Las locas aventuras de Topofarmer en la Gamescom 2016 (I)

Hola amigos del Internec que no podéis vivir sin mí. Estáis de enhorabuena porque como estoy en la Gamescom, pues toca narraros mis aventuras cuando me voy de chanza por tierras germanas.

Como ya hice hace cuatro años durante mis tres días (1, 2 y 3) voy a narraros un poco lo que voy haciendo en la feria. No esperéis previews en profundidad (esas ya llegarán), sino más bien cosas como que me he comido un currywurst y que casi me pierdo en un barrio de yonkis.

Estad preparados, porque allá vamos.

Son las cinco de la mañana, y yo no he dormido nada, pensando en la feria, en como loco voy a parar. No, es broma, son las cinco y obviamente sigo durmiendo.

Son las siete de la mañana, ahora sí que me despierto. Ha habido un fallo de comunicación y el amigo en cuyo sofá me estoy quedando (un sofá cama de puta madre, por cierto) y que se supone que se iba a pirar a las 7 aún sigue en casa. Me ducho rápido, pillo un grofe del Aldi para desayunar (10 gofres por 0.79€, no me extraña que sean los dueños de Europa) y a la feria.

Todavía falta media hora para que abran la feria a los profesionales, pero ya está hasta arriba. No me quiero ni imaginar el sábado, pero hoy miércoles ya era agobiante.

Como tenía un poquillo de tiempo hasta la primera cita, he ido al puesto de Blizzard a ver si me daban algo, pero no. Es normal, porque aún lo estaban montando y no había nadie en su puesto. Pero ojo a las estatuas a tamaño real que habían puesto:

Tras eso fui al Hall de enfrente, donde estaba LA TRISTEZA™. Por supuesto hablo del stand de Nintendo, que por alguna razón no tiene ocho millones de consolas con el Zelda puesto. Así que como Nintendo ha muerto para mí hasta que anuncien NX, me he ido a jugar al World of Final Fantasy. Pero antes os pongo una foto de cómo nadie hacía cola para Inyustisia 2:

La demo de World of Final Fantasy era super cortita, pero ha estado bien. Todavía tengo que pillar cómo va todo en el juego, pero los personajes son muy cachondos y el estilo de combate no estaba mal. Me han dado unas pegatinas con los muñequitos chibis del juego, que molan bastante.

Tras esto me he hecho una foto con un espadote de Final Fantasy XV, he dado una vuelta a los stands para echar un ojo rápido y directo a la zona business, que tenía charla de Overwatch, no sin antes hacerme una foto con un Mr.T de Lego gigante.

Como soy super puntual y buena persona, he llegado diez minutos antes de la cita, así que mientras esperaba he ido a por un cafelete a la cafetería que había dentro del stand de Activision-Blizzard. Aquí viene el primer problema del día:

He pedido, literalmente un «coffee with milk, with cold milk» y por supuesto lo que me han dado era magma sin una gota de leche. Cuando he vuelto a pedir leche (¡fría!) me han dado las típicas cajitas estas redondas, del tiempo y con medio mililitro dentro. O sea, que me he quemado la lengua.

Una vez en la presentación nos han hablado del nuevo mapa un poco y nos han dejado hacer preguntas. Yo he preguntado que qué pasaba con Sombra, a lo que se han reído y han corrido un tupido velo, y qué pasaba con los héroes de defensa en el meta, porque ahora no tienen sitio, a lo que han dicho que ya verán. No han dicho nada nuevo, pero el juego sigue siendo GOTY.

Tras acabar he ido en un segundo al Hall 5, que es el de las tiendas, y he visto EL PARAÍSO 1™:

No he comprado nada porque Blizzard son los más careros del universo y bastante pasta me dejo ya en Hearthstone y Overwatch, pero ganas no me han faltado.

Ahora tocaba Resident Evil 7 en el stand de Sony. Me habían dicho que iba a ser con Realidad Virtual, pero al final nada. Aun así, la parte que he jugado estaba chula: avanzabas por una casa intentando que no te pillaran. Eso sí, una demo muy corta y que daba menos miedo que la que pusieron en la Store. Me ha gustado, pero no para echar cohetes.

Lo que sí que me ha parecido de lo mejor del día ha sido lo siguiente que tocaba: Dishonored 2 y Prey. La mayor parte de la presentación ha sido ver gameplay y en ambos juegos era la caña. De hecho Prey parecía un Dishonored en el espacio, pero con armas y poderes aún más locos. Ojo con estos dos, porque van para juego del año.

Tras esto me tocaría ir al stand de Namco, pero tenía un ratillo antes para dar una vuelta, así que voy a deleitaros con fotos de gente jugando en jaulas. The future is now:

Tras observar el horror que nos espera en los años venideros, con gente enjaulada y perseguida por ser gamer, me dirigí finalmente a ver qué me contaban de Little Nightmares. Es un juego indie que publica Namco, mezclando aventuras, puzzle y miedo. De lo mejor que probé ayer, en serio. Me encantó.

Ahora sí que tenía aún más tiempo libre, así que me acerqué al stand de Microsoft a ver si me colaban o algo. Y sí, lo hicieron, con… Kamiya-san, dios de dioses

De Scalebound nos contaron que puedes modificar y combinar el ADN de los dragones para crear el tuyo propio que se ajuste a tu forma de jugar. Al juego aún le queda tiempo, pero nos enseñaron un vídeo de cómo atacar en tándem a una especie de mono gigante de esos del culo pelado y molón se queda corto. A ver si sale pronto, aunque no tenía mucha pinta.

Y tras Kamiya toca otro que tal baila: Harada con su Tekken 7. Es curioso porque el que daba la charla no hacía más que mirarme como buscando aceptación y yo no hacía más que asentir y decir «ajá», «yes» y cosas así, como si entendiera algo de Tekken. Pero ya que el resto de periodistas eran unos sosos, pues hasta me animé a hacer unas preguntillas. Por supuesto le pregunté por Summer Lesson, pero dijo que está difícil el traerlo aquí por ciertas razones que todos sabemos. Y me firmó un guante super cutre de papel que daban si probabas el juego. Ahora sigue siendo cutre, pero con la firma de Harada.

Tras esto mi día había medio acabado. Digo medio porque me senté un buen rato en el suelo a cargar el móvil, como si fuera de la plebe de la no-prensa. Pero es lo que hay, porque el 3G me fallaba más que una escopeta de feria al estar dentro de los stands, así que la batería voló.

Tras esta media hora larga de descanso fui a volver a poner la cara en el escaparate de Blizzard, pero resistí y me fui a comer. Entre Hall y Hall suele haber puestos de comida y siempre hay uno muy chulo llamado China no se qué. Fui, vi que había un cartel de ramen a 9€, me di la vuelta y pedí un currywurst en otro puesto. Mejor y más barato.

Tras la comida llegó mi peor experiencia de la feria. Tuve que tragarme mi orgullo y jugar a Overwatch EN CONSOLA para que me dieran un muñequito de Winston. Al menos podíamos probar el nuevo mapa, que mola muchísimo. Pero jugar con mando es pecado en mi casa.

Ahora debería deciros que probé el HTC Vive, pero no. Estuve haciendo cola como media hora para que me viniera un fulano a decirme que sólo había tiempo para uno más (yo era el primero de la cola) y que ese uno iba a ser un periodista alemán que parecía Geralt de Trivial Pursuit Rivia venido a menos. O sea, que me quedé con la cara de tonto y ni lo probé. Debería haber grabado al que jugaba, porque era digno de ver. Además estaba en la jaula de antes.

Y tras esto comienza mi nueva aventura: viajes por tierras de yonkis:

Como es miércoles, todas las compañías montan sus fiestas para que nos tengamos que multipilicar. Aun así, como soy tan dicharachero, decidí ir a todas, siendo la de Mafia III la primera. Pero algo olía mal.

A la Gamescom he venido con un amigo que hizo aquí un Erasmus, así que se medio conoce la ciudad. Y algo que le decían siempre era «no vayas a Müllheim». ¿Dónde era la fiesta? En Müllheim. Así que allí fuimos.

Bajamos del tren, nos metemos por la calle que no era (lo que tiene estar sin batería) y empezamos a avanzar por calles un poco chungas. De esas que te guardas el móvil en el bolsillo. Por supuesto no encontrábamos el sitio porque íbamos mal, y preguntamos a una amable chica yonki de buen corazón y nos mandó aún más lejos. Igual quería llevarnos a una trampa, nunca lo sabremos.

Al final dando mil rodeos llegamos, y esto es todo lo que os puedo enseñar:

No hay más porque me confiscaron la cámara al entrar, pero ya os digo que ponían unas hamburguesas de cerdo mechado bien y unas batatas fritas bien ricas. La decoración del local estaba muy bien, con música de fondo y tal.

Al rato nos fuimos de ahí, cruzando yonki-ville, para ir a… EL PARAÍSO 2™:

Un local que había pillado Blizzard para celebrar el lanzamiento de WoW Legion. Sobra decir que la decoración era una puta pasada y que ha sido el sitio más parecido al paraíso que he pisado nunca. Además anunciaron que en el parche 7.1 volvemos a Karazhan. El lore no importa una mierda, ¡viva el fanservice!

Os podéis imaginar lo que había dentro del bar: la curiosa mezcla entre gordopeceros que juegan al WoW con fedora y tías buenas disfrazadas, junto con los asiáticos que siempre están en estos eventos, por alguna razón que desconozco. Y hasta trajeron a la Nigri para que saliera, enseñara cacho y se fuera al minuto. Buena inversión.

Era todo tan de puta madre en el Legion Cafe que hasta me dieron unas hojas gemelas de Azzinoth hinchables que son la caña de Azeroth y Terrallende. Y una camiseta de esas que dice «cómo mola» pero que no te pondrías por miedo a que te peguen por la calle. Todo muy bien. Te quiero Blizzard, eres la mejor.

Acabado esto poco más quedaba ya. Volver a casa reventado, ver cómo se me apagaba el móvil por no tener batería y llorar en el portal al saber que me tocaban subir cinco pisos sin ascensor.

Mañana más. No sé si mejor, pero algo os podré contar. Creo que voy a quedar con Tabata, así que algo le diré.