Análisis Overwatch (PC)

Ha pasado ya una semana desde el lanzamiento de Overwatch y ya es momento de que hablemos de él, otra vez. Realmente podría haberlo analizado prácticamente el primer día, porque el juego final es igual que la última beta abierta que hicieron, pero he preferido esperar estos días porque nunca se sabe qué puede pasar.

Es posible que la mayoría de los interesados lo tengáis ya, pero por si acabo queda alguien aún indeciso, vamos allá con el análisis.

Pos si acaso queda alguien que todavía no lo sepa, Overwatch es la nueva franquicia de Blizzard, esta vez apostando por los shooters online. Dos equipos de seis jugadores se disputan los objetivos de los niveles con veintiún héroes que elegir, cada uno con sus habilidades y su rol en la partida.

Una de las claves del éxito del juego, más allá del buen diseño de sus personajes, del márketing infinito o el nombre de la compañía que hay detrás, es que es extremadamente fácil entrar en él. Se han eliminado todas las barreras que podrían impedir a alguien nuevo disfrutar desde el primer momento, pero aun así ha quedado un título lo suficientemente complejo como para ser divertido de jugar y no aburrir a las cuatro partidas.

Aunque obviamente hay héroes más difíciles de usar que otros, por norma general son todos bastante sencillos de comprender, de manera que el único problema sea la habilidad del jugador y no el personaje. Además todos parecen bastante balanceados ahora mismo, sin que haya ninguno que destaque mucho sobre el resto.

Como decía, cada héroe tiene sus propias habilidades predefinidas, y es que la personalización, quitando los diferentes trajes y cosméticos, es nula. No se puede cambiar de arma a otra con mejores estadísticas, y sinceramente espero que tampoco se pueda en el futuro. Para asegurar que puedes balancear bien el juego, cuanto más atado lo tengas mejor.

Tampoco creo que se eche de menos más personalización, porque Blizzard ha conseguido lo más difícil en un shooter, que disparar sea satisfactorio. En muchos juegos la única alegría que puedes tener jugando online es matar al enemigo, pero en Overwatch es divertido hasta disparar. El que cada héroe sea tan diferente con respecto al resto hace mucho por esto, y es que aunque no es lo mismo lanzar granadas y buscar la parábola con Junkrat, congelar a los rivales con Mei o directamente sacar a pasear la escopeta con Reaper, todas las opciones son divertidas y todas tienen un margen de mejora brutal.

En Overwatch se juega en equipo, por lo que está en nuestra mano montar una composición balanceada y que sea capaz de anular a los personajes rivales. Y si no, para eso está la opción de cambiar de héroe. Rara es la partida en la que no hay necesidad de ello, así que si no cambias es que algo haces mal.

Cada uno tiene unos counters bastante definidos, por lo que no hay excusa para que un Bastion se está poniendo las botas toda la partida sin que el resto no pueda hacer nada. Es un ejemplo pero he visto que en muchas partidas pasa que hay un rival que se está saliendo y no se intenta poner remedio. Si alguien no para de mataros a ti y a tus compañeros, un cambio a tiempo y a otra cosa.

De lo que suelo oír hablar es de la falta de contenido de Overwatch, de cómo a este se le pasa y a otros no, y cosas por el estilo. Y la verdad, no entiendo las quejas, a no ser que sean de gente que ni lo ha jugado.

Es cierto que ahora mismo no tiene muchísimo contenido, pero en ningún momento he echado de menos más. No necesito 400 héroes si voy a terminar usando sólo tres o cuatro, y aunque la rotación de mapas haga que juegues en los mismos cada poco tiempo, como cada partida termina siendo diferente tampoco hay problema.

No está esa sensación de repetitividad que sí que sobrevuela a otros juegos, y os lo digo tras haber jugado la beta cerrada, la beta abierta y ahora con unas cuantas horas en la versión final. Y de todos modos, los nuevos héroes y mapas que llegarán serán gratis, así que cero dramas.

Y aunque viendo el texto o viendo mi Twitter os podéis imaginar mi opinión del juego, no quería dejar de hablar de una cosa que muchos pasan por alto inconscientemente: el audio.

He visto decenas de artículos hablando de él, incluso a Blizzard dando una charla de una hora acerca del diseño del sonido del juego, porque realmente es una parte fundamental del juego.

Cada personaje tiene frases características a la hora de lanzar sus habilidades, que sirven para conocer cómo va toda la partida sin tener que verlo delante tuyo. En cuanto oyes «It’s high noon» sabes que hay un McCree preparado para cargarse a unos cuantos, y lo mismo cuando oyes un «I’ve got you in my sights», con la maldita ulti con autoaim del Soldado 76. En un juego tan rápido el conocer el estado de la partida simplemente de oído es lo más útil que puedes tener, y aquí eso se hace muy bien.

Si os interesa el tema os recomiendo que os veáis vídeos sobre el tema, porque es una pasada el cuidado que se ha puesto en ese aspecto. Además si no recuerdo mal es el primer juego que usa Dolby Atmos, y realmente queda bien a la hora de jugar.

Podría seguir hablando horas sobre Overwatch, pero al final vendría a decir lo mismo. Funciona perfectamente, es muy divertido y no se hace repetitivo para nada. Veo el plantel bastante equilibrado y al juego se le nota mimo.

Ahora lo que queda es ver cómo Blizzard va a mantener el título fresco durante años a base de añadir contenido y la comunidad hará el resto. Por lo que cuesta sabes que vas a tener años por delante de juego.