Análisis Danganronpa: Trigger Happy Havoc (PS Vita)

Mucho ruido ha causado la salida de Danganronpa: Trigger Happy Havoc entre la comunidad vitera. Todo el ruido que pueden hacer cuatro gatos, claro. Era un juego que parecía ser agua de Mayo y que yo personalmente no había jugado nunca y apenas sabía de qué iba. Pero gracias a la siempre maja gente de NISA he podido hacerlo, y 27 horas que me he tirado enganchado (aunque se puede pasar en unas veinte o así).

Para quienes no lo sepáis, Danganronpa: Trigger Happy Havoc es una visual novel que salió en PSP pero nunca llegó a dejar Japón (hay traducciones hechas por fans). En Vita hicieron un port tanto de este juego como de su secuela en un pack 2×1 que aquí ha llegado dividido. La primera entrega es esta de la que estoy hablando y la segunda saldrá en otoño.

La historia trata sobre un grupo de chavales encerrados en un colegio para de lo mejor, lo superior de la sociedad. No son chavales cualquiera, son el mejor en su campo, así que tenemos cosas tan variopintas como el mejor bateador, la mejor escritora, el que mejor sigue las normas, la mejor idol, la mejor nadadora y así. Nosotros somos Makoto Naegi, el mejor nada, porque no somos más que un chaval cualquiera (aunque un poco pagafantas), pero nos invitan a la escuela.

El problema es que cuando estamos todos un oso robot llamado Monokuma se hace con el poder, nos encierra y nos obliga a vivir ahí para siempre. Si queremos salir sólo hay una opción, que es matar a otro alumno y conseguir que no nos descubran los demás. Si el que mata es descubierto, él muere, pero si no, él se salva y el resto muere.

La historia es un poco rocambolesca, pero ese también es su atractivo. Todo va a girar en torno a asesinatos que se producen y a la investigación sobre quién lo ha hecho y qué está pasando realmente en el colegio.

Se podría decir que hay dos partes, o incluso tres, separadas en el transcurso del juego. La primera es la del día a día en la escuela, donde pasamos nuestro tiempo libre haciendo montones de nada y explorando un poco el lugar. No tendremos todos los pisos desbloqueados de inicio, sino que según avancemos se irán abriendo escaleras. También podremos pasar tiempo con los otros estudiantes para conocerlos mejor y mejorar nuestra amistad, lo que dará lugar a ciertas recompensas para usar en los juicios más adelante.

La segunda es la investigación, que viene a ser la mayor parte del juego. De vez en cuando se producirán asesinatos y deberemos recoger pruebas y hablar con los demás para intentar sacar en claro qué ha pasado. Las pruebas y testimonios que vayamos recopilando se irán guardando para luego usarlos en la siguiente parte.

Y esa parte son los juicios, donde hay que desenmascarar al verdadero autor del crimen. Como acabo de decir, usaremos las pruebas para ir contrarrestando los argumentos incongruentes de los demás en un debate a vida o muerte. De vez en cuando también hay unos minijuegos para darle un poco más de variedad al asunto.

Y esto es básicamente el juego. Hasta aquí todo muy bonito, pero vamos a ver qué falla y qué no.

Aunque el juego me ha gustado bastante, no se puede negar que hay varias cosas que o sobran o se podrían hacer mejor, empezando por las relaciones con otros estudiantes. Realmente no sirven casi para nada y lo que es peor, quitando a un par de personajes puntuales (y uno de ellos te medio obliga el propio argumento), no sentía empatía por nadie. Me daba igual que se murieran o se salvaran. Esto bien se puede deber a que la mayoría son totalmente planos y apenas evolucionan.

También quedan unos cuantos cabos sueltos, cosas que no te explican y que hubiera estado bien que lo hicieran, por no hablar de giros de guión cogidos con pinzas. Además como tampoco hay ningún tipo de decisión en el juego (y cuando ninguno es NINGUNO) parece que todas esas relaciones sociales sobran un poco, porque no influyen en nada. Pensaba que habría finales alternativos o que lo que hacía servía para nada, pero no.

Pero más allá de eso, lo que más me molestaba eran las mecánicas de juego en los juicios. Teniendo en cuenta que son una parte central del juego pensaba que serían la bomba, pero no. La mayor parte del tiempo la pasaremos oyendo argumentos de la gente y contrarrestando las contradicciones que haya con nuestras pruebas.

Dicho así no suena mal del todo, pero es que la forma de atacar es disparando nuestras pruebas hacia los textos en pantalla (remarcados en amarillo para que cualquiera se lo pueda pasar, la dificultad es nula) y suele falla más que una escopeta de feria. No es apuntar, darle al botón y listo, es apuntar y rezar porque en el tiempo que tarda en llegar la bala (van lentas) el texto no haya cambiado de lugar, esté tapado por otra cosa o directamente ya no esté. Una vez bueno, pero cuando llegas un montón de disparos fallados toca un poco las narices.

Todo esto hace que el juego no de ninguna sensación de tener prisa y de realmente pensar que puedes morir si haces algo mal. No puedes dejarte pruebas (no te llaman a juicio hasta que no recoges todas) y allí no puedes fallar (si fallas vuelves a hacerlo y listo). Ese sentimiento de nerviosismo que deberían sentir los protagonistas no existe en ningún momento.

Pero ojo, no penséis ahora que el juego me ha parecido una mierda, porque es todo lo contrario. Me ha gustado bastante y como digo me ha tenido una semana entera enganchado a la Vita, cosa inaudible. El argumento, aunque invariable, al final funciona y es lo que me ha tenido jugando. Pero claro, no volvería a pasarme el juego sabiendo que nada va a cambiar.

Más allá de eso tanto en el apartado visual como en el musical el juego es genial. La estética ya veis todos cómo es, y los personajes comparten un estilo de diseño que me ha gustado bastante. Todo en los escenarios, incluidos los personajes, son imágenes estáticas, lo que a la hora de girar la cámara crea unas perspectivas un poco raras. Pero oye, al final es un poco su encanto, junto con la sangre rosa fucsia, que da un efecto muy chulo.

La música también es otra de las cosas que me han encantado, en especial esta canción llamada Mr. Monokuma’s Lesson que todavía no sé si amo y odio. Pero ya en serio, la música es uno de los puntos fuertes del juego poniéndonos bastante en situación cuando toca.

Y por supuesto no podía dejarme la traducción. Me ha encantado y ya sólo por los horribles juegos de palabras que hace Monokuma al hablar (usando la palabra «bear» o verbos y adjetivos referidos al mundo úrsido) vale la pena. Está en inglés y no para cualquier nivel, e incluye voces tanto en inglés como en japonés. En su idioma original son bastante buenas, así que os recomendaría esas llegado el caso.

Danganronpa: Trigger Happy Havoc me ha tenido enganchado unas 27 horas, que se dice pronto. Tiene algunos errores y podría mejorar en cosas como las relaciones o el dar un mínimo de libertad, pero aun así las cosas positivas son más que las negativas. El estilo visual y la música son una geniales y la historia, aunque con agujeros y momentos cogidos con pinzas, consigue atraernos y que sigamos jugando para saber qué pasa, que es lo importante.

Si tenéis Vita os diría que fuerais a por él de cabeza. De lo que más me arrepiento es de no haberlo empezado antes, porque lo tenía desde bastante antes de su salida. Y ahora a esperar a la segunda parte con ganas.