Crónica de la charla de Gears of War: Judgement y Salón del Cómic

No sé muy bien cómo contar la crónica de la charla sobre Gears of War : Judgement que tuvo lugar en el último Salón del Cómic, pero digamos que no fue como se esperaba. Para lo bueno y para lo malo. Os lo cuento brevemente, porque tampoco es que hubo mucho que contar en un evento así sin la presencia de Sam Lake.

Se trataba de Waylon Brinck, el director de arte de People Can Fly (bueno, o lo que ellos consideran arte, porque recordemos que son la gente detrás de Painkiller y Bulletstorm, con lo que esa etiqueta les viene grande), los responsables Judgement, la precuela en la que se cuenta lo que pasó antes del primer Gears of War. Como si a alguien le interesara la historia….

El tema es que Waylon es un tipo muy majo, hablaba sobre cosas que no importaban ni aportaban mucho, pero era entretenido y caía bien. Básicamente nos explicaba -a los que asistimos como «prensa» y a todo el mundo, porque se hizo en mitad del salón, con lo que cualquiera podía atender- cómo Judgement es un más y mejor: más humo, más fuego, más filtros, más palabrotas, más hombres fornidos y más músculos que nunca. Y mientras tanto unas diapositivas con diseños originales, bocetos, modelados en 3D y esas cosas que normalmente se venden en la edición limitada de los juegos modernos, que a mí personalmente me gustan bastante, sobre todo el proceso de creación de las ilustraciones. Y el bigotezorra de Scope131 estaba sentado detrás de mí, soplándome en la oreja e intentando hacerme cosas que no creo que sean legales en un espacio con menores de edad. Me da repelús sólo de recordarlo….

La chica del culo prieto y el mismísimo Ryu. Estupendamente fotografiados sin enfocar.

Lo interesante llegó en el turno de preguntas, donde una chica vestida con una armadura de marine lucía un culo con el que daba la impresión que podía partir nueces pasaba el micro entre los asistentes y estos preguntaban sus inquietudes al señor Brinck. Tampoco es que me quedara mucho con lo que preguntaron, pero el pobre hombre estaba tenso, ya que básicamente los «gowers» le recriminaban que quitaran tal modo de juego, que no apareciera cierto personaje, que con esto de las precuelas parece que los estudios están sin ideas, que es una mierda hacer el juego para 360 y no para Durango (a lo que supo responder con un poco convincente ‘Ah, pero…. ¿se ha anunciado una nueva consola de Microsoft? Y aunque lo hubiera hecho, no podría decir nada tampoco.‘ mientras se le dibujaba una sonrisilla y le caía una gota de sudor frío por la frente). Supo torear bien las impertinencias de los fanboys que había en el recinto y tuvo su mérito.

Y una vez terminada esa curiosa conferencia en abierto me dediqué a ir y venir del stand de Reto 3DS, donde me crucé con más de 89 (OCHENTA Y NUEVE) personas con 3DS que muy amablemente me cedieron su Mii para, por fin, pasarme ‘Rescate Mii’ por segunda vez y desbloquear el «nuevo» modo. Que cualquiera diría que es el Salón del Manga, porque estaba todo lleno de weeaboos (japonófilos de esos tan majos y que apenas producen vergüenza ajena), disfraces lamentables (destacando el impío que iba del tipo ese gordo que sale en «Max Payne» 3), precios poco amistosos y una pizza de salame mú rica en un restaurante llevado por un señor chino con acento americano. Otro año y otro salón que cierra como de costumbre, lleno, cada vez más invadido de otakus y con invitados que no he podido ver, como Kevin Eastman.