Análisis SSX (Xbox 360)

He de admitir que hacía mucho que no veía un juego de snowboard que me llamara la atención. Casi desde el 1080º Avalanche de GameCube. Y este SSX en un principio no parecía nada del otro mundo, pero tras probar la demo me quedé con ganas de más. ¿Queréis saber qué sensaciones me ha dado el juego? Pues adelante.

Lo primero que me sorprendió en los trailers de SSX era lo exagerado que se veía en comparación con juegos como el mencionado 1080º o Supreme Snowboarding, que si bien no eran simuladores (no os engañéis, los simuladores no existen) eran más comedidos. Aquí no. Por lo visto los de EA se han dado cuenta que la gente quiere fliparse, volar mil metros, hacer 200 trucos en un salto, ir a toda velocidad con tablas propulsadas por cohetes y grindar barandas infinitas. Esa es la gracia del juego realmente, hacer cosas imposibles. También hay objetos que ayudan a que las carreras sean aun más locas, como unas gafas de visión «especial» que nos marcará el relieve de los escenarios como si estuviéramos en el mundo de Tron, para las ocasiones en las que hay tanta niebla que sería casi imposible avanzar; el famoso y divertidísimo traje con alas, que nos permitirá volar durante unos segundos para no partirnos el cuello con las rocas del escenario o simplemente por el placer de planear sobre la nieve, y objetos más o menos útiles como unos piolets que serán supuestamente imprescindibles en las fases de montañas heladas para no resbalarnos por el hielo; una linterna de cabeza para no descender a ciegas en las zonas de cuevas como el Kilimanjaro, aunque realmente es precioso ver eso iluminado por la lava; bombonas de oxígeno que incordian más que ayudan, porque tendremos que estar esquiando y usándolas al mismo tiempo; trajes que dan calor para los picos más altos y con temperatura más baja como la Antártida o una simple pero imprescindible armadura.

Además de estos objetos que ya de por sí dan variedad a los descensos, entre estos podremos elegir varios tipos: la clásica carrera, en la que gana el primero en llegar a la meta; las carreras de trucos, en los que el ganador no es necesariamente el primero en llegar, sino el que ha conseguido más puntos haciendo monerías con la tabla; las de supervivencia, en las que deberemos apañárnoslas para volar, no quemarnos, no partirnos los huesos, no ahogarnos o no estamparnos por los escenarios o los curiosos descensos de avalancha, en los que tendremos dos enemigos muy importantes contra los que competir: el alud de nieve que nos quiere violar y la cámara, que en esta ocasión no estará detrás del personaje, sino que veremos cómo sucede todo desde el helicóptero. En total son 9 los escenarios disponibles (Patagonia, Kilimanjaro, Nueva Zelanda, etc. etc.) con varios picos y unos cuantos recorridos en cada uno. Creo que hay unas 65 pistas en total si no me equivoco, aunque hay que tener en cuenta que en ocasiones habrá descensos que compartirán recorrido aunque empiecen de distintos sitios. La recreación de los escenarios es verdaderamente espectacular, con un nivel de detalle muy alto y sobre todo una sensación de velocidad constante y (al menos en mi caso) cero ralentizaciones. Lo que evidencia el hecho de que SSX es un arcade hecho para disfrutar son todas las marcas lumínicas bajo la nieve que hay por los recorridos, que nos marcarán rampas por las que saltar, lugares en los que la supervivencia peligra o el terreno cambia abruptamente. Además, al entrar en modo Tricky (TWICKY TWICKY TWICKYYYYYY) veremos claramente cómo todo se ilumina y los colores se saturan más, haciéndolo todo aun más vistoso.

En una carrera online de recorrer la máxima distancia posible con niebla (casi sin visión), iba todo el rato así. 1 Km. por hora.

Un tema que me deja un regustillo regulero es el control. Al jugar a la demo me dejaba elegir entre control con botones clásicos como toda la vida o hacer los trucos con el stick derecho, al estilo de Skate 3, que se controla muy muy bien así. En este caso no se ha logrado conseguir, o al menos a mí me cuesta más que en el juego de los monopatines. La idea en sí es muy buena e intuitiva. Moviendo el stick a la derecha y luego a la izquierda haremos que la mano derecha agarre el lado izquierdo de la tabla. La primera fracción del movimiento decide qué mano se usa, y la segunda dónde. En los tutoriales todo está muy claro, pero luego a la hora de la verdad cuesta bastante hacer trucos. Sobre todo en el séptimo pico, donde tuve que repetir la carrera doscientas veces para al final ganar porque me agarré al helicóptero. Algo que me ha gustado mucho es la cámara para repetir la jugada, de manera que si nos caemos en medio de un truco importante podremos rebobinar para intentar hacerlo bien, aunque perderemos puntos y los demás jugadores seguirán como si nada. El tiempo que se retrocede solo nos afecta a nosotros, con lo que hay que ir con cuidado.

Si nos pasamos el juego desbloquearemos a este crack.

Del online hay poco que comentar aunque me ha sorprendido porque engancha. Son simplemente carreras para batir los récords de otros jugadores y ganar créditos para comprar mejoras para nuestro rider, pero son muy divertidas. Las carreras están creadas por otros jugadores, que deciden cuánto tiempo durará ese reto, cuántos créditos cuesta unirse, cuántos se ganan, si hay algún tipo de handicap como no usar tablas y modificadores de más de cierto nivel y cosas por el estilo. A los que les gusten los logros se lo van a pasar bien con esto, porque además el juego tiene una especie de logros internos, además de los naturales de la propia consola.

Y para el final dejo lo que menos me ha gustado con diferencia, y que a muchos no les importará, pero a mí me ha decepcionado. La banda sonora. Decir que es una puta mierda es ser muy benévolo. Al menos si tienes un mínimo de buen gusto y te gusta la música de calidad, porque salvo dos temas (este y este) el resto son bazofia de lo más grande, y es que no se salvan ni DJ Shadow ni Digitalism de la quema cuando todo el tracklist está plagado de cagarros en forma de dubstep, el cáncer «musical» más grande que ha sufrido la industria desde los Beatles. Sinceramente, hubiera preferido que me taladraran los oídos con Lady Gaga antes que escuchar a Skrillex y demás genios del tuntuntun wowowowowoooooo tum tunssssss. Afortunadamente para mí tengo un iPod con 80Gb de música que pega más en un juego de estas características, como Misfits, Henry Rollins, Motörhead, Metallica o hasta Luixi Toledo. A parte de eso, pocas pegas le pongo al juego. Me he llevado una agradable sorpresa, porque aun siendo muy diferente a otros de su género consigue lo que pretende: divertir.