Análisis Ryse: Son of Rome (PC)

Tras su paso por el catálogo de salida de Xbox One llega a PC Ryse: Son of Rome, con todas las ventajas técnicas que ello supone, algo que se agradece en un juego tan visual como este. Aun así, el núcleo del juego sigue intacto y una vez terminado, voy a contaros un poco qué tal.

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Ryse: Son of Rome cuenta la historia de Marius, un legionario romano que ve cómo unos bárbaros matan a su familia en su propia casa y empieza su particular historia de venganza. El viaje que hace nos llevará por distintas etapas de su vida como soldado, lo que se traduce en ir por varios escenarios que en más de una ocasión quitan el hipo. Y la verdad, aunque me esperaba una trama del montón me he encontrado con una de venganza y traición que me ha gustado bastante.

Se pueden trazar paralelismos entre Ryse y por ejemplo la serie Spartacus. Siendo fan de la serie de TV creo que he podido disfrutar más de Ryse, de la crudeza y brutalidad de lo que pasa en pantalla y sobretodo de los escenarios urbanos, que son una maravilla. Otra cosa no, pero el trabajo artístico del juego es de 10. Bueno, artístico y técnico, porque la cantidad de elementos y detalles que hay en pantalla es digna de admiración.

El problema que tiene el título es que es tan sobresaliente en algunos apartados como mediocre en otros, y a veces el equilibrio entre ambos no está muy claro.

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La mayor pega de Ryse, dicho de forma rápida, es su gameplay. Hay que tener en cuenta que un legionario romano no es Kratos, así que me parece perfecto y lógico que tenga un sistema de combates más pausado, con combos muy simplificados y luego unas ejecuciones muy crudas. Pero lo que no me parece tan lógico es que a la hora de ejecutar a un enemigo, cuando aparecen los QTE, da igual si acertamos o fallamos (o incluso si no pulsamos ningún botón), pues se van a pasar de todos modos.

Podrían haber hecho un sistema en el que si fallas el color del cual se ilumina el enemigo (correspondiente a los botones de un mando de Xbox) no lo mates o que sólo lo dejes herido. Pero Crytek ha apostado por hacerlo más cinemático y entrar al QTE equivale a sentenciar a un enemigo. Y aunque es más espectacular, jugablemente deja bastante que desear.

Quitando estas ejecuciones, los combates recuerdan bastante a los de otros juegos como Assassin’s Creed o Batman. Tú eliges: o rompes las defensas de los enemigos y les atacas sin parar, o te esperas a que te ataquen, bloqueas y acto seguido atacas hasta debilitarlos. No es para nada complicado, aunque a veces si vienen grupos grandes de enemigos la cosa se puede poner fea. En esos casos podemos recuperar vida (o ganar experiencia, furia o causar daño) al completar correctamente los QTE.

Es difícil morir en Ryse, la verdad. La decisión de Crytek fue seguir la espectacularidad y el premiar a los jugadores siempre con momentos brutales a costa de un gameplay más completo o una dificultad más ajustada. A mí sinceramente me hubiera gustado que hubieran retocado algunas cosas, porque la base está bien, pero son detalles los que estropean el total.

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Dejando aparte el gameplay lo que ofrece Ryse es de lo mejorcito que se puede encontrar hoy en día. El soberbio apartado artístico que comentaba antes se beneficia en sobremanera de un apartado técnico de infarto si se tiene el hardware adecuado. Todas las fotos que hay en el texto son capturas mías de Steam y si ya os parece que está bien, en movimiento es aún mejor.

Como curiosidad, durante el juego hay unos escudos repartidos que al coger nos dan una «Vista» (hay un montón para coleccionar y sacar un logro). Pues bien, normalmente donde cogemos el escudo si giramos la cámara suele haber una vista, valga la redundancia, que quita el hipo. En momentos así se ve la verdadera potencia del juego, que no es poca precisamente.

Lo que se busca es lograr una inmersión total y que nada nos saque del juego, y se consigue. Se puede incluso quitar el HUD para que haya menos distracciones en pantalla. Si os pasáis por la comunidad del juego en Steam podréis
ver algunas de las fotos que sube la gente y comprobar que no es sólo bueno, es bonito.

Está claro que la versión de PC de Ryse: Son of Rome es la definitiva, porque es mucho mejor técnicamente como porque trae los DLC incluidos de serie. Es un juego con un apartado tanto técnico como artístico de infarto, pero con un gameplay que flojea bastante por haber dado prioridad a la espectacularidad. Tristemente esto se traduce en que aunque visitemos un montón de escenarios diferentes, el juego es siempre igual y la dificultad que tiene es casi nula.

Decisiones en el diseño de uego lastran todo un conjunto que en otras circunstancias sería sobresaliente. Y es una pena porque me cae bien el protagonista y me ha gustado la historia y situaciones, pero no se puede pasar por alto el gameplay.