Análisis de Dead Rising 2: Case Zero (Xbox 360)

Ya no queda nada para el lanzamiento de Dead Rising 2 (24 de septiembre), pero para amenizar la espera, Capcom preparó Dead Rising 2: Case Zero, un prólogo de unas dos horas de duración en la que se nos presentaba a Chuck Greene, el protagonista del juego. Además servía para ver qué tal lo han hecho los chicos de Blue Castle, los desarrolladores de esta secuela, y las novedades que traerá el juego.

En líneas generales, el juego está bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta su precio: 400 MSPoints, 5€, algo insólito estos días en el Bazar. Hace de muy buena introducción, plantándonos en mitad de Still Creek, un pueblo devastado por los zombies y en el que tendremos que lograr escapar, al tiempo que conseguimos Zombrex para nuestra hija, la única medicina para el ataque zombie.

El pueblo, aun siendo pequeño, tiene de todo lo que podamos esperar en su «hermano mayor»: cine, bolera, casino, ferretería… De modo que no estaremos limitados a armas normales, sino que podremos hacer uso también de cosas como bolas de bolos o cartelones de promoción de películas. Algo que se ampliará, y mucho, en Dead Rising 2.

Y hablando de armas, en este juego se estrena la opción de poder crear armas combinando otras. Por ejemplo, juntando un bate de béisbol y una caja de clavos podremos conseguir un bate con pinchos, bastante más fuerte que su versión normal. Pero no solo esto, también remo-sierras, bombas de clavos, cockteles molotov… Es sin duda una buena manera de ampliar el amplio arsenal del que ya dispone el juego, y hay combinaciones realmente molonas.

Gráficamente, se ve parecido a la primera entrega, aunque quizás ahora muestra más zombies en pantalla, sin ningún tipo de ralentización ni caídas de frames (por ejemplo, en la gasolinera). Un gran punto a favor, ya que es el principal atractivo del juego, y con caídas de frames hubiera sido un fail en toda regla.

Aparte de andar liquidando zombies a diestro y siniestro, también tenemos la posibilidad de ayudar a supervivientes, llevándolos a nuestro refugio seguro. Pero no será tan fácil como antes, ya que muchos te pedirán algo antes de moverse contigo, como puede ser encontrar a un amigo o darles un objeto que te pidan. Una vez ya estén bajo tu mando, se moverán donde indiques, y parece que con un poco más de inteligencia que en la primera parte, aparte de que no tienes que estar todo el rato encima suyo para que no se les coman.

También tendremos que ir recogiendo objetos para avanzar en la historia, todo ello contrarreloj, como el juego entero. Tenemos doce horas del juego, unas dos horas reales para completar todos los objetivos que podamos. Y claro, dependiendo de si los cumplimos o no, tendremos acceso a algunas ventajas o no.

En definitiva es un buen juego, a un mejor aún precio. Pero su gran defecto es su escasa duración, dos horas que se pasarán volando, por cierto. Aunque siempre tenemos la opción de rejugarlo para descubrir cosas que nos habíamos dejado en la partida anterior o salvar a todos los supervivientes.

Si tenéis pensado comprar Dead Rising 2 es una buena compra, ya que nos sacia un poco las ganas de lo que viene después, aparte de que el dinero y la experiencia obtenida se pueden importar más tarde al juego «grande».