Análisis Star Fox Zero (Wii U)

Star Fox Zero era uno de esos lanzamientos que esperaba como agua de mayo. Quizá no es el más glamuroso ni el que más hype tenía detrás, pero sabiendo que Star Fox 64 es de mis juegos favoritos no podía esperar. Y ya por fin me lo he pasado, seguramente más satisfecho de lo que se ha leído en la prensa, y en línea con lo que he leído a algunos de vosotros en Twitter.

Vamos un poco más en profundidad tras el salto.

Salvando mucho las distancias, lo que Nintendo ha hecho con este Star Fox Zero es básicamente lo que hizo Disney con el The Force Awakens, pero yendo mucho más allá. Han «vuelto a empezar» echando una vista atrás, en este caso a Star Fox 64. Las similitudes saltan a la vista en cuanto coges el mando y te empiezan a contar la historia: el sistema Lylat está en peligro, Andross es malo y ya sabéis el resto.

Imagino que ese Zero del título viene de ser una entrega sobre la que edificar un renacer de la saga. No sé si los planes se habrán truncado en algún momento, ya sea por los retrasos, por la recepción de la crítica o por lo que sea, pero es algo que no me importaría o más mínimo. Es más, ojalá dentro de no mucho veamos un hipotético Star Fox One. Es una saga que ha tardado mucho en volver y no me gustaría que se volviera a perder.

Creo que a todos nos sorprendió un poco el día que se anunció que Platinum iban a ser los que se encargarían de ayudar a Nintendo a sacar el proyecto, y aunque el diseño lo haya llevado esta última sí que se ven pinceladas de los de Osaka. Una colaboración, por cierto, que es más sonada al no poder estar Kamiya en el ajo, que era el más interesado, aunque sí lo está el director de Bayonetta 2, Yusuke Hashimoto.

Yendo a lo jugable nos encontramos con una base formada por el Star Fox shooter de siempre, mezclada con nuevos vehículos, mecánicas y un control que no gustará a todo el mundo, aunque al que es fácil acostumbrarse.

De hecho, la mayor queja que he leído del juego es por el control con el giroscopio, cosa que se puede desactivar desde un primer momento. Sigue quedando un mínimo de control por movimiento, a la hora de mover la mirilla, pero ni es un drama ni es molesto. Al contrario, una vez te acostumbras hace que apuntar sea bastante rápido.

Quitando eso el juego es básicamente como podíais recordarlo a nivel jugable. Se han añadido unas fases diferentes por el uso de otros vehículos aparte del Arwing, como el Walker, que viene a ser una especie de Landmaster (también presente) que se puede alternar con el Arwing, y el Gyrowing, que sí que cambia totalmente la jugabilidad y el ritmo. Con este último las fases son mucho más pausadas, ya que apenas hay que disparar, dado que hay que llevar un robotito que se dedica a hackear sistemas, enemigos y lo que venga.

En general del gameplay no tengo muchas pegas. Al principio sí que es un poco raro jugar por los controles, pero una vez te haces a ellos el juego es básicamente lo que pedíamos todos.

Donde sí tengo más quejas es en el apartado técnico. Es cierto que ha tenido una mejora desde antes del anuncio de que se retrasaba medio año, pero aun así el nivel gráfico en muchas ocasiones es bastante bajo. Entiendo que pueda ser un juego con poco presupuesto y que posiblemente se planteara como un juego digital que ha llegado a físico por la sequía, pero hay juegos de la propia Nintendo que lucen infinitamente mejor en Wii U, así que no veo la excusa. Lo peor es que no sólo no despunta con los gráficos, es que en ocasiones hay bajones de frames. No lo entiendo, la verdad.

Es cierto que el pobre nivel técnico no empaña el gameplay, quitando los bajones aquí y allá, pero sí que cabría esperar mucho más del juego. A nivel de sonido está bien, doblado a castellano con las voces de Star Fox 64 3D, y la doble cámara (la exterior de siempre y una en la cabina, pudiendo alternar el que estén en la televisión o el Gamepad) es bastante útil y está bien pensada. De hecho es un añadido que me parece genial y creo que le dan un buen uso cuando toca.

El hecho de tener varias rutas y secretos en los niveles le da ese punto de rejugabilidad que era de esperar. Incluso durante la campaña te comentan que se han encontrado portales en niveles pasados, para que vayas e intentes desbloquear más planetas y partidas. Por supuesto es más que recomendado el hacerlo, porque te puedes haber dejado algunos de los mejores escenarios sin jugar y no saberlo.

Básicamente eso es lo que creo que pasa con Star Fox Zero. A nivel de diseño lo veo bastante bien en líneas generales, porque es divertido y sabe variar el gameplay cuando debe, pero no es tan bueno como debería tanto por los gráficos como por el hecho de medio obligar a usar un control que de haber sido opcional habría ahorrado muchos líos. Al final este problema desaparece, pero al principio o dependiendo en qué niveles (en especial jefes) puede llegar a ser frustrante.

Estoy seguro de que en otras circunstancias podría haber salido un juego mucho más pulido, y es lo que espero de un hipotético Star Fox One. Este Zero no habrá sido una obra maestra pero vuelve a unas bases de las que nunca debió salir la saga y sobre las que volver a levantar la franquicia. Y ojalá lo hagan.