RetroAnálisis Lufia II: Rise of the Sinistrals (SNES)

He vuelto de entre las oscuras garras de Inglés Académico II para pasar todo el puto verano jugando a todo aquello que tenía pendiente por terminar. Estoy jugando a Fire Emblem: The Sacred Stones en la CV de Wii U, a Shin Megami Tensei IV, que lo tenía a medias desde invierno, y cagándola miserablemente con Roy en Super Smash Bros. Pero no todo es vicio, porque también estoy aquí para escribir artículos sobre aquellos clásicos retro olvidados que nadie parece probar.

Hoy os traigo Lufia II: Rise of the Sinistrals, o simplemente Lufia en España, y se trata de un juego de rol (cómo no) de Neverland para Super Nintendo. Quizá lo recordéis como el número 1 de mi top 10 Retro GOTY 2013. No es el juego más puntero técnicamente, o tampoco destaca en términos gráficos, pero ha conseguido conquistar los corazones de quienes le dieron una oportunidad. Me gustaría poder compartir todo eso en este breve artículo.

Os parecerá extraño que hable de Lufia II sin haber mencionado antes su primera parte. Hay una razón, y es que, para seros sincero, la primera entrega es decepcionantemente injugable a día de hoy. Sufre de muchos problemas que ya no tienen solución, como que es muy pobre en variedad musical, que sus mecánicas de combate son demasiado rudimentarias, o que se vuelve demasiado repetitivo pronto. Aunque todo hay que decirlo, y es que la historia es interesante y da un giro muy inesperado. Lufia II, por su parte, corrige todos los errores de la entrega anterior, y se presenta como una precuela histórica. Aunque la escena inicial del primer Lufia sea una de las escenas finales de Lufia II, apenas se revelan detalles y todo queda en misterio.

La historia es sencilla, está llena de clichés y parece que está separada por episodios, pero forma parte de su encanto.

Maxim, el protagonista de nuestra historia, se gana la vida cazando monstruos y vendiendo los materiales que obtiene de ellos en la tienda de su amiga Tia. Sin embargo, la pequeña paz que reinaba en su querido pueblo Elcid pronto se verá amenazada por el ataque de unos monstruos que bloquean el acceso a la ciudad limítrofe. Como es un buenazo, Maxim se ofrece para ayudar a reabrir la ruta. Mas los gajes del destino le aguardan otro reto en la próxima ciudad… Por el camino conocerá a muchos otros personajes que lo ayudarán en su cometido, y hablaría de ellos, pero va a ser más divertido que los conozcáis personalmente y así no destripo nada de la bonita historia que se va desvelando.

Como podéis ver, la historia no tiene nada de espectacular. Suena a típico juego de rol japonés del héroe que salva al mundo. Clichés por todas partes, si me permitís decirlo. En parte, el carisma del juego reside en esta sencillez. La historia se desarrolla como en capítulos o episodios: cuando terminas una mazmorra y regresas al pueblo, ya dispones de otra misión que cumplir en el pueblo siguiente, y así sucesivamente. A medida que vayamos avanzando, descubriremos diversos momentos emotivos y además muy graciosos, dentro de lo que cabe.

Cuando tomamos el control de nuestro personaje, observaremos que las batallas aleatorias solo forman parte del mapa del mundo. En las cuevas, mazmorras o castillos, los enemigos aparecerán en pantalla y podremos esquivarlos si somos hábiles. También encontraremos objetos como flechas o bombas (muy a lo Zelda) que podremos utilizar para resolver puzles dentro de las mazmorras. En efecto, disponemos de cierta variedad para desestresarnos después de cientos de batallas. Aunque hay algunos retos que son para tirarte de los pelos.

Dentro de las mazmorras resolveremos puzles con ciertas herramientas, muy al estilo Zelda.

Ahora viene lo más importante, y es cómo se lucha en Lufia II. De nuevo, nada excesivamente novedoso. Nuestros personajes se forman en una alineación de dos en la vanguardia y dos en la retaguardia; los que estén al frente harán más daño con ataques físicos, evidentemente. Antes de cada turno podremos reordenarlos a nuestro antojo y planificar una retirada temporal de quienes estén heridos o atacar con una embestida potente. Seleccionaremos las órdenes a través de los iconos que representan cada uno de los comandos y se hará efectivo el turno. Los ataques se irán sucediendo según las estadísticas de velocidad de cada personaje o enemigo. En el panel de estado de los personajes encontraremos tres barras: vida, magia e IP. Esta última se rellena con cada impacto que recibamos del enemigo, y podremos consumir esos puntos IP a través de habilidades especiales que van embebidas en el equipamiento. Por ejemplo, una espada para Maxim podría dar un golpe doble mientras que una coraza para Guy podría reponer puntos de vida aunque él no pueda utilizar magia. Muy útil, ¿verdad?

La «Cueva de los Ancianos» es una interesante forma de rejugar a Lufia II porque todo es diferente cada vez que entras.

Hay otras dos funciones que complementan al juego de maravilla. La primera son los monstruos cápsula. Sí, como lo leéis, es posible encontrar ciertos monstruitos que os ayudarán en vuestra partida y llevarlos a luchar. Qué visionarios los de Neverland, ¿eh? Y la última, pero no menos importante, es la llamada Ancient Cave (o, ejem, la Cueva de los Ancianos en español). Cuando llegas a cierta parte del juego, puedes acceder a dicha cueva y cambiar las reglas totalmente. Digamos que es un reto extra en donde puedes conseguir objetos valiosos y armas poderosas. Cada vez que entras en la Ancient Cave, los subterráneos son diferentes. Además, todos tus personajes pierden sus niveles, armas y habilidades. No puedes llevarte tu equipamiento allí; tan solo puedes valerte con los objetos que encuentres dentro de la cueva. Sin embargo, hay ciertos cofres con tesoros que sí puedes sacar de la cueva. Sin duda, una forma entretenida de aprovechar el juego.

Como podéis observar en las capturas, los gráficos son algo estándar. La paleta de colores es variada, y los escenarios cumplen con su cometido. Los personajes tienen un diseño encantador y los sprites de los monstruos varían según lo «importantes» que son, esto es, los enemigos normales son pequeños y apenas detallados (hay algunos que son simplemente recoloreados para colarlos como monstruos nuevos), mientras que los jefes y jefazos llegan a alcanzar tamaños enormes y con un nivel de detalle espectacular, tanto que llegarás a temer enfrentarte a los Siniestros. Hay partes en las que se aprovecha el Modo-7, para los fanáticos de las rotaciones.

El nivel de detalle de los jefazos llega a ser espectacular.

En el apartado musical, podríamos decir que dispone de una de las mejores bandas sonoras de Super Nintendo. Aunque hay varias canciones que no tienen nada de reseñable, la gran mayoría son composiciones verdaderamente bellas y memorables que sobrecogen ese pequeño sentimiento llamado nostalgia. En mi caso, jugué a Lufia II por primera vez emulado en una consola portátil, y ya con 19 tacos, pero escuchando la música no podía evitar sentirme totalmente sumergido como si fuera un crío en los 90. Mis temas favoritos son Final Battle, Battle Theme 2 y The Savior of Those on Earth. Ay, los pelos como escarpias.

En definitiva, Lufia II es una pequeña joya que todo amante de los RPG, y especialmente de Super Nintendo, debería probar. En general es facilón y no os costará jugarlo de cabo a rabo. Sirve perfectamente como vía de escape de otros juegos que requieren mucho más trabajo mental. El problema reside en que llegó en español y demasiado tarde en el ciclo de vida de la consola. Sí, esto es un problema, porque ya estamos hablando de especuladores furtivos y otros individuos que cuelan reproducciones a precio de oro. Salvo por eso, os aguarda una aventura especial que podréis complementar con otros juegos de la franquicia. Hay un remake para Nintendo DS, pero es completamente diferente y además cambia de género.