Análisis Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Complete Edition (PS4/Vita)

Si tuviera que definir a Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Complete Edition (nombre corto donde los haya) con una palabra sería «numeroso». Hacía mucho que no jugaba a un DW y me he quedado loquísimo con la cantidad de contenido que tiene esta nueva entrega.

Quien más, quien menos, conoce un poco la saga Dynasty Warriors por encima. Son el máximo exponente a día de hoy del «uno contra el barrio», con peleas multitudinarias en la China imperial, e incluso han tenido varios spin-off como los Dynasty Warriors Gundam, One Piece: Pirate Warriors o el próximo Hyrule Warriors.

Como siempre, se nos presentan varios conflictos del Romance de los Tres Reinos donde deberemos pelear contra cientos (miles) de soldados enemigos, generales y otras figuras de la China antigua. Las batallas son tanto reales como hipotéticas, con su explicación histórica pertinente al inicio de cada una. A decir verdad no hacía demasiado caso a esto, pero ahí está para los que les interese.

Esta última entrega es una versión ampliada de Dynasty Warriors 8 junto con su expansión Xtreme Legends, tanto para PS4 como para Vita, y además con cross-save para que podamos jugar en cualquier lado y luego seguir en casa. La verdad es que habiendo probado ambas está bien pensado el sistema, porque aunque creía que no, he terminado jugando más de lo que pensaba.

Más de 80 personajes, casi 150 escenarios y 1200 armas. Por esto es por lo que antes decía que si hay algo que define a este juego es «numeroso». Es ridículo la cantidad de contenido que puede llegar a tener el juego, pero oye, yo que me alegro por ello.

Esas 1200 armas no son diferentes, está claro, se dividen en varias clases y dentro de cada una tienes variaciones con distinto ataque y habilidades. Tenemos desde armas clásicas como espadas, alabardas, lanzas, arcos, mazas o látigos hasta cosas más rocambolescas como espadas voladoras, un pincel gigante o mi preferida, el arm blade. Por su nombre y foto imaginaba que sería una cuchilla gigante para el brazo, pero no: es una barca que saca agua de a saber dónde y con la que haces surf sobre tus enemigos. Tal cual. Imaginaros mi cara al verlo.

Pero aunque no sean 1200 diferentes, la variedad es enorme, está claro. Como también lo es la variedad de personajes a elegir, que incluso vienen con los trajes de Dynasty Warriors 7 por si los queremos poner. Según combatamos iremos subiéndoles de nivel y mejorando nuestras habilidades, de forma que podamos luego equiparlas antes de cada combate para ir con algunas ventajas.

Habiendo dos versiones habría que ver si aguantan bien la carga que tiene el juego. Aunque no sea la bomba gráficamente hay que tener en cuenta que llegan a haber cientos de enemigos a la vez y eso son muchas cosas que mostrar. Aunque en general el juego sabe aguantar muy bien (obviamente mejor en PS4 que en Vita, aunque el port no está mal) hay momentos en los que sí hay unas ralentizaciones enormes. Pero es normal, tantos enemigos que no dejan ver el suelo y lanzando un ataque especial con sus rayos y efectos, lo raro sería que aguantara. Hay que ser realistas y saber que aunque no va perfecto, va bastante bien.

Hay que tener en cuenta que esto fue un juego de PS3, de forma que la versión de PS4 no explota ni mucho menos la potencia de la consola. Se nota mucho por ejemplo en las escenas, con el comportamiento de la ropa (pliegues estáticos) y así, pero tampoco veo que sea ningún problema para disfrutar del juego. En Vita el port está bastante trabajado y aunque no va tan fino como PS4, sí lo suficiente como para jugar perfectamente en casi todo momento.

Nuestro personaje lleva dos armas en cada momento, pudiendo (y debiendo) alternar entre ellas en pleno combate. El sistema de ataque es bastante simple (ataque flojo, ataque fuerte, ataque especial) y los combos también (son combinaciones de ataques flojos y fuertes). Realmente no esperaba más, porque esto no es un Bayonetta precisamente, ni quiere serlo. ¿Puede llegar a ser repetitivo? Pues puede, pero a mí por lo menos no me lo ha parecido, porque estaba pendiente de otras facetas del juego y el que sea así me simplificaba las cosas.

Porque en las batallas aparte de andar matando a diestro y siniestro, lo que normalmente vamos a tener que hacer es estar corriendo de aquí para allá para dar apoyo a nuestros aliados (una guerra no se gana solo). El apoyo por supuesto es matar a los rivales que les dan la lata. Pero tendremos que estar con el caballo abriendo paso antes de llegar al final del nivel, complicando así las cosas si no nos damos prisa.

Los tres modos de juego principales son el modo Historia, el modo Libre y el Ambition. Los dos primeros son bastante autoexplicativos, pero quizá el último no tanto. Siendo uno de los muchos héroes del juego deberemos mejorar un pueblecito para atraer la atención del emperador, yendo a batallas y consiguiendo allí tanto materiales como nuevos aliados. Es una forma diferente de seguir batallando, con un objetivo más allá del mata, mata, mata.

Hay un montón de niveles de dificultad para elegir. El normal es un poco un paseo y no entiendo por qué es el que usan en los vídeos (los enemigos se quedan mirando, los niveles son fáciles, matas mucho), pero si elegimos uno de los superiores la cosa se complica más, sobre todo cuando hay varios mini jefes juntos en un área.

Además el título tiene multijugador, tanto online como offline. Me pareció curioso verlo en un juego de este tipo, pero ahí está.

El juego viene en un perfectísimo inglés con un doblaje de serie B que no cambiaría por nada del mundo. Al principio echaba de menos tener voces japonesas (no termino de entender por qué no están), pero es que las inglesas son tan malas, que son buenas. Seguro que todos sabéis a qué me refiero.

Tras llevar tiempo sin jugar a la saga, Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Complete Edition ha sido una vuelta mucho más grande de lo que me esperaba. La cantidad de contenido que tiene es ridículamente extensa y si le coges el punto tienes juego para rato. A mí desde luego me ha sabido enganchar.