Análisis Sonic & All-Stars Racing Transformed (Xbox 360)

No os negaré que este juego me daba un poco de pereza. Me imaginaba que iba a ser algo divertido y que no sería un mal título, pero las comparaciones siempre son odiosas y en mi mente estaba constantemente el juego de karts que todos imaginamos dando vueltas diciendo «Sabes que soy mejor. Sabes que soy mejor». Y tras haberle dedicado un buen montón de horas lo tengo más claro que nunca. Sí, las comparaciones son odiosas.

Pero no para Sonic precisamente, sino para Mario. No hace mucho ya tuvimos el ejemplo de un juego de lucha que se basaba claramente en una franquicia de Nintendo para darle el toque de la casa. Las críticas en general y la gente que conozco que lo ha jugado no lo han puesto muy bien, argumentando su falta de carisma. Pero este no es precisamente el caso de Sonic Kart (lo llamaré así para abreviar). Es imposible no compararlo con el juego del fontanero, pero en este caso parece que la gente de Sumo Digital ha querido hacer un juego para los fans de Sega. Aquí no hay grandes innovaciones que no se hayan visto ya en otros juegos, pero sí hay un buen montón de detalles, niveles y personajes que enamorarán a cualquiera que haya jugado a juegos de la compañía del erizo. Es más, apostaría a que todos los que leáis esto habéis probado al menos a uno de los juegos a los que se rinde tributo en Sonic Kart.

¿Os suena ese esqueleto?

¿Cuántas veces hemos deseado ver a Link o a Samus quemando rueda junto a Mario? Pues esas son las ideas que a Nintendo les importa una mierda, pero no a los desarrolladores de este juego, que no han dudado en incluir una enorme colección de personajes y escenarios de la historia de Sega. Desde Gilius Thunderhead cabalgando un engendro mecánico con su propia fase inspirada en la guarida de Death Adder (con el esqueleto de selección de personaje incluido) hasta Joe Musashi de Shinobi con un espectacular jardín japonés. Ulala, BD Joe (de Crazy Taxy), Amigo, Beat de Jet Set Radio con un quad bastante absurdo, Nights y Reala, los monetes de Super Monkey Ball… y unos cuantos secretos que seguro que os gustarán. En especial uno que es… es… HAMOR PURO. Pero para desbloquearlo habrá que esperar al 25 de diciembre. O hacer una triquiñuela…

¿Y las carreras? ¿Valen realmente la pena? Obviamente, es la base de este tipo de juegos. Podremos tener los personajes más carismáticos y queridos del mundo, pero si los circuitos son aburridos no servirá de nada. Y ahí tenemos otro de los motivos para adorar el trabajo de Sumo Digital. Los ya mencionados de Golden Axe y Shinobi, obviamente algunos de Sonic, pasando desde Colors hasta mi adoradísimo S&K, Panzer Dragoon, Super Monkey Ball, Jet Set Radio, The House of the Dead (la mejor recreativa de la historia, por cierto), Samba de Amigo, After Burner, ¡¡OUTRUN!!, ¡¡¡BURNING RANGERS!!!, Nights (posiblemente la fase más bonita de todo el juego), Skies of Arcadia….. bueno, una gozada. Casi todos ellos con la particularidad de cambiar de una vuelta a otra, bloqueando un camino para tener que ir por otro volando o sobre agua y consiguiendo que cada nueva vuelta sea un reto. Además, el nivel de detalles que tienen es tan bueno como que en el mundo de Nights Into Dreams podemos ir volando por los aros que atravesaba el arlequín o ver a enemigos reales de House Of The Dead rondando por la mansión.

Mención aparte merecen los objetos que recogeremos durante la carrera para molestar a los rivales. No es que sean muchos ni tampoco algo bestial, pero son originales. Entre ellos un útil guante de baseball con el que bloquear un ataque recibido y además quedarnos con ese objeto. Minikarts explosivos teledirigidos, motores más potentes que nos explotan si los usamos demasiado, cohetes, enjambres de abejas, peces globo, etc. etc.

Lo mejor de Sonic & All-Stars Racing Transformed es que se quita de encima rápidamente la comparación con Mario Kart y consigue plantarle cara y escupirle, dejando en ridículo a todos los juegos de karts del fontanero que han salido desde N64. Y es que aquí sí se nota la diferencia cuando nuestro coche se transforma en una nave voladora, haciendo que tenga un control especial (usando el stick derecho haremos piruetas) y sentir que realmente es otro vehículo y un un añadido de poca monta. Más aun si le sumamos las modifiaciones que nos vamos encontrando a medida que superamos carreras y ganamos estrellas, pudiendo mejorar la velocidad, control o aceleración del coche.

Resumiendo, es un juego hecho por y para fans, y eso es justo lo que queremos. Fanservice. Nos da igual que incluyan ruedas nuevas o parasoles, lo que queremos son nuevos y originales personajes y carreras que rindan tributo a la historia de la compañía, y aquí se consigue. ¡Vaya que si se consigue! Una vez empecéis a jugar no pararéis hasta conocer cada recoveco y cada esquina de las carreras, porque seguro que hay alguna basada en un juego que os guste.