Top 10: Cosas pa’ cagarse la pata abajo

En los videojuegos hay muchas maneras de hacer pasar miedo al jugador. Puedes crear un ambiente opresivo en el que el protagonista tenga dificultades para moverse, puedes componer una banda sonora que le dé escalofríos, puedes diseñar los enemigos más temibles o incluso puedes no enseñar nada y dejar que la imaginación del jugador haga todo ese trabajo, de manera que él piense en sus miedos y sea mucho más eficaz. Pero hay otras maneras de conseguir que se ponga a llorar y sollozar como un niño. Aquí os hablaré de las que más pánico me causan.

10.- Descubrir que un juego tiene QTE demasiado tarde

Desde que jugué a Resident Evil 4 y me topé por primera vez con los eventos rápidos ya no puedo ver una escena tranquilamente. No importa que esté jugando a un Mario o a Pato Bill Reloaded, no voy a soltar el mando por temor a que salga un QTE y tener que repetirlo todo otra vez.

9.- Juegos sin terminar

Doce juegos que aseguran ser el GOTY. Pero no son de 12 años distintos.

Nunca sabes lo que te puedes encontrar en un juego hasta que sabes si lo publica EA o Crapcom. Hay compañías como Bethesda que tienen la fama de lanzarlos con muchos bugs, pero estas dos se han ganado a pulso el odio de los jugadores por sus políticas de DLCs y mierdas online como pases de temporada. Ya puede ser el juego que más esperas del mundo, el nuevo Street Fighter o un nuevo Mirror’s Edge, que si es de alguna de esas dos empresas tendrás muchos números para tener que desembolsar unos eurillos extra para usar trucos (Dead Rising 2: Off the Record) o por activar un pase de temporada como en Battlefield 3 o NFS. También están las ediciones GOTY que a muchos nos impiden comprar los juegos en su fecha de salida por miedo a que poco después anuncien un pack con el juego y todos los extras juntos (como Mortal Kombat, Injustice, Arkham Asylum, Arkham City y en breve Arkham Origins). A todo esto, ¿cuántos juegos del año puede haber en un mismo año?

8.- La última vuelta en Mario Kart

El motivo principal por el que odio Mario Kart 7 es ese, la última vuelta (además de la desaparición del bloque falso), ya que anulaba completamente lo que hubieras hecho en las anteriores. La aleatoriedad con la que salían los objetos en MK64 (el mejor de la saga) hacía que aunque fueras en primera posición te podían tocar tres caparazones verdes, una estrella o un trueno. En MK7 lo hicieron todo para que en primera posición te toque una puta cáscara de plátano y todos los demás tengan un arsenal digno de los Worms, con lo que en la última recta te podían reventar el ojal con tres caparazones azules (me ha pasado), diez truenos y ocho golpes que te saquen fuera del circuito.

7.- Burbujas de oxígeno y el último anillo contra los jefes en los Sonic

Tanto las burbujas en sí como la tonadilla que acompaña los últimos momentos con oxígeno de Sonic son momentos que no olvidará nadie que le haya echado el guante a cualquier juego de la saga. Intentar correr bajo el agua lentamente mientras escuchas una música temible que va aumentando de velocidad poco a poco, la cuenta atrás que aparece sobre Sonic y cuando vas a saltar sobre una burbuja de oxígeno ya está demasiado alta y tienes que esperar a que vuelva a salir otra mientras gritas a la pantalla. Eso no es bueno para nadie.

Pero si hay algo peor que las burbujas de oxígeno o luchar contra jefes finales donde no puedes conseguir anillos extra es que te golpeen y perder todos los que tienes. ¡Todos excepto uno! Ese anillo que logras coger antes de que desaparezca por un lado de la pantalla y lo guardas como si fuera el de tu boda, sólo que éste te salvará la vida, en lugar de quitártela. Y aún peor que esto es luchar como Super Sonic contra un jefe cuando te quedan pocos segundos y no llegar a vencerlo antes de volver al estado normal. Me pasó hace poco, jugando a Sonic 3, cuando en la última fase transformé al erizo a mitad del nivel y olvidé que tardaba cien horas en llegar a la plataforma del final mientras el tiempo pasaba y los anillos desaparecían, hasta que me quedé sin ninguno y tuve que derrotar a Robotnik como un simple erizo azul sin anillos, escudos ni nada. Como si no lo hubiera hecho mil veces ya….

6.- Resetti

Tengo que decir que todavía no me he topado con este personajillo en Animal Crossing: New Leaf, pero eso no quita que cada vez que empiezo mi partida tenga el canguelo en el cuerpo y el culo tenso pensando «¿Y si ahora se me reinicia el juego de golpe sin guardar antes?» y tener que ver su desagradable cara y tragarme su discurso interminable. Ya lo vi una vez en City Folk cuando te hacía una visita para recordarte qué no hacer y aún me tiemblan las piernas.

 5.- Salas grandes y vacías

Qué lista eres….

Ay, Zelda, cuánto daño me has hecho. Sus salas grandes, vacías y con barrotes en la puerta me trastocaron un poco allá por el 98. Desde entonces cada vez que veía una habitación o área sospechosamente grande ya sabía lo que se me venía encima.

4.- Checkpoints (antes de jefazo)

En un shooter hay dos maneras de asustar al jugador: dándole el cambiazo y encasquetarle Killzone o con mucha munición de golpe y seguidamente guardar partida de manera automática. Ya sabes qué va a pasar. Eso no sucede porque vas a ver una bonita escena en la que el protagonista se dedica a vivir felizmente, significa que vas a encontrarte con una horda de bestias o un jefe con munición infinita y que no cabe en pantalla.

3.- Captain Falcon haciendo su ataque en SSBB

Cada vez que alguien elige al Capitán Falcon en cualquier Super Smash Bros. el resto de contrincantes se miran entre sí de reojo, asienten y van a medirle el lomo entre todos. Su aspecto causa temor (en cierto modo…), pero su grito de guerra no es para menos. En el momento en el que se escucha «Falcoooon P…» sus rivales se hacen caquita encima y dan saltos dobles sin parar para no ser aniquilados por las llamas del puño de halcón. Y ya no digamos en Brawl, donde Capitán Falcon mezclado con la bola smash puede causar un holocausto instantáneo y cambiar por completo la partida.

2.- Kaepora Gaebora

No importa lo que hagas. No puedes huir de él. Por más que intentes dar vueltas para pasar lo más lejos que puedas, tu destino es escucharle. Que no, que no puedes acercarte y pasar de largo dando una voltereta por el lado, porque te va a dar la brasa inevitablemente. Y por si fuera poco, cuando termina la charla tienes que ir con cuidado eligiendo la opción «Lo he entendido todo» o «Repítemelo otra vez», porque cambia según cuándo lo veas.

1.- La madre de 9-Volt

Cuando se habla de juegos que causan miedo y tensión salen casi de manera automática esa mierda llamada Slender y la maravilla de Amnesia. El segundo es juego más terrorífico que he jugado jamás, tanto que no tuve el valor de pasármelo y me sentí derrotado. Me dolía la espalda cuando jugaba por la tensión que se me acumulaba y sudaba como un gorrino en la matanza. Pues exactamente la misma sensación es la que me produce la madre de 9-Volt en Game and Wario, y no es broma. Si tenéis la oportunidad de jugarlo, id directamente al minijuego del enano retro porque tener que estar jugando a clásicos en el GamePad y mirando la tele para que no te pille la madre pone de los nervios. Ya no digamos cuando sale de la televisión a lo Sadako, se acerca a su pobre hijo en la cama, lo mira fijamente con sus ojos brillantes y se pone a ver la tele sentada en el suelo mientras tú no te decides entre seguir jugando y arriesgarte a que te pille o esperar a que se vaya con el riesgo de dormirte.

Y como extra añado esta que más de uno conocerá de sobra.

Actualizaciones de la consola

He escuchado mucha gente quejarse de las actualizaciones eternas de PS3, pero con mi 360 no ando muy lejos. Al no tenerla conectada a internet, las pocas veces que lo hago me topo con actualizaciones que duran más que los juegos en sí. Y mi querida Wii U no se queda atrás. Muchos recordarán la actualización inicial, que tardaba unas 37 horas en descargar y luego para que la consola se te apague sola al instalarla y te quedas con un ladrillo. Bueno, actualmente la consola no es mucho más que un ladrillo, porque tienen casi los mismos juegos. Y si me permitís el consejo, NUNCA descarguéis un juego que esté en tiendas mediante la eShop, porque yo estuve esperando unas 17 horas (no exagero) hasta que terminó LEGO City Undercover. ¡¡Y eso teniendo la consola enchufada por cable de red y 45MB de fibra óptica!!

¿Y a vosotros? ¿Qué es pone el ojete a punto de caramelo? ¿Hermanos o sobrinos manazas que te podrían borrar la partida o guardar encima? ¿Perder vuestros pokémon en un intercambio? ¿Los fans de Sonic? ¿Que Iwata nunca deje de meterse farlopa antes de tomar decisiones?