Análisis Metal Gear Solid V: Ground Zeroes (PS4)

Mucha polémica ha traído el nuevo juego de Kojima, Metal Gear Solid V: Ground Zeroes. Polémica especialmente por su corta duración, aunque más allá de eso hay mucho de lo que hablar.

Ground Zeroes es un juego con un potencial enorme, pero se queda sin explotarlo y no hace más que dejarnos con la miel en los labios de cara a The Phantom Pain, el juego del que es prólogo.

La parte central del título no es más que una misión en la que tenemos que rescatar un par de cautivos y sacarlos en helicóptero. No hay una historia, no hay apenas diálogos y realmente no es algo fundamental en la trama, porque se podría explicar perfectamente en una frase.

El cómo empieza ya lo hemos visto en los tráilers, y el cómo acaba, enlazando con TPP es otro tráiler al final. El juego que hay entre medio no es demasiado relevante en el total, no tiene momentos emocionantes, no tiene un gran final y no tiene muchas cosas.

Aunque eso no quiere decir que no sea divertido.

El enfoque en esta entrega es diferente al resto. Queda atrás la linealidad de otros Metal Gear Solid y nos ofrece un campamento militar en el que decidir nuestro camino, en una especie de mundo abierto en miniatura. Porque muy grande la base no es, aunque sí lo suficiente como para hacer unos cuantos caminos alternativos.

Con este desarrollo menos lineal el juego gana enteros por el simple hecho de decidir en todo momento cómo pasarte la misión. La inteligencia de los enemigos quizá no es todo lo buena que podría ser, porque es fácil de engañar, pero si no nos andamos con ojos más de una vez nos terminará viendo algún soldado desde lo lejos.

¿Deberían seguir por aquí las próximas entregas? Rotundamente sí, porque en un juego de infiltración lo que se busca es eso, que nos infiltremos por nuestra cuenta, y no que sigamos un camino para llegar al final.

Técnicamente es un juego bastante potente (las fotos del análisis las he sacado yo con el botón Share de la PS4), sobre todo en la iluminación. Aunque haya algunos problemillas como popping, son puntuales y no molestan ni empañan el resto.

La misión principal es de noche, pero me ha gustado incluso más de día en las secundarias, porque ayudaba a meterse en ese mundo abierto que mencionaba antes y el cielo, aunque parezca una tontería, era una maravilla.

Lo que sí se notaba, y para bien, es el framerate a 60fps y junto a él las animaciones y movimientos de Big Boss. Se mueve más en 360 grados que nunca, si es que se puede decir así. Y ojo, que no hay voltereta.

Por supuesto está en inglés con subtítulos en castellano y la voz de Kiefer Sutherland como Snake. Y se echa en falta a Hayter, para qué negarlo.

Mucho se ha escrito ya de lo que dura, pero es algo que hay que comentar, yo creo. Si avanzamos tranquilamente y sin haber visto nada antes, la misión principal se puede hacer en poco más de una hora. A eso hay que sumar las misiones extra (misiones como consigue tal objeto o elimina tal objetivo), que tampoco son demasiado largas y tenemos unas pocas horas.

Hay que reconocer que es rejugable, todo lo que queramos. Siendo unas misiones tan cortas, el volver a empezar para ir por otro camino es algo que sale casi de forma natural. De hecho yo he terminado el juego varias veces para probar cosas. Aunque claro, es una forma artificial de alargar un título que destaca por su poca duración.

Yo no soy un fan acérrimo, así que no sé cómo se sentirán ellos, pero a mí me ha dado la sensación de que le faltaba algo, y no hablo sólo de duración. Sí, me lo he pasado muy bien haciéndome mis estrategias y pasando sin que me pillen, pero ese sentimiento estaba ahí.

Metal Gear Solid V: Ground Zeroes es un juego divertido como tal, pero al que le faltan cosas como duración, un sentido al prólogo y algún que otro momento importante. No sé hasta qué punto llega a justificar su salida en la forma en la que lo ha hecho.

Aun así, las bases que sienta para The Phantom Pain son muy sólidas, con un mundo semiabierto con muchas posibilidades y llevando el concepto de infiltrarse a otro nivel. Es un paso adelante más que necesario si se quiere evolucionar la saga y va bien encaminado.