Crónica de la presentación de Forza Horizon

Estaba yo tan tranquilo en mi cueva cuando recibí la toposeñal, asignándome esta vez la difícil misión de devorar canapés en la presentación de Forza Horizon que hizo Microsoft en Madrid. Así que cogí mi equipo habitual consistente en un par de servilletas y un bote de palillos por si las moscas y salí para allá.

El lugar elegido fueron unos locales de la C/ Irún de Madrid, muy cerca de la estación de tren de Príncipe Pío y ya desde la distancia se sabía dónde era el lugar por el montón de gente que esperaba en la puerta y, sobre todo, por los dos impresionantes Ferrari que tenían aparcados en un vado permanente (estuve apunto de llamar a la grúa). Una vez dentro había dos Ferrari más y un montón de modelos para acompañarlos, no fuera que se sintieran solos.

El evento consistió en una pequeña charla de Ralph Fulton, ‘Design director’ de Playground Games que es el estudio que ha encargado de hacer esta especie de spin-off de la saga Forza Motorsport. Nos estuvo contando maravillas del juego, como es natural, y no escatimó en detalles: dicen haber encontrado el equilibrio perfecto para contentar tanto a los fans del simulador como a los fans de los juegos más arcade ya que si bien nos ofrece la posiblidad de conducir con un montón de ayudas puestas, éstas también se pueden desactivar y hacerlo más real.

Nos explicó que se habían basado en Colorado para hacer el escenario del juego ya que querían que fuera algo real, con muchas posibilidades de conducción ‘libre’ (la gran baza de esta entrega) y que en esta ocasión el sistema de mejoras de los vehículos podrían hacer que ese primer coche con el que empiezas te acompañe a lo largo de todo el juego, al contrario de lo que pasaba en otras entregas que una vez que conseguías el coche-pepino de turno, te olvidabas de los anteriores. Todo esto estuvo muy bien, pero habría estado bien poder comprobarlo en persona.

¡Y pudimos! En el local de al lado tenían preparadas  10 consolas con la versión final del juego así como otras dos para un torneo que hicieron consistente en batir el récord de tiempo de una prueba concreta del juego y cuyo ganador se llevaría a casa 4200 MP, una edición limitada del juego y 12 meses de suscripción a Xbox Live Gold. No pude ganar, supongo que por el nivel de los contrincantes y porque los canapés ya empezaban a hacer mella en mis habilidades de conducción… pero al menos lo intenté.

Lo que sí hice fue probar el juego durante una hora y tengo que decir, a falta de probarlo durante más tiempo, que me dejó muy buen sabor de boca. Ojo, no soy fan de los juegos de conducción y tampoco me interesa esa complejidad que caracteriza a los Forza a la hora de hacer ajustes en el coche donde puedes modificar hasta el color de las tuercas del cenicero. Seguramente en esto es posible que los fans de la saga se sientan decepcionados… pero por otro lado, aquellos a los que el género no nos atrae en principio, verán que es un juego bastante agradecido con el que busca algo más arcade. A mí desde luego me gustó bastante lo que vi ya que el rollo Test Drive me parece más interesante que el de juegos más ‘serios’ tipo Forza o Gran Turismo.

Y bueno, el evento no dio mucho más de sí así que ya os contaré mis impresiones del juego una vez que le meta unas cuantas horas más. Os dejo unas cuantas fotos del evento que pude hacer entre canapé y canapé.