Análisis Little Big Planet Karting (PS3)

¿Os suena LitteBigPlanet? ¿Aquel título de plataformas con múltiples posibilidades de edición protagonizado por unos graciosos y carismáticos muñecos de trapo denominados Sackboys? Pues bien, los chicos de United Front Games (desarrolladores de ModNation Racers) en colaboración con Media Molecule (creadores de la licencia) decidieron que era hora de que sus personajes encendieran los motores de sus vehículos para dar cabida a un nuevo título de carreras de karts para PlayStation 3 bautizado como LitteBigPlanet Karting.

Ahí va el análisis.

Lo primero a destacar y que entra directamente por nuestra retina de una forma admirable es la presentación del juego a modo de introducción al universo que nos presentan. Se trata de una secuencia basada en nuestra realidad, doblada al español, que hace de nexo con el motor del juego. Lo dicho, muy bien llevada.

La trama versa a raíz de unos seres llamados Acaparadores que tienen en mente robar todos los objetos del Mundo Artesano. Nuestros sackboys tratarán de impedirlo y para ello el campo de batalla se transformará en una carrera de karts. Un argumento bien simple, que al menos intentará amenizar los lapsos entre las diferentes fases.

A lo largo de los 71 circuitos a los que asistiremos nos encontraremos con los clásicos encuentros al estilo Mario Kart, es decir, recoger objetos de la ruta que nos sirvan de power up y llegar entre los tres primeros a la meta. El control es bien sencillo, aunque requiere práctica, sobretodo a la hora de derrapar para coger un buen impulso en función del trazado de la pista. Sobre los items de refuerzo que nos encontraremos tendremos, entre otros, variedad de misiles (unos automáticos, otros los dirigiremos manualmente), un gran guante de boxeo sobre el que nos montaremos para ganar posiciones aturdiendo a nuestros contrincantes, e incluso un poder que nos otorga la habilidad de rebobinar hacia delante quedando directamente entre los primeros puestos. Además, podremos emplearlos también para destruir los ataques que nos envíen a nuestras espaldas.

Los escenarios están ambientados en el mundo de LBP, unos más detallados, sorprendentes, y coloridos que otros que pecan de ser un tanto pobres; y al margen de la propuesta inicial, también nos invitan a derrotar a nuestros adversarios para ganar una serie de puntos, a enfrentarnos a fases de plataformas, transportar huevos de dinosaurio, vencer a jefes finales e incluso hay un minijuego donde conduciremos en vista cenital al más puro estilo Micromachines.

Cada vez que vayamos recogiendo objetos por el mapeado, comprobaremos que en nuestra cápsula se han añadido variedad de nuevas posibilidades de edición típicas (vehículos, pegatinas, vestimenta o partes de la misma, etc), sello de la casa. Como era esperable también es posible crear un nivel desde cero dependiendo de nuestra maña e imaginación.

Técnicamente está por debajo de lo visto en LBP2, y aunque intenta ser creativo lo cierto es que no llega a sorprender ya a estas alturas. Si nos fijamos en la distancia de mapeado comprobaremos un efecto de desenfoque borroso que personalmente no me ha agradado mucho.

La banda sonora, sin embargo, la encuentro muy acertada y consigue su propósito de entretenernos y motivarnos frente al volante, unas veces mejor que otras.

Sobre las modalidades de juego, pues tendremos a nuestro alcance un cooperativo local a pantalla partida y una opción competitiva online para hasta 8 jugadores. Para desbloquearlo eso sí, tendremos que pasarnos primero la pista requerida en modo offline; no es que sean modalidades diferenciadas de modo historia precisamente.

En resumidas cuentas, se trata de un título divertido y entretenido que gustará a los fans de la saga LBP a modo de spin-off. El resto quizás lo vean como otro juego de karts con muchas posibilidades de edición y visualmente con altibajos.