con Synapse, donde aparte de toquetear con los juegos de luces podemos grabar macros para luego usarlas cuando estemos jugando. También se puede activar un modo juego para bloquear algunas funciones como la tecla Windows, Alt+F4 o Alt+Tab, para que no haya sustos. También tiene anti-ghosting para hasta 10 teclas, más que suficiente.

Y precisamente aquí en el juego es donde más gracia le veo a un teclado así, aunque siempre hay un pero. Al ser un teclado slim el feedback que te van a dar es mucho menor, y si no estás acostumbrado puedes necesitar un tiempo para adaptarte. Pero por otra parte el recorrido de las teclas es muy pequeño y el tiempo de reacción de 1ms hacen que la respuesta sea mucho más rápida que lo que sería con uno mecánico.

Ahora lo que importa es qué necesitas, si más velocidad o más precisión. Aquí ya entra en juego los gustos de cada uno, pero ya os digo que yo, acostumbrado a teclados slim, he encontrado este teclado super cómodo. Escribo rápido y cómodo, y a la hora de jugar también me he sentido bastante bien. Quizá en algunos momentos sí echaba en falta un poco ese feedback que comentaba antes, pero depende de cada momento.

Vamos ahora con el Mamba y la alfombrilla Firefly, porque es precisamente el ratón lo que más me ha gustado del lote.

Mientras antes comentaba que el teclado te podía gustar más o menos por ser de membrana, aquí no creo que haya mucho espacio para la discusión. El ratón es cómodo, tiene una precisión absurdamente enorme (16.000 DPI) y los colorines molan un montón, para qué negarlo.

El ratón tiene un diseño casi simétrico (hay botones sólo en el lado izquierdo, amén de al mover la rueda central hacia los lados) que a mí personalmente me parece muy bonito, con un par de tiras de colores recorriéndolo de arriba a abajo. Es muy cómodo y está muy bien construido, aunque eso ya lo sabréis los que tengáis alguno. Aunque en medidas es prácticamente igual que el Deathadder, este Mamba me parece un poco más ergonómico, aunque eso dependerá también de gustos.

Ya entrando más en sus funciones, es tremendamente preciso y rápido. Pulsando los botones que hay en la parte superior podemos variar los DPI de forma rápida (yo lo uso casi siempre en 4500 DPI, aunque lo iba variando en según qué juegos), para dejarlo como más nos guste.

Esta versión Tournament Edition va por cable (el normal va sin él, pero yo prefiero con cable) y también es compatible con Synapse, tanto para cambiar las luces como para crear macros, igual que el teclado.

No creo que me equivocara mucho si dijera que es el mejor ratón que he probado nunca, porque ha sido un flechazo desde el primer momento. Aunque claro, ese amor y esa calidad se pagan (99.99€ PVP), pero si estás dispuesto a hacer el desembolso no creo que te vayas a arrepentir luego.

Y claro, a un buen ratón le tiene que acompañar una buena alfombrilla. En este caso, la Firefly, una alfombrilla rígida y que también es parte de la familia Chroma.

Hasta ahora siempre había usado alfombrillas blandas. De gaming, pero blandas. Ahora que pruebo una rígida, veo que esto es otro mundo. No es ya sólo que el ratón deslice bien o que no se mueva de la mesa, es que, otra vez, está pensada para ser lo más cómoda y óptima posible. Es una alfombrilla de muy alta gama, y eso tiene un precio (74.99€, aunque se puede pillar a mitad de precio si compras un ratón). Pero como todo, la calidad se paga.

También es compatible con Synapse, aunque aquí ya sólo para configurar las luces. Una cosa curiosa que se puede hacer es sincronizar todos los dispositivos, de forma que la luz vaya variando, pero en todos esté el mismo color siempre.

Como habréis podido intuir, estoy encantadísimo tanto con el ratón como con la alfombrilla y el teclado. Sobre todo con el ratón, que me ha parecido una pequeña maravilla en la que todas las partes encajan y aciertan, haciéndolo sumamente cómodo y preciso. La alfombrilla tiene todo lo que se puede pedir y el teclado es rápido y cómodo, aunque aquí ya entra en juego más el gusto por las teclas mecánicas o de membrana.

No voy a negar que todo de lo que he hablado hoy sea caro, porque en general cualquier cosa de gaming lo es. Pero también es mucho mejor de lo habitual, así que hay que ver que no pagamos por algo normal y corriente, sino por algo de calidad y gama alta. Cada uno luego decidirá si le compensa o no.

Pero dejando a un lado esta decisión, son tres de los mejores periféricos que puedes ponerle a tu ordenador hoy en día, cada uno en lo suyo. Es algo que hay que probar para darse cuenta de ello. Te pueden contar que son la bomba, pero hasta que no los tienes en la mano no terminas de ver lo que realmente te están ofreciendo. Y yo, ahora que los he tenido unos cuantos días, no sé si voy a poder volver atrás.