Reanálisis Alan Wake

«Me llamo Alan Wake. Soy escritor» es la frase con la que se presenta el protagonista del juego que, al no estar basado en hechos reales, no es más que un personaje. El verdadero escritor (o guionista) es Sam Lake, y por la historia que aquí se nos presenta yo diría que es bastante bueno. El problema es que un escritor trabaja ilimitado en medios, pudiendo escribir lo que sea capaz de imaginar, pero Remedy es un equipo de desarrollo bastante modesto. Con apenas 93 empleados (en 2013) está muy poco capacitado para encargarse de un proyecto AAA de éste tamaño (que recordemos era el estandarte de 360 ante todo aquel no-fan de HALOs y Gears), pero no hablemos de eso ahora. Hablemos de la historia.

La historia de Alan Wake es francamente buena, con personajes interesante y giros de guión para mantenerte bien enganchado al mando/ratón. La historia, de terror sobrenatural, recuerda al estilo de Stephen King. Y a esto debemos añadirle las paginas que vamos encontrando donde se nos ofrece otro punto de vista de la misma a veces fundamental para entenderla bien. Supongo que a estas alturas ya todos sabréis de que va, pero nunca viene mal recordarlo: Alan Wake, escritor y antaño autor de un ¿libro? ¿saga? de gran éxito, llega al idílico pueblo de Bright Falls con el objetivo de poner fin a su crisis de creatividad e intentar arreglarlo con su mujer con la que ha tenido sus roces ahora no recuerdo porqué. Pero en poco se ve sumergido en un mundo de pesadilla y no digo más porque algun spoiler os cuelo. Pero es realmente emocionante, intrigante y con una estructura por capítulos cual serie de televisión bastante lograda.

Tranquilo, Alan, el pueblo ese no lo vas a recorrer de día.

Sigamos con los gráficos. Sin ser el nuevo Crysis, lo cierto es que el juego cumple con nota. Texturas conseguidas y modelados buenos, pero es en efectos de luz donde la consola pone toda la carne en el asador. Cierto es que en 360 utiliza la trampa de correr a menor resolución y luego utilizar el «magnifico» reescalado de la consola, pero vamos, yo lo jugué en PC así que me la sopla sobradamente. Y no solo gráficos, también los escenarios. Alan wake tiene escenarios realmente preciosos, otros entrañables. Del parking de caravanas al centro de Neil Hartman, pasando por ese atardecer en la cabaña del lago. Te hace desear un juego más tipo sandbox con tal de recorrerlos en paz sin prisas argumentales. Además el juego sabe recompensar al explorador con retazos exclusivos del argumento en forma de programas de televisión (LA NOCHE SE LEVANTA), programas de radio y las paginas de esa misteriosa novela que parece adelantarse a tus actos.

Y no solo la historia y los gráficos, la música es de esas BSO de bajarte y escuchar aparte. Y el doblaje… de cine, con un Lorenzo Beteta que se ajusta como un guante al personaje y al que da gusto escuchar leyendo las paginas que te encuentras, y el resto del equipo no es peor. Con todo lo que he dicho Alan Wake podría ser una película genial, o un buen libro. Pero Alan Wake es un videojuego, y resulta francamente aburrido.

Y ni siquiera la llegas a recorrer entera con luz del día.

Como ya dije al comenzar éste análisis, en Remedy son muy pocos, y Sam apunta muy alto. Habiendo hecho bien historia, gráficos y BSO difícil tenían lograr también un éxito en la jugabilidad. Y no lo han conseguido. Alan Wake aburre, es tedioso y repetitivo pues esta repleto de relleno, de paja para que parezca más. Alan Wake es una deliciosa tarta al final de un pasillo cuyo requisito para ser atravesado es llevar zapatos de plomo. Pero… ¿qué es Alan Wake?

Alan Wake es un shooter en tercera persona, este es el relleno más evidente. Ni aventura ni RPG y sobretodo no un sandbox como indicaba en fases más tempranas del desarrollo, es un Shooter, lo que les permite alargar la duración del juego sin mucho trabajo de diseño de niveles, les basta con poner más hordas de enemigos (no me malinterpretéis, hay shooters en tercera muy buenos). Y vaya si lo hacen. Se dispara mucho, pero muchísimo. Puedes acabar el juego con 500-600 muertos sin ningún problema, sólo intentando avanzar. Y no os creáis que a enemigos de todo tamaño y color, no, eso sería currarse el juego. 600 muertos a base de 6 tipos de enemigos: hombres sombra armados, hombres sombra armados más grandes, hombres sombra más rápidos, hombres sombra con armas de fuego, cuervos y (atención) ¡cosas! Sí, nada más divertido que matar un bidón, la rueda de un tractor o directamente un tractor que te embiste como un toro. Y no sé si os habréis fijado pero de estas 6 clases 2 son la misma cambiando de arma y una es simplemente los objetos del juego.

«Pero si el juego es un shooter y de variedad de enemigos va escaso… tendrá cantidad de armas ¿no?» debéis de pensar, erróneamente he de decir. El variado armamento de Alan Wake se compone de:

• Revólver
• Escopeta
• Mejor escopeta
• Rifle de caza

A esto hemos de sumarle el a priori novedoso sistema de combate por luz. Digo «a priori» porque pese a que en principio sí que es novedoso (iluminar a los enemigos hasta romper su «defensa» y luego acribillarles a balazos) lo cierto es que mata aún más la creatividad en el combate, pues tengas las armas que tengas la mitad del enfrentamiento siempre será exactamente igual: enchufarles la linterna. Y la otra mitad pues con el trío pistola/escopeta/rifle, y así  hasta 600. En definitiva, combates aburridos a cientos.

Pero igual que hablo mal de los combates puedo hablar mal de los escenarios. ¿Pero acaso no dije antes que eran preciosos? no, perdona, dije que los había preciosos, pero son aplastante minoría. Alan Wake tiene escenarios de los que se quedan en el recuerdo, pero son los 3 bonitos que hay (donde Hartman, la cabaña y el pueblo, y alguno añadirá la granja/escenario metalero a esta lista) porque todo lo demás es un aburrido camino recto nocturno rodeado de pinos. Carreteras rodeadas de bosque, riachuelos rodeados de bosque, senderos rodeados de bosque, bosque rodeado de bosque y así. Todo muy monótono muy frondoso y muy oscuro. De vez cuando cruzas un puentes, con menor frecuencia encuentras una caseta… Solo tengo que deciros que recuerdo especialmente bien un puto parking de caravanas solo porque transcurre de día, ahí es nada.

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