Análisis Shinobi (Nintendo 3DS)

Hace un par de días por fin me compré Shinobi para Nintendo 3DS, ya que en su día fui un enamorado de la tercera entrega para Megadrive, un juego que llevaba mucho tiempo deseando y con el que tenía algunas sensaciones contradictorias acerca de él. Lo curioso es que tras pasarme el juego aun no sé si esas dudas se han despejado o todavía siguen ahí. De todas formas, aquí os dejo con mi análisis para que os hagáis una idea de lo que me ha parecido.

Shinobi es un juego de claroscuros por así decirlo, que tiene tantos puntos buenos como malos. Si tuviera que destacar los peores serían sus gráficos y su historia. Lo primero me da la impresión de que se debe a que tiene toda la pinta de ser un juego de NDS que finalmente se trasladó a 3DS, porque los modelados y el detalle de los personajes es escaso, por no mencionar algunas texturas y efectos como agua o fuego en los que se pueden apreciar píxeles como puños. Tampoco es que influya en nada, pero no estaría de más que le hubieran dado un aspecto más cuidado y digno de la consola, o al menos que los personajes se vieran más grandes, porque en la pantalla de inicio se ve a Joe Musashi cerca y está más detallado. El otro punto es la historia, que está tan mal contada que cuesta entenderla. Mediante unas escenas de animación que parecen hechas con Flipnote nos cuentan cómo pasa no sé qué movidas de una explosión en el dojo de su maestro, entonces pasan unas cosas y algo más. Total, que termina en el futuro y pasan cosas muy chanantes. La verdad, me interesa poco la historia, porque en un juego como este no tiene absolutamente ningún peso, pero si al menos hubieran hecho que se entendiera mejor, pues genial.

¿Y es todo malo en Shinobi? Para nada. He empezado hablando de los que para mí son sus únicos dos puntos oscuros, que para mucha gente pueden no tener ningún peso en comparación con los buenos. El primero es que, aunque gráficamente es muy justito, sus diseños tanto de niveles como de personajes son tan cutres como geniales. No esperéis ver nada sofisticado y zen, sino aberraciones tan divertidas como tiburones gigantes mecánicos, ninjas con jetpacks, luchas en cazas del ejército, persecuciones de tanques sobre 4×4 que explotan, cyborgs asesinos y unas cuantas cosas más que prefiero no destripar. Todo el juego desprende un aire tan ochentero/noventero que me hace sentir como cuando tenía 8 años y veía las pelis más cutres del mundo con los amigos. ¡Pero y lo divertido que era! Además, la música midi que acompaña los niveles no hace sino transportarnos aun más a esa época de locura cinematográfica. Algunos se llevarán las manos a la cabeza con estas situaciones, pero a mí me encanta y lo veo como una virtud total.

Pero el que es sin duda el punto fuerte del juego es su control. Manejar a Jiro es muy sencillo e intuitivo, haciendo que podamos dar un doble salto, lanzar un puñado de kunais en el aire, bajar de una patada voladora a la cabeza de nuestro rival, bloquear su ataque, darle un espadazo y de un golpe potente lanzarlo al vacío. Parecen muchas cosas, pero situaciones como estas son de lo más normal en Shinobi. A todo esto hay que sumarle las magias: fuego, tierra, trueno y agua. La primera de estas causará un estallido de llamas que matará a todos los enemigos en pantalla y durante un tiempo limitado los kunais romperán escudos y defensas, además de aumentar la fuerza de nuestro ninja. El de tierra es el más potente pero a la vez peligroso, ya que juega en nuestra contra. Consumirá casi toda la vida de Jiro, pero a cambio le hará invencible y más veloz que nunca, atacando a los enemigos cercanos de manera semi-automática y recargando los kunais a toda velocidad. El truco está en usarlo cuando estamos moribundos, para así no desperdiciar toda la vida. El de truenos ya lo conoceréis seguramente. Es el que evita que nos dañen los enemigos o los pinchos, creando un escudo de rayos alrededor, pero solo durante tres golpes. Y el último, el de agua, que aunque es el menos espectacular es muy útil ya que proporciona más agilidad a la hora de saltar y correr. Ah, y por si todo esto fuera poco, hay fases a caballo, haciendo surf, montados sobre un coche y un avión como he dicho anteriormente, niveles de bonus en primera persona en las que lanzar estrellas a los enemigos que se acercan (¿os suena?) para dar variedad.

Por cierto, lo que me vino a la cabeza mientras probaba los controles de Shinobi es que son muy muy parecidos a los de Smash Bros. Dobles saltos, R para bloquear ataques, la manera de subir y bajar de las plataformas, ataques que varían si pulsamos arriba o abajo en el stick, carga de los golpes…. Si hacen que el control de la versión de 3DS sea parecida a este, puede ser muy bueno.

Y para el final dejo lo que para unos es una virtud y para otros un defecto: su dificultad. Shinobi es muy muy MUY jodido. Incluso jugarlo en modo fácil, con vidas infinitas, es todo un reto que pondrá a prueba nuestra paciencia. Yo aun tengo que empezar una partida en normal, pero me da que moriré miles de veces. Personalmente creo que esto es bueno, porque alarga mucho su vida y lo hace muy rejugable. Sumadle además las galerías de diseños y música, la historia de la saga y la posibilidad de volver a jugar las fases con extras como armas o habilidades nuevas.

En fin, que Shinobi para Nintendo 3DS es un juego que resume muy bien el ambiente de los ochenta y noventa de una manera que resulta simpática, con una jugabilidad maravillosa y una dificultad solo apta para masoquistas. Si lo veis a buen precio en alguna tienda no dudéis en comprarlo.