Análisis Amnesia: Memories (PC)

Os seré sincero: cuando el Topo me propuso analizar este juego, mi intención era mofarme de él hasta la saciedad. Pero tengo que tragarme mis palabras. Tras el salto, el menda juega a un otome.

La sensación es extraña al comenzar a jugar. Las novelas visuales japonesas normalmente son infames por eso de que son un género muy de nicho tienen mucho porno. Y bueno, este ha sido el año del boom de las visual novels y, por fin, nos ha llegado Steins;Gate de manera oficial. Mola mucho, en serio, tenéis que ver al menos la serie. Pero no nos salgamos del tema.

No sabía nada de este juego, e iba con la suposición de que iba de ligar con tíos. Y no ha sido el caso, fíjate. La premisa de la historia involucra a la protagonista, encarnada por nuestras decisiones, y un ente fantasioso llamado Orión. Los gajes del destino llevan a que Orión y la prota (a la que llamaré Segismunda de aquí en adelante) se dan una hostia y la pobre pierde toooodos sus recuerdos. Ahí está el factor clave de la historia: el estado amnésico de la protagonista.

Un nombre bonito para una chica juapa como tú.

Sin embargo, en lugar de llevarnos por una historia de romanticismo llena de clichés, entran en escena una serie de misterios que tendremos que resolver para descubrir qué ocurrió realmente «en el mundo real» para que Segismunda perdiera su memoria. Y creedme, me he llevado un montón de palos y he insultado a esos pequeños hijos de puta por jugar con mis sentimientos.

Cuando comenzamos un combate en Amnesia: Memories… Que no, ¡que es broma! En una novela visual no tienes muchas cosas con las que jugar, por así decirlo. Estás leyendo una historia muy larga con ilustraciones de alta resolución ligeramente animadas. Únicamente controlas a Segismunda a través de decisiones, y estas llevarán a un desenlace final según las que elijas. Lo peculiar del asunto es que tienes una serie de «mundos» de los que escoger al principio del juego, y por tanto, el pretendiente amoroso no se determina según las decisiones a lo largo del juego.

Serás cabrón. No lo pongas más difícil de lo que es.

Como era de esperar, cada pretendiente tiene una personalidad completamente distinta, e intentarán recobrar los recuerdos de Segismunda como sea. Como cada mundo se centra en un pretendiente distinto, la historia no se vuelve monótona demasiado pronto, como podría ocurrir en otras novelas visuales (si habéis jugado a 999 o Virtue’s Last Reward, sabréis de lo que hablo). Y cuando se hayan desbloqueado los finales de los cuatro primeros pretendientes, se desbloqueará un capítulo extra donde se hallarán todas las respuestas.

La traducción en inglés está magníficamente escrita y da gusto leerla; se lee casi como si fuera una novela best-seller. Y el trabajo artístico es espectacular. Puedes hacer una captura de pantalla en casi cualquier parte del juego y te sirve de fondo de pantalla. Además, muchas muchachas seguro que se derriten en la galería de imágenes al desbloquear las ilustraciones de los pretendientes. La banda sonora cumple y acompaña muy bien en las escenas sin llegar a cansar demasiado.

Sin embargo, hay un pequeño problema que puede resultar frustrante a quien quiera ponerse a jugar. A diferencia de muchas otras visual novels, tus decisiones no solo marcan cada «ruta» de la trama que determina un Good Ending, un Bad Ending o un Neutral Ending, sino que hay muchas otras ambiguas o aparentemente triviales, que son en realidad MUY importantes para poder obtener el final deseado.

<33333333 kawaiii!!!11!111!!!

Es frustrante y ambiguo porque, muy a menudo, las elecciones son muy parecidas y a simple vista no sabrías la diferencia entre cada una.

Segismunda puede consultar cuando quiera un apartado con barras de afecto, confianza y sospecha que define su relación con el pretendiente, y hay que nivelarlas a según qué valores para cada final. ¡O ESO CREO! Porque en ningún momento me lo han explicado. Lo mejor en estos casos es buscar una guía que te ayude en las decisiones. Y joder, los finales malos son para partirse de risa. Bueno, o no… Mejor me callo.

La ficha de estadísticas de Segismunda determina si el final es güeno o marvado.

En general, Amnesia: Memories me ha servido para abrir un poco la mente a este tipo de juegos. Tiene una historia interesante que contar, muchas facilidades para guardar partida, saltar diálogos y seguir la historia a tu gusto, y además se puede jugar con ratón o con mando.