Análisis Dead or Alive 5 (Xbox 360)

Dead or Alive 5 lleva unas semanas en la calle y creo que ya va siendo hora de echarle un vistazo. Lo esperaba con bastantes ganas, pero por cosas ajenas a él, no he podido jugar todo lo que he querido (ni a este ni a nada). Pero he sacado tiempo de donde no lo había y os traigo un nuevo análisis.

Tras los sucesos de Dead or Alive 4, es momento de poner todo en su orden y de montar un nuevo torneo de Dead or Alive. Como de costumbre, el modo Historia se encarga de contarnos lo que pasa en esta nueva trama y sirve además de tutorial.

Para los menos iniciados o los que lo teníamos un poco olvidado es perfecto para refrescar los movimientos más especiales (contras y demás) como para aprender y hacernos a los controles una vez más.

La Historia por cierto es bastante larga y tiene un buen montón de combates. En cada uno te enseñarán una nueva técnica y te recomendarán hacerla para poner en práctica lo recién aprendido, aunque si no lo conseguimos podemos acabar el combate ganando de cualquier manera.

Yendo al juego en sí, se ha refinado la fórmula que ya se tenía antes, con personajes y ataques más nivelados (con excepciones) y haciendo más difícil el dominarlo completamente. Sobre todo se nota a la hora de las contras, ya no tan sencillas de ejecutar y que o dominas o prepárate para recibir por todos los lados. Aunque también es cierto que no innova demasiado, se limita a mejorar lo existente.

Como siempre, una patada, un puño, un derribo y una llave, y a partir de ahí todos los combos y técnicas que quieras hacer. Aunque sigue siendo igual de simple que siempre, ahora he encontrado más dificultad para combatir, sobre todo cuando nunca lo has llegado a dominar completamente.

Tenemos tanto combates individuales como dobles. Los dobles, aparte de tener dos luchadores y poder alternar entre ellos, implican también ataques y derribos combinados para hacer más daño, aunque una vez sabes son bastante sencillos de evitar.

El juego online, después de un nuevo parche, funciona ahora perfectamente y no he notado nada de lag, a pesar de que las condiciones en las que juego no son las mejores. Tendremos los modos de combate de siempre, pudiendo hacer Parties para jugar con más gente.

Técnicamente me ha sorprendido mucho, para bien, en el apartado gráfico sobre todo.

No es sólo que los personajes luzcan bien, es cómo se van manchando durante las peleas y el efecto que da al verlo, la cantidad de detalles que hay y demás. Eso sí, hay algunos dientes de sierra, que aunque se notan con los personajes parados, en movimiento poco vamos a apreciar.

Se hace un especial hincapié en las luchadoras y en sus… atributos, como podréis imaginar siendo esto un Dead or Alive. Ya no tienen tan aspecto de muñecas de porcelana y están mejor modeladas, más realistas. Con lo de hincapié me refiero ya no sólo a cómo bota todo, sino a cómo se buscan planos que enfoquen bien (sobre todo cuando una chica es derrotada y se queda tirada en el suelo).

Los escenarios no se quedan atrás, siendo casi todos interactivos y muy espectaculares. Los elementos en el escenario (como mesas, jarrones, contenedores…) abundan bastante y en la mayoría si golpeamos algunas paredes las podremos romper para dar paso a una nueva zona o activar objetos del escenario que quitarán más vida al rival.

Como siempre podremos escoger voces entre inglés o japonés, con subtítulos en castellano. El resto del juego está también con todos los textos en castellano.

Dead or Alive 5 perfecciona la formula que ha ido gestando durante los años, sin innovar ni arriesgar demasiado. Gráficamente es un juego bastante majo y con un montón de detalles visuales muy chulos, tanto en personajes como en escenarios.

Los combates supondrán ahora un reto extra para los más novatos, dado que se ha complicado en alguna aspectos, aunque sigue siendo simple de comprender. Si os gustan los juegos de la serie o de lucha en general, es ya una compra casi obligatoria. No sólo por el online, que funciona ya bien, sino porque es el siguiente paso en firme en la evolución de la saga.