Análisis Gears of War 4 (Xbox One)

En la sucursal murciana de la redacción de Topofarmer nos hemos tomado nuestro tiempo para hacer el análisis de Gears of War 4. No queríamos que el frenesí inicial nublase nuestro juicio, ni dejar opciones al aire. Y principalmente le había prometido a un colega jugarlo en cooperativo y el cabrón se conecta cuando hay luna llena.

El caso es que ya puedo dejaros mi opinión como fanboy de la saga.

Vamos a quitarnos de encima lo evidente de que el juego es una burrada técnica, lo mejor que he visto en One. La campaña a 30fps y el resto a 60 y no he tenido ninguna rascada.

Leí que el juego lo parchearían con doblaje Español en noviembre y no se si será cierto, pero es el primer Gears que llega solo con subtítulos. Por mí sin problema, pero sé que hay gente a la que le toca el orgullo que su juego comprado poniendo el bazar de Singapur no venga doblado.

En el control la novedad más destacable son los movimientos de cobertura: corriendo podemos pulsar B para automáticamente saltar por encima de una o estando cubiertos X para agarrar al enemigo y rematarlo. Por muy simples que parezcan es lo mejor que le han metido al juego con diferencia ya que por un lado lo agilizan y por otro le dan más táctica.

Hablando de armas algunas han desaparecido (como la granada de tinta) pero hay un buen puñado nuevas como un lanzadiscos, una suerte de francotirador eléctrico o un par de metralletas. Todas una mierda.

La otra gran novedad es el crossplay de los modos cooperativos entre PC y consola, la mitad de la campaña la hemos jugado así y todo perfecto.

La campaña de Gears of War 4 nos pone en la piel de un rubio, un negro y una india que vagan por el mundo matando roboces y siendo guays.

Los cocodrilos hemofílicos de los anteriores Gears desaparecieron por cosas de la historia, pero The Coalition se ha sacado de la manga un nuevo y original rival; los cocodrilos hemofílicos albinos. La mezcla de los Locust 2 con los robots da una buena variedad de enemigos, pero salvo dos o tres todos parecen clones.

Es continuista con la saga, con algunos momentos espectaculares y una historia que cumple sin más. El principal problema es la sensación de que no les ha dado tiempo a hacer más y la han tenido que alargar con cosas como endiñarte varias “hordas” o que la dificultad se base más en la resistencia de los enemigos que en su inteligencia. Que sean esponjas de balas es un coñazo.

Debo destacar un bug que me tocó mucho la moral: cierto jefe requiere dispararle en unas zonas que brillan… pues a mi no me brillaban y tenía que ir a ciegas, lo que nos hizo perder un par de horas enteras en dificultad elevada. En algún momento el juego también nos hizo retroceder a capítulos anteriores, pero entiendo que no son cosas habituales.

Las novedades del modo Horda sobre el papel no me gustaban nada pero a la hora de la verdad me han encantado hasta el punto de que para mi la versión de Gears 4 es la mejor.

Horda consiste en resistir 50 oleadas de enemigos, cada 10 toca un jefe y la siguiente vuelve a empezar con los enemigos más fuertes, resistentes… Un vicio si juegas con amigos, un suplicio con desconocidos que te dejan vendido a mitad de la partida.

La gracia de esta edición es que han dividido las funciones por tipo de personaje: por ejemplo el ingeniero es el que repara y el explorador quien recolecta puntos para poder comprar más cosas. Con cada clase subimos de nivel y podemos ir aplicando las mejoras que nos salen en los paquetes de cartas, de los que hablaré luego. Es una pena que el modo Bestia (Horda controlando a los malos) no haya regresado, supongo que por falta de tiempo en el desarrollo.

Lo que ha llevado a Gears of War al lugar donde está es su multijugador y esta cuarta entrega se deja de inventos raros y consigue el más pulido de la saga. La marca de la casa, más que los duelos de escopetas, era la omnipotencia del “host” de la partida y con los servidores dedicados lo han arreglado.

Los primeros días el juego era un auténtico desastre; las escopetas parecían hacer daño aleatorio, había parones en mitad de la partida, la consola no podía ni mover el menú… Pero respondieron de forma muy rápida y ahora salvo algún tiempo de carga más largo de la cuenta todo va perfecto.

Han añadido dos modos de juego nuevos bastante chachis: en Dodgeball cada muerte que logremos revivirá a un compañero caído, lo que ocasiona giros en la partida muy desquiciantes y en Carrera Armamentística empezamos con un lanzacohetes y vamos cambiando a un arma peor conforme vamos matando. Este modo también mola mucho, pero las armas nuevas me dan sida. Lo que no me gusta es la distribución de los modos de juego en la lista social y competitiva, ahora si quieres jugar al antiguo Anexo (Rey de la colina con tres colinas) te tienes que tragar una partida competitiva estúpidamente larga.

La parte agridulce son los mapa y su idea de hacerlos rotar. Tenemos 10 mapas (9 nuevos y el sempiterno Punto Muerto) y se van a ir ampliando de forma gratuita, pero si no pagas solo podrás jugar a los que aparezcan en una rotación semanal. Está genial que no rompan la comunidad pero así acabamos cansados de ver siempre los mismos mapas.

Microsoft parece empeñada en meterle un sistema de cartas con micropagos a todos sus juegos esta generación, y si en Halo 5 estaba muy bien hecho en Gears of War es ridículo. Además de apariencias para armas y personajes, con las cartas podemos conseguir desafíos para conseguir más experiencia o habilidades para personalizar nuestro personaje del modo Horda. El problema es que si no queremos gastar dinero real vamos a tardar muchísimo, porque lo que ganamos ingame está desproporcionado. Ganando una partida conseguimos unas 60 monedas, el sobre más económico son 400 y si queremos obtener una skin 1000. Realmente no es ningún drama porque (quitando al modo Horda) sólo es estético, pero lo que podía haber sido un aliciente se ha convertido en un suplicio.

A Gears of War 4 se le ven los atajos que ha tomado para llegar a tiempo, pero aún así cumple bastante bien. No busca reinventar la rueda ni le hace falta siendo tan divertido, se nota que The Coalition sabe lo que se hace y seguro que el próximo lo bordan.