Los mejores GOTY de 2016: los de Topofarmer

Ya está llegando el final de este año, y aunque ha sido un poco mierda en general, en el apartado de los videojuegos ha dejado algunas grandes alegrías, como No Man’s Sky, Battleborn o Mighty No. 9. Y como cada año, voy a recopilar mis diez títulos favoritos de este año. El primero te sorprenderá, y te hará llorar.

10. SUPERHOT (análisis)
“SUPERHOT es el shooter más innovador que he jugado en años”. Esto es una broma interna del juego, pero no por ello deja de ser verdad. La mecánica de que el tiempo sólo avance cuando tú te mueves es una pequeña locura que termina dando muchísimo juego.

Más que un shooter al uso, SUPERHOT termina siendo un poco un puzzle en el que tenemos que pensar cual será nuestro siguiente paso para esquivar las balas y reventar cabezas en low-poly. Super divertido.

9. Rise of the Tomb Raider (análisis)
Salió en enero en PC, que es la versión que jugué. El reboot ya me gustó bastante, y esta secuela tomó la misma base y mejoró en todos los aspectos. Además hay que decir que a nivel visual es una auténtica pasada.

El hecho de haber salido primero en One, meses después en PC y hace poco en PS4 seguramente haya dinamitado bastante las ventas y la recepción del juego, pero es lo que hay. A mí me parece la caña.

8. Tokyo Mirage Sessions #FE (opinión)
Todavía recuerdo los lloros por haber convertido un SMTxFE que nunca existió en un juego de lolis que bailan y cantan. Al final no sólo no fue para tanto, sino que el juego resultante fue una maravilla, pillando por sorpresa a casi todos.

Toma elementos de ambas sagas, consigue crear un RPG bien cojonudo y luego lo adorna con toda la industria del ocio nipona. Que habrá lloros, pero mola mucho.

7. Fire Emblem Fates
La secuela de uno de los mejores juegos de 3DS también vino con polémica por «dividir» el juego en tres partes. Al final ni tanto ni tan calvo, porque cada parte es un juego completo en sí misma, así que quedan infundadas todas las quejas.

Fates traía ahora una historia desde varios puntos de vista, acompañada de la estrategia de siempre y la confirmación de que Fire Emblem ha vuelto para quedarse.

6. Rhythm Paradise Megamix (evangelización)
Este es un caso especial. Cuando viajé el año pasado a Japón lo pillé por temor a que nunca llegara a occidente, y una vez lo ha hecho me lo he vuelto a pasar. Cualquier persona que se precie es amante de los juegos rítmicos, y la saga Rhythm es la reina en esto.

Alrededor de cien pruebas (tanto nuevas como clásicas), muchísimas horas de juego y un nuevo modo historia (que para mí sobraba un poco), con el mismo estilo tan simpático de siempre. Compradlo YA.

5. Forza Horizon 3
El primer juego que instalé cuando cambié la gráfica del ordenador y me puse Windows 10. Le tenía muchísimas ganas desde su anuncio y llevaba desde el lanzamiento con los dientes largos.

Brutal visualmente, un gameplay a la altura y divertidísimo en todo momento, con cientos de pruebas y desafíos a nuestro alcance. Ahora le tengo ganas a la expansión, porque la nieve promete mucho.

4. DOOM (opinión)
El reboot de Wolfenstein fue una de las mejores cosas que podían pasarle a los shooters, y desde luego cambió mi concepción de Bethesda. Luego llegó el anuncio de DOOM, el cual me daba un poco miedo, pero ojito con esto.

DOOM es, simple y llanamente, la polla. Un reinicio de la saga mucho mejor de lo que se esperaba que se resume en adrenalina y disparos en cada segundo que juegas. Todo un subidón en la mejor forma que había de modernizar la saga.

3. Pokémon Sol y Luna
Cuando iban saliendo tráilers esos con el niño japonés que llega a Hawái, comentaba que lo que más me gustaba era esa sensación de vivir una aventura que iba desprendiendo, y el juego final ha terminado haciendo lo mismo.

El hecho de que este nuevo juego cambie un poco la estructura clásica de gimnasios por un recorrido insular que hace el protagonista es lo que más me ha gustado de todo, yo creo. En el fondo realmente es un poco lo mismo de siempre, pero el juego tiene otro rollo. Y claro, la ambientación tropical siempre es un plus.

2. Overwatch (análisis)
El título al que más horas he echado este año de largo. Juego prácticamente cada noche un par de horas y no termino de cansarme de ello. Es divertido, frenético, cada partida es diferente y el plantel de personajes es una maravilla. Y tiene waifus.

Se nota que es un juego de Blizzard por el mimo que desprende en cada detalle, y por eso sé que seguirá vivo durante mucho tiempo. Seguramente también vaya a ser lo que más juegue el año que viene. Viva Blizzard.

1. Life is Strange (análisis)
La versión física salió en enero, así que sirve para ser mi juego del año y entrar al top de juegos de la generación, la vida, los feels y todo. Jamás había empatizado tanto con los personajes de un videojuego, hasta el punto de estar hecho mierda por dentro y tirarme media hora para tomar una decisión.

Todo es perfecto en Life is Strange: las protagonistas son encantadoras, la banda sonora es una maravilla, la ambientación otra y en general todo lo que envuelve el juego es de diez.

Me gustó tantísimo que no sólo hice un análisis poniéndolo por las nubes, sino que al día siguiente hice otra entrada para comentarlo con spoilers. Tras habérmelo tragado tres veces, ojalá pudiera olvidarlo para hacerlo una cuarta vez.

Bonobús track: Street Fighter V (análisis)

Aquí digo lo mismo que decía MashHarder en su lista de juegos del año. Sólo Capcom podía hacer un juego con una base cojonuda y decorarlo con capas de mierda, de un online que no funciona, de no hacer ni caso a la comunidad ni comentar nada, de retrasar los parches al último día del mes, de instalar jodido malware con una actualización…

Ahora llega la segunda temporada y miedo me da lo que esté por venir. Parece que no saben por dónde les da el aire, pero siguen teniendo un núcleo que funciona, y una comunidad que tragará con lo que sea. Si lo relanzan y arreglan todo, podrán hacerlo bien. Si no, seguiremos como hasta ahora.