Primeras impresiones con Wii U

Este pasado viernes pude ir a Madrid a probar un poco Wii U, tras su re-estreno en el E3. Pudimos probar básicamente lo mismo que se vio en la feria, así que era una buena ocasión para hacernos a la idea de cómo es el Wii U Gamepad y cómo pretende revolucionar el mercado.

Empezamos como siempre, con una pequeña charla acerca de las novedades de la consola, las posibilidades que tiene y demás. Nada que no supiéramos ya.

Aun así me impresionó bastante Panorama View, que usaron para mostrar de lo que es capaz el mando. No es más que una demo técnica en la que tenemos una escena en la TV y moviendo el mando tenemos otra perspectiva del entorno. El funcionamiento era perfecto, me sorprendió mucho.

De la consola lo que más llama la atención, y actualmente el centro de todas las miradas, es sin duda el mando. No es ni muy ligero ni pesa mucho, y la verdad es que es muy cómodo, al menos en sesiones cortas (no tuve tiempo de probarlo durante horas sin parar). La pantalla respondía bien y lo que más raro se me hicieron fueron los botones.

Si jugamos a un FPS en el que estamos todo el rato con los dedos en los analógicos (usando gatillos para disparar) es muy cómodo, pero cuando había que pulsar uno de los cuatro botones frontales dudaba al hacerlo. Supongo que será por la costumbre de tener siempre los botones arriba y no abajo y todo será cuestión de acostumbrarse.

Pero en líneas generales el mando me pareció bastante cómodo. Ahora falta saber si los desarrolladores sabrán aprovechar sus virtudes y no dejarlo en un quiero y no puedo.

Empecé, cómo no, con New Super Mario Bros U. Me gustó lo que vi en vídeos durante el E3, me gustó lo que jugué y es una de las principales razones por las que quiero la consola. Es obvio que no es una revolución ni algo extremadamente novedoso, pero los Mario en 2D me pirran y este no iba a ser menos. Además en lo poco que jugué me pareció igual de divertido que siempre, así que será un fijo para mi.

Jugando con Wiimote es igual que NSMBWii, y el uso del Gamepad (el nombre del tablet) es algo más anecdótico que otra cosa. Tendremos en la mano la misma imagen que en la televisión, y pulsando en la pantalla podremos crear bloques para ayudar (o lo contrario) a los amigos que estén jugando con nosotros. Algunos sitios son imposibles de alcanzar sin esta ayuda.

Se podía jugar cinco personas, cuatro con Wiimote y otro con el tablet, y para jugar solos podíamos elegir con qué mando queríamos. Me quedé con la duda de saber si jugando sólo con el Wii U Gamepad se puede tanto controlar el personaje como crear bloques.

Lo siguiente que probé a fondo fue Nintendoland, esa compilación de minijuegos que ha generado tanto odio y que creo que intentarán convertir en el nuevo Wii Sports. Antes de nada, hay que tener en cuenta el juego que es. Son minijuegos, y son divertidos, así que no esperéis ninguna maravilla para jugar solos.

Primero jugué al minijuego ambientado en Luigi’s Mansion. Cada uno de los cuatro jugadores con Wiimote daban vueltas a la casa usando la linterna para intentar descubrir al fantasma (que es invisible la mayoría del tiempo). Mientas, el quinto jugador con Wii U Gamepad controlaba al fantasma y él sí que lo podía ver, pero a través de la pantalla del mando. Así, tenía una ventaja sobre los demás (juego asimétrico) que debía aprovechar para atacar a los demás sin que le pillen.

El otro era uno de recoger caramelos entre cuatro, mientras un quinto controla a dos guardas que deben impedirlo, cada uno con un analógico. Cuantos más caramelos tengamos, más pesamos y menos corremos, así que siempre podremos soltarlos para aligerar el paso. La ventaja del que tiene la tablet es que puede ver mejor el escenario gracias a una imagen sólo para él, pero el controlar a los dos guardas a la vez nivela un poco todo.

Eran los dos únicos minijuegos disponibles, pero en el juego final habrá muchos más. Y lo digo ya, el juego me pareció perfecto para demostrar de lo que es capaz la consola y el cómo se puede revolucionar el multijugador local. El juego asimétrico ahora mismo es algo nuevo y si se aprovecha bien pueden salir cosas muy grandes de ahí.

Y por último voy con uno de los que más esperaba, ZombiU. Sorprendió a muchos en el E3 por lo que planteaba y porque parecía que era de lo poco que sabía aprovechar bien el nuevo mando. Y me gustó mucho.

Es cierto que técnicamente no es ninguna maravilla, al menos en este estado de desarrollo. Esto no quiere decir que sea malo, pero no es algo que nos va a dejar con la boca abierta. Pero la gracia del juego no reside en los gráficos, sino en ser un survival horror y lo que hace para conseguirlo.

En la demo nos encontrábamos en una guardería y teníamos que ir a buscar unos medicamentos a la enfermería, y en el camino por supuesto nos íbamos a encontrar de todo. La mayor parte del tiempo tenemos un mapa entre las manos, al que se van añadiendo las nuevas salas a las que entramos. También sirve como radar para los enemigos que estén haciendo ruido. Esto es el ejemplo más simple del uso del Gamepad, pero hay más.

En algunos sitios teníamos que levantar el mando para usarlo como escáner, para reventar las cerraduras de las puertas con ganzúas, para librarnos de los zombies que se nos agarran… Porque en el juego no había regeneración de vida, sólo botiquines.

Y si nos matan, nos morimos para siempre, empezamos a jugar con otro superviviente diferente, encontrándonos a nuestro anterior personaje convertido en zombie, allá donde muriéramos. Para darle continuidad a todo, el nuevo zombie seguirá llevando nuestros objetos, así que tendremos que matarlo para recuperarlos.

El juego no paraba en ningún momento, lo que me parecía perfecto para añadirle más tensión a todo. Está claro que las condiciones no eran las idóneas para jugar (una sala llena de gente y muy iluminada), pero jugando solo y a oscuras, y tener que andar toqueteando la mochila en el juego mientras apartamos la mirada de la pantalla, pero siguen llegando enemigos, tiene que ser muy gratificante.

Tenía grandes expectativas del juego a juzgar por lo que vi durante el E3, y al menos para mí las ha cumplido. El apartado técnico cumplía, sin excesos, pero lo que me terminó de enganchar fue la ambientación, y poder jugar a un survival horror, que no abundan últimamente.

Entre los demás juegos que había teníamos cosas como Pikmin 3, Project P-100, Batman Arkham City o Game & Wario, que, o no los probé, o no lo suficiente como para hacerme una idea clara de ellos.

En general quedé bastante satisfecho con la consola. No es una revolución técnica ni vamos a ver un salto generacional tremendo si lo comparamos con PS3 o Xbox 360 (sí con Wii), pero sinceramente no puedo esperar a ver cómo lleva Nintendo esta nueva era HD en la que se embarca. Pero también es verdad que aunque los juegos presentados por la compañía vayan a vender todos un montón de millones, sí vendría bien algún otro título que aunque venda menos con el gran público, sí le meta el hype en el cuerpo a los jugones que siempre han tenido sus consolas.

Y hasta aquí mis primeras impresiones con lo poco que pude probar la consola. De todos modos, aprovechad los comentarios para preguntar cualquier duda que tengáis e intentaré resolverla lo mejor que pueda.