Análisis Sunset Overdrive (Xbox One)

¿Qué pasa si juntamos Tony Hawk, Dead Rising y Scott Pilgrim? Pues que tenemos Sunset Overdrive, la exclusiva de Insomniac para Xbox One a la que le tenía más ganas que un youtuber a sus dolars. Y aunque el hype nunca es bueno, a veces llega a buen puerto. Pasen y lean.

Sunset Overdrive es una mezcla de muchos pedacitos de juegos que forman una experiencia nueva. Al principio cuesta un poco acostumbrarse a su máxima: correr es grindar. Si quieres ir andando a cualquier sitio, además de ser presa fácil para decenas de enemigos, te vas a aburrir. Lo primero que hay que hacer es dejar la lógica fuera de esto, el juego quiere darte diversión sin importar lo absurdo que sea. Vas a rebotar en los objetos gordos, a grindar sobre los rectos y a esprintar sobre el agua o las paredes mientras disparas a los bichos que te atacan por todas partes.

Ese concepto de que el suelo es lava junto con el diseño del mundo para que puedas recorrerlo a toda velocidad sin tocarlo es lo que hace que Sunset Overdrive sea el juego de acción más divertido de la consola. De hecho cuando tienes que ir de una punta a otra del mapa puedes optar por hacer un “viaje rápido”, pero debería estar penado por ley porque en cuanto le pillas el truco viajar es lo putísimo mejor que tiene.

Disparar ya es otro cantar. Las armas son muy originales y están tan llenas de referencias a la cultura pop y absurdez como el resto del juego, pero el gunplay no me ha convencido. Al disparar ofrece una ayuda al apuntado importante y como cada arma es de su padre y de su madre la mitad de veces tengo la sensación de que no soy yo quien las dispara. Aunque te acabas acostumbrando a todas, sigo prefiriendo por mucho usar el cuerpo a cuerpo y sobretodo evitar los combates.

La historia nos habla de cómo una corporación ha creado un refresco que por error convierte a la gente en mutante y nos ha dejado atrapados en una isla. Lo importante es el estilo con que se cuenta, repleto de humor. El protagonista es el típico frikazo que se ríe de otros frikazos, y todos los secundarios aún más frikazos claro. Cada dos frases rompen la cuarta pared para soltar perlas como “xbox, prepárate para grabar esto” o “neogaf nos va a hacer picadillo”. Es un sentido del humor que puede no gustar a todo el mundo, pero a mi me ha encantado. Algunas misiones también son muy ridículas (en el buen sentido) y se ríen mucho de ellas mismas, como ir a recuperar los iconos que aparecen sobre los personajes que dan misiones.

Eso si, la historia es excesivamente corta. Cuando salieron los créditos no me podía creer que ya hubiese terminado. Dicen que lo bueno si breve dos veces bueno, pero esto se pasa de breve. Por suerte digo que lo corto es la historia y no el juego, porque aquí las misiones secundarias parecen haberse separado del resto por ser más normales pero igual de divertidas. Además de ellas tenemos más de 50 retos (de armas, de velocidad…) y una cantidad absurda de objetos por encontrar; más de 600 letreros, globos, zapatillas… que podemos usar como moneda para comprar las mejoras, y otras cosas como satélites o móviles que nos darán más detalles de la historia. Yo siempre he sido un enamorado de estas cosas y aquí he encontrado mi cielo.

Algo que siempre me echaba para atrás en los trailers eran los mutantes, pero desde el primer momento ves que hay muchísima variedad y que sus animaciones los hacen menos genéricos de lo que temía. Hay tres bandos de enemigos (mutantes, pandilleros y robots) y es muy frecuente encontrar batallas entre ellos mientras viajamos.

De nuestro personaje podemos personalizar tanto la apariencia como los potenciadores. Las opciones de apariencia son bastante limitadas y es muy lamentable que te puedas encontrar secundarios que parezcan clones tuyos, aunque de ropa si hay bastante variedad. Realizando acciones con estilo vamos ganando puntos de estilo para desbloquear perks y también hay unas cosas llamadas Amplificadores para añadir efectos a las armas o poderes al personaje que usamos llenando una barra de estilo.

Lo que menos me ha gustado es la forma de plantear el online. Las partidas son una sucesión de pequeños desafíos aleatorios que acaban siempre en una misión de defender la base. Personalmente se me hace largo y repetitivo. Echo muchísimo en falta no poder jugar desafíos sueltos y más opciones, como carreras, a ver si en futuras actualizaciones se centran en esto.

Gráficamente el juego es mucho mejor en movimiento de lo que esperaba por las capturas. El entorno es un festival de color y los diseños están diseños llenos de detalles. Las explosiones o golpes en el suelo con palabras recuerdan mucho al genial Scott Pilgrim.

El doblaje en general es buenísimo, se nota que tiene un curro impresionante. Aunque hay alguna voz muy lamentable, como la de cierto youtuber que desentona horriblemente, dentro del tono del juego la mayoría son para quitarse el sombrero.

Sunset overdrive es uno de esos juegos que te ponen difícil soltar el mando. Algún elemento podría haberse replanteado, pero su juego en vertical es una pasada. Si te gustan los aluviones de enemigos como en Dead Rising y hacer combos por todo el escenario como en Tony Hawk, cómpralo sin dudar.