«Se acabó ser el gordito frente a la consola» (Presentación Casa Kinect)

Así comenzó la presentación a la que asistí ayer en Madrid en la Casa Kinect que Microsoft ha habilitado en la calle Alberto Aguilera, 1. Primero nos introdujeron brevemente a las 10 o 12 personas que allí estábamos las bondades del nuevo sistema de control de Microsoft. No fue nada demasiado técnico, sino más bien al contrario: «tiene estas cámaras y micrófonos que sirven para reconocer hasta nosecuántos huesos de tu cuerpo», o bien «mira, tú mismo, levanta la mano y observa cómo tu avatar, que es tu jugador virtual, levanta la mano a su vez».

La Casa Kinect está dividida en tres plantas. En la primera, a nivel de calle, se hace la presentación mencionada y al cabo de unos pocos minutos te dejan moverte libremente por las dos plantas inferiores. En la primera de estas dos plantas es donde está el meollo de la cuestión: dividida en varios ambientes, tienes animadores que te instruyen sobre el juego que cada uno tiene que presentar. El primero que probé fue Kinect Sports, presentado por un chico que no paraba de repetir que podíamos movernos libremente delante de la tele a pesar de que cada dos por tres saltaba un aviso en pantalla diciéndole al jugador que se moviera más a la derecha, que no se fuera tan atrás, etc. Jugué varias partidas a dobles con otros asistentes a juegos como el volleyball o carreras de 100 metros lisos. En el primero, nos dijeron que había tres movimientos básicos: recibir con las manos abajo, colocar el balón levantando los brazos y saltar para rematar el balón. Con la práctica descubrí que no hay diferencia entre los dos primeros: es igual si pones las manos abajo o las pones arriba, que el avatar toca el balón correctamente en ambos casos. Sin embargo saltar sí es más determinante. Tanto es así que debes hacerlo en previsión de que la máquina te vaya a lanzar el balón porque más de una vez te cuelan la pelota sin que la máquina muestre en pantalla el movimiento que deberías hacer para recibirla. Por lo demás, el reconocimiento del cuerpo es normal. Si levantas los dos brazos, el público aplaude a rabiar. Pero si tratas de chocar la mano con tu compañero de juegos, los avatares son incapaces de hacerlo (sus manos estaban bastante separadas). Después de tanto volleyball echamos una carrera de 100 m. lisos cuyo secreto para correr más rápido es levantar las rodillas más que tu contricante. Agotador pero divertido.

Había más juegos de deportes, pero como teníamos únicamente una hora, fui en busca de otros. El siguiente fue Kinect Adventures. Montados en una barca, nos dedicamos a bajar por los rápidos el animador del juego y yo. Lo que no me gustó de este, es que hay que estar demasiado pegados para que el juego no esté diciendo todo el rato que te coloques bien. Y cuando digo pegados, me refiero a que hay que estar realmente juntos, lo cual puede dar problemas en alguna partida si levantas la mano para coger un globo y le das un manotazo a tu compañero sin querer. El juego por lo demás es simple: saltar, moverse hacia los lados, coger monedas y se acabó. Simple y corto: un viaje en barca no duró más de unos pocos minutos. Después jugamos a otro minijuego consistente en golpear balones para romper cajas. Muy caótico, pues no sabes muy bien hacia dónde van los balones y la verdad, la mecánica del juego es aburrida: simplemente romper cajas en una especie de Arkanoid 3D venido a menos. El chico tuvo que resetear la consola porque según me dijo, no le habían enseñado a cambiar de juego con Kinect y tuvo que recurrir al pad, para arrancar Kinect Joy Ride. Aquí pude ver que eran consolas de desarrollo y es posible que algunos de los fallos que vi en determinados juegos se deban a esta circunstancia. Hablaré más tarde de ello. Como os he dicho, el chico puso Kinect Joy Ride y la verdad, lo encontré divertido. Aquí se nota la sensibilidad de Kinect: como gires demasiado las manos es fácil hacer que el coche derrape, te salgas de la pista, etc. El juego en sí es bastante agradecido y para todos los públicos: no te quedas pillado en ninguna parte del mapa pues todos los elementos decorativos (árboles, cajas, etc.) se destruyen a nuestro paso. Para meter el turbo tienes que echar el tronco hacia atrás para luego impulsarte hacia adelante y mientras estás en la carrera vas recogiendo objetos a modo de trampas de Mario Kart para reventarles la carrera a tus contrincantes: convertir su coche en hielo, etc. Según me comentó el chico, Kinect Adventures es el único juego que vendrá con Kinect ya sea suelto o con el pack Kinect + consola.

Terminada la carrera, me fui al especio de Your Shape: Fitness Evolved. Este es el juego que más personas aglutinó a su alrededor. Como podéis imaginar por el título, es un entrenador personal que guarda un registro de tu entrenamiento y que presenta una gran variedad de ejercicios para mejorar nuestro equilibrio, agilidad, etc. e incluso nos permite practicar Tai Chi, aunque según la misma chica que presentaba el juego eso no era Tai Chi si no otra modalidad similar. Este juego me pareció poco pulido, pues sin ser gráficamente exigente lo vi plagado de dientes de sierra por ejemplo. La sensibilidad de Kinect aquí te juega malas pasadas, pues seleccionar una opción es un poco complicado ya que primero debes sostener la mano frente a una opción y luego bajarla para confirmar. El caso es que hubo varias veces que por más que lo hice bien, el sistema no reconocía la opción y tenía que repetir el proceso. También ocurrió varias veces que al seleccionar el número de jugadores pisando una parte del suelo, éste se movía en pantalla y tenía que estar cambiando todo el rato el pie hasta que finalmente quiso quedarse quieto y me reconoció la opción. Lo probé en nivel fácil y en difícil, sin encontrar grandes diferencias entre ambos modos de dificultad pero sudando en ambos casos. También encontré los tiempos de carga de este juego horrorosamente largos. Hubo un momento en el que la pantalla se quedó en blanco por lo menos 30 segundos y pensé que había colgado. Pero no: terminó cargando el menú y la chica se explicó como pudo diciendo que esto pasa más al principio (¿?).

Después fuimos a probar el Kinectimals. Con éste tuve la sensación de hacer cosas que ya había hecho con otros. Hice un circuito de obstáculos siendo una pequeña pantera negra pero que al final era exactamente lo mismo que había hecho en Kinect Sports: correr subiendo mucho las rodillas, agacharme y saltar para que el animal fuera haciendo los movimientos oportunos. Lo encontré aburrido aunque supongo que es un juego ideal para niños. Claro que la sensibilidad de Kinect vuelve a jugar malas pasadas y creo que al menos con la configuración con que nos presentaron el juego, éste se vuelve muy difícil para niños. Lanzar un muñeco a la pantera para que vaya a buscarlo es complicado ya que si quieres dar a las dianas repartidas por el escenario, el juego te obliga a ser tremendamente certero, lo cual puede llegar a ser frustrante para los niños. Luego, jugar a devolver la pelota es simple: basta con levantar la mano y ponerla donde creas que el balón va a ir a parar. El problema es cuando sale la pelota de bonus y se juntan dos balones en pantalla: fui incapaz de darle a las dos a la vez (muy probablemente porque Kinect se liaba o porque el juego está poco depurado). Por último probamos la variante «mascota virtual» del juego: acariciar al bichejo para que ronronee o se tire por el suelo. Aquí sí me pareció realista y que el animal respondía exactamente a la posición de las manos. Lo dicho: un juego para niños que espero que se pueda configurar para que sea menos exigente con los movimientos que debe hacer el jugador en las carreras y demás minijuegos.

Por último, bajamos a la planta que nos quedaba en la que únicamente hay un juego y que fue, en mi opinión, el mejor y más completo de todos: Dance Central. La mecánica no es ningún misterio: todos hemos jugado o visto jugar al DDR o similares. Lo que le hace diferente de los demás juegos presentados ayer, es que gráficamente es el mejor y también es el que menos aspecto de minijuego tiene. Gráficamente lo vi al nivel de cualquier Guitar Hero / Rockband y esa es exactamente la idea del juego: dar clases de baile para después representarlas ante el gran público sumando más puntos cuanto más certero es tu movimiento. Me pareció logrado, divertido y como digo, el único que merecía ser llamado «juego» de verdad. Además presenta una curva de aprendizaje suave: te muestra los movimientos y si los haces mal, los repite a cámara lenta hasta que te entran en la cabeza. Cada canción tiene entre medias un tiempo de modo libre en el que puedes relajarte o seguir bailando a tu bola, sin que el juego puntúe nada de lo que haces. Realmente fue el mejor de todos los juegos presentados.

Con ese vimos el último de los juegos disponibles. Los chicos que animan los juegos hacen lo que pueden y realmente no tienen pinta de saber de los mismos mucho más que lo simple y directo para que lo pruebes. Ninguno supo contestarme cuál es el juego que más jugadores admitía a la vez. Lo máximo que conseguí fue un «creo que el Dance Central porque admite hasta 8 jugadores a la vez». Sinceramente me pareció demasiado cuando lo estuve jugando sólo y creo que más de 3 o 4 sería excesivo, pero bueno. Por lo demás, no supieron responder a nada relacionado con la resolución ni con el abaratamiento de costes en la fabricación del dispositivo que ha implicado una merma en sus características inicialmente previstas. Eso sí, uno de los chicos que dominaba el cotarro cogió por banda a uno de nosotros y nos dijo: – «Fijaos en él. Tiene sudor en la frente. Esto implica el fin de las partidas de 7 horas. Se acabó ser el gordito frente a la consola (bis). Se acabó jugar con las manos únicamente porque ahora necesitas el cuerpo entero. Es una nueva experiencia y algo que cambiará la forma en la que estamos acostumbrados a jugar». Le faltó añadir algo a lo Capitán Kirk en plan «Kinect nos llevará donde ningún hombre ha estado antes», con la excepción de que todo lo que vi, ya lo he visto (con peores gráficos, eso sí) en Nintendo Wii.

Además de los errores de reconocimiento que he ido mencionando (que perfectamente pueden deberse a que son equipos de desarrollo), me fui con la sensación de que todo iba a resultar tremendamente caro. No ya Kinect en sí, sino los juegos también. Salvo Dance Central y si me apuráis, Your Shape, los demás eran estrictamente minijuegos. Y todos y cada uno de ellos se venden por separado a excepción del ya mencionado Kinect Adventures que viene con Kinect. Si me dices que esta primera hornada de minijuegos vienen juntos en un mismo pack, todavía. Pero cobrar por separado estas cosas, cuando encima si tienes una Wii ya habrás jugado a juegos parecidos, me pareció excesivo. Además, no sé hasta qué punto Microsoft tiene intención de llegar a un público diferente del casual al que están orientados estos primeros juegos. Nos dijeron que pronto veríamos un Halo controlado con Kinect, etc. pero eso será si realmente triunfa este aparato.

Para terminar, nos regalaron una chocolatina para recuperar fuerzas (¡se suda un rato con todos los juegos!) y nos dijeron que salía a la venta a primeros de noviembre. Les faltó añadir un «for your interest».