Los juegos no son como los de antes

Últimamente estoy un poco mosqueado con el tema de los juegos. No es simplemente por el tema de que los juegos se saquen rápido y mal, no es porque algunos tengan un online desastroso,  no es porque se hayan inventado los DLCs frente a las expansiones, no es porque haya compañías que saquen un mismo juego en diferentes versiones clavándonos el precio original… ¿O sí?

Soy un gamer el cual comenzó a jugar en el 99, no conozco la anterior generación de videojuegos debido a mi edad, pero tampoco me preocupa. Juegos como Rayman, Command & Conquer Tiberium Dawn, Medal of Honor: Allied Asault, Screamer 2, Need For Speed 3: Hot Pursuit, Tzar, Red Alert 2, StarCraft… han hecho de mi una persona muy interesada en los videojuegos. Las horas que me he pasado jugando a estos juegos no se pueden contar, muchísimo tiempo y muchísimas partidas dedicadas a estos grandiosos juegos. Seguro que me olvido alguno, pero estos son los que más recuerdo.

En aquella edad no tenía mucha idea de lo que era internet. Lo único que sabía era que cuando mi padre lo enchufaba el teléfono hacía ruidos rarísimos («Tiiiiiiii ti tun ti tun»). Y por supuesto, los juegos los jugaba SIEMPRE en un jugador. Los he jugado tanto y me marcaron tanto que de vez en cuando suelo instalarlos de nuevo para echar unas partidas. Son juegos jugables, rejugables y requeterejugables, pero no para un gamer de hoy en día.

Hoy a un juego no le pueden faltar una serie de cosas porque sino, no se considera juego. Los gráficos, el multijugador, los logros y trofeos, los parches y como no, los DLC (ojo, no es lo mismo que expansiones). Maldigo al que se le ocurrió la estúpida idea de hacer estras tres últimas cosas.

¿Por donde empezar? Empecemos por algo que día a día nos quema y muchísimo además: el multijugador. Antes los juegos eran todo campaña y con suerte alguno tenía ése extraño añadido llamado multijugador (LAN / Internet). Como ya he dicho, siempre he rejugado los juegos. Nada de «pasárselo una segunda vez», sino pasárselo mil trescientas cuarenta y ocho veces porque me encantaba la campaña o porque quería batir un récord en un circuito que se me resistía. Los logros han hecho que las campañas se vuelvan del estilo «jugar una vez y punto», dando la sensación de que cuando te la has pasado ya la has completado 100%.

Vamos ahora con los odiosos parches. Bueno, antes los bugs casi ni existían. Síííííí… Siempre ha habido bugs y glitches en los juegos, pero o bien eran muy rebuscados o al menos estaban tan disimulados que ni se notaban. Además las compañías solo tenían una sola oportunidad: la de antes de la salida del juego. Coger betatesters y hacerles jugar para arreglar las cosas antes de que se publicara el juego, porque después ya no había vuelta atrás. Pero ahora no, ahora parece que las compañías compiten para ver quién saca el bug más exagerado. Total, como todo quisqui tiene internet y se le puede actualizar el juego… ¿Para qué preocuparnos de probar minuciosamente el juego antes de sacarlo? Como no me cansaré de citar, KKnot dijo que somos los usuarios finales los que nos convertimos en los betatesters y eso da bastante rabia. Después de gastarte 60€ en un juego, el cual lo estabas esperando con todas tus ansias… tienes que esperar a que saquen un maldito parche para poder jugar. Y eso al final, te hincha las bolas.

Pero bueno, no nos quedemos aquí. Sigamos con los logros y los trofeos. Huelga decir que no existían estas mariquiterías en los juegos anteriores. Pero esto es una revolución, es una manera de aprovechar los juegos, es la razón por la que exprimimos el juego… y una mierda. Los logros se han hecho para que la gente caiga en lo de «quién la tiene más grande» y así fomentar la compra de los videojuegos para superarle la puntuación al compañero. Que parece una tontería, pero si os paráis a pensarlo un momento tiene su lógica.

Hay gente que cree que no exprimiría tanto el juego si no hubiera logros. Es algo bastante denso de explicar pero muy fácil de entender: Al final lo que los logros hacen, como ya he comentado, es que queramos comprarnos un juego para sacarle aunque sea unos puntitos. Y el que diga que no, lo siento, pero miente. Los logros son la peste de los videojuegos, y esto se demuestra cuando se deja un juego simplemente porque tenemos ya todos los logros y/o no podemos conseguir ése asqueroso logro que algún programador puesto ahí para reirse de nosotros.

Casi se me olvidan los Downloadable contents (DLC), otro de los cánceres de los videojuegos. Podéis leer un artículo interesante sobre ellos en Aporreando mi teclado. Hace unos añitos se sacaban expansiones en un CD-Rom que venía petado de nuevo contenido para el juego. Generalmente las expansiones eran para los juegos de estrategia, shooters… añadiendo sobre todo más campaña, más horas y más diversión. Ahora se sacan DLCs que apenas duran una hora o simplemente, añaden cuatro mapas para jugar Online. El 80% de los contenidos descargables son basura que no valen ni para limpiarse el culo con ellos, porcierto, ya que mencionamos el culo también hay que mencionar que suelen traer sus raciones de bugs. Y como ya podréis estar deduciéndolo, las expansiones de antes estaban tan curradas como los propios juegos. Esque la verdad, no sé ni cómo puedo estar comparando una expansión con un DLC. Que San Witch me proteja…

Relacionado con lo que acabamos de comentar está la durabilidad. Un juego actual se resume en lo siguiente:

[audio:http://www.topofarmer.com/wp-content/uploads/2010/12/pedoactual.mp3|titles=Pedo actual]

En cambio un juego «antigüo» duraría, como mínimo, esto:

[audio:http://www.topofarmer.com/wp-content/uploads/2010/12/pedoantiguo.mp3|titles=Pedo antiguo]

Al menos si el juego era una mierda (viene que ni pintada esta expresión) te duraba un buen rato. Ahora tienes suerte si un juego te dura 5 horas… Y aunque esté equivocado y los juegos actuales duren más, da la sensación de que le faltan horas al juego.

Con el tema de la durabilidad, viene ligado el de internet. Internet ha hecho que los juegos pasen de ser campañeros a online-ros, llegando a veces a tal punto que las compañías «se olvidan» de la campaña y se dedican a hacer un multijugador. Las primeras veces que pasó esto se aceptó y vendieron mucho porque era una novedad, pero hoy cansa ver un juego con una historia que tiene el mismo hilo que otros 30 juegos del mercado. Está claro que internet ha servido para que los juegos duren más, y lo ha conseguido. Pero lo ha conseguido demasiado, ha hecho que a veces se jueguen los juegos por su online y no por su campaña, uno de los pilares más importantes en un videojuego. La campaña se hace tan corta que te deja frío, con ganas de más. Ahí se vuelve otra vez al tema de los DLCs y se forma lo que se denomina un bucle.

En todo caso, vamos a ir cerrando el chiringuito. No critico los juegos de hoy en día sino todo en general. Hay muchos juegos que me han gustado y sin duda alguna los recomendaría, pero los juegos que me han marcado de verdad y que nunca olvidaré son los que jugué cuando era pequeñito. Y no digo que no me gusten los juegos actuales (que me encantan), sino que no me importaría que volvieran a hacerlos como los hacían antes.